🎵 Tiempo

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Me quedé hasta muy tarde en mi oficina, revisando algunos expedientes y armando diagnósticos,  la próxima semana se internaria un adulto mayor con problemas cardíacos, y ese era un problema serio, los medicamentos que se le impondrán deberán estar bajo supervisión de su cardiólogo.

En un momento de descanso mire hacia el reloj digital de mi escritorio y fue ahi que me pregunté si debería o no ir, es decir, El joven Korapat tenía una enfermedad, seguramente no recordaría que me citó ahí,  me dije a mi mismo caminando de un lado a otro en el consultorio del hospital, pero igual, podía ser posible que su mente este tratando de aferrarse del tiempo , lo cual era un excelente noticia de ser cierto.

Para muchos el tiempo es una medida, pero esta medida esta condicionada a la mente humana, las personas hacen planes a largo o corto plazo, dividiéndose en horas, días, meses, años, etc pero esta condición deja de existir para las personas con problemas mentales, y entre más alejados de la realidad estén   más  despreocupados del tiempo lo estarán de sus proyectos de vida o de salud.

De todas formas averiguarlo era parte de mi trabajo porque yo era su médico y no perdía nada con verificar aquel asunto.

Indagué por los pasillos con una pequeña lámpara, y mientras caminaba por el pasillo más largo alumbrando mis pasos me encontré con unos vigilantes vestidos de policías, me cubrí los ojos ya que sus luces me lastiman directamente a mis ojos.

—¿doctor? ¿Qué hace tan tarde?— me pregunta uno de ellos, colocando su luz hacia el suelo para no lastimar mi vista,  veo hacia lo que parecían los ojos del policía, me quedo en silencio unos segundos que me parecieron eternos, apenas puse a funcionar mi cabeza a mil por hora respondí.
—vine a verificar algunas cosas para la terapia de mañana, estaré en la sala de música, si hay ruidos será por eso — murmuré dándole confianza al de seguridad, el sonrío y asintió con la cabeza, entonces  continuó su verificación diciendo un ' entendido ',  apenas los vi alejándose,  continué  caminando esta vez sin detenerme hasta la sala de música, abrí la puerta con precaución y busque el interruptor para prender la luz ya que tenía el "permiso" del guardia, pero entonces una ersona salio de las sombras dándome  un gran susto de muerte.

—No la encienda— murmuró Nanon,su voz pastosa, diferente a la de la tarde, con precisión,  con potencia,  no dije nada y cerré la puerta con cuidado de nuevo,
—gracias por no delatarme — dijo fríamente mirando por la ventana del lugar, donde penetraba luz de la lámpara de fuera, di unos pasos hacia él,  pero sin a escarmentado tanto  tenía mi ojo clínico sobre él, 
—es la primera vez que te escucho decir gracias— dije bajando la lámpara, recargó  la cabeza sobre la ventana,  mientras le observo, su semblante detonaba estar herido,
—¿puedo tocar una pieza de piano? — me dijo, desvio la mirada hacia el piano viejo de esa sala, la silla estaba justo enfrente del piano, como si  él habría preparado todo eso, asentí gustoso después de analizar unos segundos,   —Claro, me encantaria escucharte —Nanon camino a paso muy lento, casi cámara  lenta, se sentó frente al piano sin problema alguno y colocó los dedos al compás de cada tecla.

P i e z a. d e. p i a n o -[OHMNANON] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora