❛ ּ ۪un día dura tres otoños🍁 ּ ۪❜

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Han Jisung estaba en un gran dilema, no sabía que pensar puesto que solo veía con atención a las dos personas que hacían palpitar su corazón, y si allí estaba el parado sin entrar a la oficina de Félix, tomando los documentos en sus manos con fuerza estaba un poco celoso al ver como ambos estaban demasiado cerca uno del otro mientras que hablaban del proyecto del rubío.

Minho estaba cerca de Félix escuchando atentamente al menor el cual se dedicaba a explicar cada parte de su historia para que cobrara vida lo cual el mayor hacia chistes de ello, haciendo que ambos se rieran, el rubio dirigió la vista por unos segundos a la puerta logrando ver la silueta de Jisung quien casi sale huyendo al percatarse que lo estaba mirando.

— Oh, Jisung hola— Se paró de su asiento para dirigirse hacia este.

— Hola Sr. Lee — Sonrió dio media vuelta para luego dirigirse hacia el menor el cual observo para ver a Minho detrás de él. 

— Buen día Han— Sonrió Minho 

— Buenos días— Contestó Han al ver a ambos muy juntos, pero se percató de algo sumamente extraño por parte de ambos o de al menos del más grande quien llevaba su brazo para tomar la cintura del rubio, aun que vio la manera en cómo déjame su acto para llevar su cintura quien ahora lo miraba el mayor.

— Han podrías organizar lo que te pedí para que podemos realizar el trabajo pendiente — Dijo Minho para mirar a Félix quien no sabía de lo que se refería el mayor mirando lo algo extrañado

— Claro Sr. Lee, de hecho, ya lo tengo listo — Tomo los papeles que tenía en las manos para poder entregarlos extendiéndola para su jefe.

— Vayamos a la oficina— Sonrió hacia ambos para luego comenzar a caminar hacia su oficina, dejando a ambos menores quienes se miraban.

Aun que Han miraba al menor quien ahora estaba sonriendo al ver lo, por quedarse allí, y luego se sonrojo un poco al ver las pecas del menor quien ahora solo veía a Han irse. Félix le pareció tierno para después caminar hacia el lugar en donde estaba su equipo de trabajo.

— ¡DANIII!, ¿esta lista?, — Se acercó hacia ella, estaba sentada tiendo listo el trabajo que le había en cargado 

— Claro que si — Mostró su trabajo.

Por otro lado, estaba la compañía de Hyunjin quien ahora se encargaba organizar eventos de gran calidad, puesto que tenía también que manejar la compañía de su papá por ello estaba la ayuda de Jeongin el cual estaba algo estresado con las tareas por parte de su universidad como también de su trabajo.

Pero allí estaban los dos en la oficina sentado al ver como Jeongin estaba apuntado las peticiones de su mayor, a decirr verdad era una gran lista de pendientes que debía ser el menor, uno de los clientes internacionales eso ayudaría a qué su nueva agencia resplandeciera o eso es lo que pensaba el mayor.

Su padre ya le había dejado el puedo, Se. Hwang se había retirado lo que significa mucho trabajo para el menor sin duda era demasiada presión.

— Jeongin me podrías repetir el nombre de persona que quiera nuestros requerimientos — Empezó hablar mientras que miraba la computadora revisando unos documentos de la empresa de su padre.

— Su nombre es ... — Buscaba entre su libreta hojeando y hojeando.

— Yang, si quieres este trabajo es necesario que te aprendas lo necesario y eso significa — Quitó la vista de la computadora para dedicarle una al menor quien se asusto un poco por la intensidad de su mirada y el reflejo de sus ojos esperando a la respuesta del menor.

— Tener que aprender sus nombres, lo sé señor y lo siento en verdad — Miro de nuevo sus notas y chillo — Aaaaay  aquí está su nombre es  —.

— ¡LEE MINHO! — Gritó el menor quien estába algo enojado por las cosquillas que le había hecho el antes nombrado.

— Perdoname cariño, pero te veías muy feliz — Reía para luego secar las lágrimas.

Ambos chicos se encontraban en la cama del rubío, entre risas y platicas ambos se quedaron acostados por un largo rato, el silenció era cómodo, ambos estaban frente a frente y la luz de la mesita era cómodo para ambos, el viento era cálido que salía del aire acondicionado.

Minho miraba con cierta amor a Félix, era demasiado bueno para ser verdad, sin duda disfrutaba la compañía del rubío así que acercó su mano hacia el rostro del menor para hacer aún lado los mechones sueltos dejándolos detrás de la oreja del menor.

— Eres esto es tan irreal — Mencionó el menor como si fuera un secreto para ambos.

—  A si? — dió en cuestión mirando a con indiferencia.

— Es tan lindo estar aquí, así contigo — se acercó poco a poco hacia el mayor.

Sin duda Minho no dijo nada y solo rompió la distancia para un beso dulce y cálido, tranquilo, llevándolo a un beso con gran amor.