Parte 5

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Guille acaba de despertar, se encontraba un poco aturdido, dormir, en un escritorio y sobre tu brazo fracturado no era algo muy cómodo, pero una dulce voz lo había despertado. Alzó un poco la vista y lo vio ahí parado, se veía un poco borroso, pero conocía demasiado bien su silueta como para saber que era él. Claramente estaba hablando pero Guille no podía comprender mucho lo que decía, seguía un poco adormilado y sus sentidos estaban en el nivel mínimo. Se talló un poco sus ojos achinados y dejó escapar un bostezo.

-¿Qué?- preguntó el menor al no poder captar ni una palabra de lo que dijo su novio.

Este soltó una leve risa y repitió lo que había dicho.

-Dije, que ya era tarde y era momento de ir a la cama.- su voz era dulce y causó una calidez en el pecho del adormilado.

-Ah, vale.- dijo mientras se levantaba de la silla de la pequeña oficina.


Caminaron de la mano hasta el cuarto y Guille se tumbó sobre la cama, aun estaba cansado, lo cual era por culpa de la medicina contra el dolor que estaba tomando. Con todo y zapatos se acostó, quedando boca abajo, el agotamiento que tenía no era ni medio normal. Samuel ante la imagen de su pareja, en aquella posición soltó una leve risa

-Venga Guille, ponte ropa para dormir.- dijo risueño, mientras movió suavemente el hombro del chico tumbado.

Como respuesta de este recibió un quejido y provocó que se removiera y quedara boca arriba, para que luego sus ojos quedaran clavados en los ajenos.

-Vamos, o seas tan vago.- lo regañó aun riéndose por la actitud infantil y adormilada de su novio, volvió a sacudirlo un poco.

-No quiero, estoy muy cansado.- se quejó y tapo sus ojos con su mano derecha.

-Anda, que si no lo haces lo hago yo.- amenazó con voz sugerente, aquello logró que Guille retirara la man de su rostro.

-Hazlo.- respondió casi en un susurro con el mismo tono de voz y mientras mordía su labio inferior.


Samuel se acercó, quedando a horcadas sobre su novio, Guillermo no tuvo que pedírselo dos veces para que lo hiciera. Agarró delicadamente la orilla de su playera y la subió un poco dejando al descubierto una parte de su torso, sintió como su pálida piel se erizaba y un leve suspiro de escapó de su boca. Siguió levantando muy cuidadosamente para no lastimar su brazo enyesado. Retiró la remera y dejó el torso de su amado al descubierto, las marcas del accidente aun eran visibles en su cuerpo, con las puntas de sus dedos rozó sobre un moretón que tenía en las costillas, Guillermo soltó un quejido en voz baja y se estremeció por el contacto. "Lo siento", susurró casi inaudible y siguió con el labor de cambiar a su pareja.


Apartó la prenda superior y empezó a desabotonar el pantalón, bajó lentamente el cierre y comenzó a deslizarlo por las piernas del que estaba acostado, retiró el pantalón y los zapatos. Los latidos de Guille se aceleraron, le encantaba el tacto que tenía con el mayor, otro suspiro salió de sus labios cuando sintió las grandes manos del contrario pasearse libremente por sus muslos. La cosa se les estaban saliendo de control y Samuel decidió detenerse, ya que después la calentura lo haría actuar, llegando a lastimar a su novio. Apartó su cuerpo del contrario y caminó al mueble donde estaba la ropa, cogió un pantalón de pijama gris y una camiseta blanca, ambos pertenecientes a él, ya que gran parte de las pertenencias del menor se habían perdido en el accidente. Regresó a donde estaba Guille, lo miró por u momento, recorrió cada centímetro de su cuerpo a medio vestir y se dio cuenta de cada herida que tenía, subió su vista a su rostro y pudo ver como sus mejilla estaban coloreadas de un too rosado, se veía adorable, nuevamente se confirmó a si mismo cuanto le gustaba y anhelaba estar a su lado para siempre.

No te Vayas || WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora