Parte 4

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Las horas se habían pasado y finalmente ya era momento de que Guille regresara a casa. Le habían recetado medicamentos y tendría que ir dentro de una semana al médico para que le revisaran el brazo. Empacó la poca ropa que tenía se cambió la ropa de hospital tenía por unos jeans, una sudadera y unas zapatilla deportivas de color negro. Samuel le pidió a Tina que lo cubriera el resto del día, la cual aceptó. Los dos salieron del hospital y se dirigieron a su departamento, el cual posiblemente estaría hecho una porquería, si no fuera porque el mayor contrató un servició de limpieza.

Llegaron al edificio y subieron al piso correspondiente, los dos se veían alegres y de un buen humor, reían y bromeaban, como en los viejos tiempos. Entraron al piso y lo primero que pudieron percibir fue un grato olor a limpio.

-Wow, sinceramente esperaba encontrar la casa hecha un chiquero.- confesó el menor al ver tan impecable el piso.

-Pero que poca fe le tienes a tu hombre.- fingió enfado e hizo un adorable puchero que consiguió hacer sonreír al más joven.

-Ay, pero que sensible.- rodó los ojos y se acercó a su pareja y con su brazo sano lo tomó por el cuello uniendo de manera amorosa sus labios.

La verdad lo había extrañado muchísimo, sus besos, el contacto de su piel con la de él, aunque estuviera acompañado por alguien que decía amarlo nunca sintió todo ese afecto y cariño que le daba Samuel.

Otra nueva tarde la pasaba juntos, esas tardes de películas, palomitas y mimos habían vuelto, las viejas costumbres son difíciles de romper. Reían, jugaba y se besaban. La tarde prometía ser perfecta.

***Dos semanas después****

-Guille, ya me voy.- susurró Sam cerca del rostro de su novio, quien dormía plácidamente en la cama matrimonial en medio de la habitación.

Por respuesta recibió una especie de gruñido del parte del menor, quien protestaba por tener unos minutos más de descanso. -No te olvides de tu cita con el traumatólogo.- besó su frente, -Te amo.- se despidió y dejó un casto beso en sus labios.

-Yo más.- murmuró el adormilado y se acomodó de nuevo para seguir durmiendo.

Samuel tomó el metro y llegó al trabajo, a lo lejos pudo ver como el sol se asomaba por sobre los edificios, dando una tenue luz naranja y rosa que hacía ver la ciudad más tranquila y llena de paz y vida, la hacía ver más hermosa de lo que ya era. Después de admirar unos segundos aquel amanecer decidió entrar al centro de salud en el que trabajaban.

Entró al hospital encontrándose con doctores caminando de aquí para allá, enfermeras y varios pacientes. Caminó con regocijo hasta su lugar de trabajo, donde tomó el porta-papeles que le indicaría que hacer durante el día y a quien atender. Saludó a varios de sus compañeros de trabajo y se dirigió a hacer lo que debía. Varios de sus pacientes y amigos reconocieron que últimamente se veía más alegre que de costumbre, a lo que siempre respondía que el motivo que fuera valía estar así, y aquel motivo tenía nombre y apellido, Guillermo Díaz.

A las dos de la tarde la chica que hablaba por los altavoces del hospital anunció que había una emergencia en la sala de emergencias y necesitaban apoyo. Ya que Samuel no estaba haciendo nada más que acomodar botes de medicamentos decidió ir a auxiliar a sus compañeros. Corrió por el pasillo y llegó lo antes posible, se oían gritos de un posible paciente y supo que de verdad algo andaba mal, empujó la puerta y se abrió paso.

El paciente que gritaba era un niño de unos 16 años, quien tenía a varios enfermeros tratando de calmarlo, al parecer se había lastimado el cuello, ya que tenía un collarín que le impedía mover la cabeza o levantarse. Gritaba cosas como que estaba bien y no los necesitaba, la madre estaba a un par de metros hablando son un doctor, ella lloraba mientras le explicaba algo al médico. Uno de los compañeros de Samuel prácticamente le suplicó que le ayudara a él y a otro enfermero. Sam se acercó rápido y sostuvo el brazo del menor para que le colocaran la intravenosa, él se resistía pero al final lograron sedarlo.

No te Vayas || WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora