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Félix se encontraba en la cama de su habitación, durmiendo, pero en un instante todo se volvió obscuro estaba algo aturdido, confundido si saber que le espera una luz al final del camino, sin mucha esperanza cubrió sus ojos de esa radiante luz para ver que le esperaba una puerta, dudosamente el rubio empezó a caminar hacia ella, sus pasos se empezaron a actuar por sí mismo haciendo que corriera hacia la puerta que cada vez se haga más lejano la salida, cuando en un abrir de cerrar los ojos la puerta estaba en frente suyo y toda la obscuridad se volvió completamente en un cuarto demasiado blanco, giro su vista junto con su cuerpo volvían de la nada la puerta, ahora Félix miraba con suma curiosidad ¿Qué es lo que había allí dentro?se acercó un poco más estando en una distancia apropiada cuando al extender su brazo, sus dedos rosaron con la manija haciendo que esa puerta se abriera lentamente, dando a la vista un gran jardín dando de nuevo hacia un camino de arcos florales con un poco de nervios decidió entrar, por un momento volteo a ver el suelo el cual sintió el tacto de sus pies con las plantas y un poco de tierra.

Volviendo su vista al frente sonrió y miro hacia riba que ahora apreciaba los grandes arcos llenos de flores junto con enredaderas, caminaba tranquilamente, observando el gran ambiente que lo estaba rodeando, pero al final de este camino se encontraba en medio una fuente divisora de dos caminos ¿Cuál debería tomar?

Al final decidió quedarse sentado en la fuente pensando en ¿Cuál será el mejor camino?, al diablo. Se paro al instante para darle la vuelta a esa fuente encontrando un tercer camino miro de este y dudoso comenzó a caminar de nuevo, ya era algo cansado seguir y seguir, sin respuesta alguna de un indicio que le indicara estar cerca, trato de mantener la calma escuchando a su alrededor los pequeños chillidos de los animales, siguiendo el paso de Félix, el rubio ahora caminaba un poco más rápido de lo normal así estuvo por bastante tiempo cuando su paso se detuvo al instante al ver de quienes se trataban, allí estaba una pequeña mesa con un mantel demasiado lindo, un florero en medio con distintos tipos de flores en ellas, para luego ver a dos chicos sumamente apuestos, con elegantes trajes, como si de príncipes se tratasen, cada uno estaba en las direcciones de los caminos.

Hyunjin en la derecha, mientras que Minho se encontraba en la izquierda ambos miraron al menor y se levantaron de sus respectivos asientos extendiendo sus brazos en dirección del menor, Minho le dedicaba una mirada dulce y cálida mientras que Hyunjin lo miraba desafiante sin ninguna pisca de dulzura.

— ¿A quién eliges? — Ambos hablaron al mismo tiempo haciendo que Félix retrocediera.













































—¡MINHO! —  grito al instante despertando de ese sueño haciendo que se sentara en la cama buscando la presencia de su mayor quien ahora se encontraba asustado por el arrepentido grito de su menor.

— ¿Que paso bonito?, ¿Estas bien? —  miro tomando enfrente a Lix, así agarrándole los hombros acariciando estos.

— Solo me asusté — de pronto el mayor noto en como las pequeñas lagrimas se abrían paso por las mejillas en donde sus pecas se tornaban húmedas.

Por su parte solo pudo sentir los suaves labios de su mayor dejando le un cálido beso en su frente. — Todo estará bien, yo te cuidare—.

Después de aquello ambos se volvieron a recostar donde el menor tomaba lugar en los brazos de su mayor ahora durmiendo en un cálido abrazo.

❛  ּ ۪un día dura tres otoños🍁  ּ ۪❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora