P i e z a. d e. p i a n o -[OHMNANON]

🎵 Consejería Psiquiatrica

La mañana había sido genial, estaba regocijante, aunque ya tendría tiempo de recriminar mis acciones más  tarde, al menos eso creía, apenas llegó la correspondencia, dejé  mis expedientes, algo presentí apenas vi el logotipo de la consejería  psiquiatríca, tome el sobre y con cuidado lei la información.

Enseguida de leerlo, mi mirada se fijó en un punto, pero no es que viera algo en particular, solo estaba pensando, en el interior del documento solicitaban que yo ejerciera mi método de curación en otros pacientes de otras provincias, explicaban que habían analizado los avances significativos en varios de mis pacientes, aunado al tiempo de medicación y les parecía magnifica,  al cabo de esos años en aquel hospital mental había ayudado a muchas personas, mi método estaba dando resultados y querían saber de primera mano.

¿Cómo le diría a Non acerca de esto?, lo de anoche, había sido solo un juego para él, era evidente que quizás su mente hubiese bloqueado lo de anoche, fui a su habitación y parecía que dibujaba con sus dedos en el vidrio, al escuchar la puerta ni siquiera giro su cabeza, se mantuvo en la misma posición.

Caminé hacia él con precaución a una distancia prudente,
—Tal vez no lo entiendas, pero lo de anoche fue una experiencia maravillosa para mi, quizás no lo sabías, pero me iré de aquí, siento mucho no haberte sido de ayuda todos estos años, mi tratamiento no da resultado con todos, trabajaré ampliamente para hacer un tratamiento nuevo que pueda ayudarte—,
—¿A dónde te iras?— me interroga sin mirarme,
—es un lugar lejos, muy lejos de aquí, debes seguir el nuevo tratamiento que te asignen, debes de ser diligente para tomarlo— le dije acariciando su cabello, di media vuelta, giré la perilla de la puerta hasta que me detuve a causa de su voz,
—No te vayas, sin ti moriré— murmuró, regreso a verle,
—No morirás, aquí hay más médicos que no permitirán eso, ten fe— , no dijo nada, seguí mi camino.

El nuevo médico  suplente llego al hospital para que le entregará mis casos y expedientes, la notificación fijaba mi inmediata presentación en la consultoria,  asi que no demore  mucho, me despedí de todos mis pacientes, el automóvil que me llevaría a mi nuevo hospital llegó, miré a mis alrededores, y suspiré, claro que extrañaría, pude divisar el rostro de Non través del ventanal, me miraba con tristeza, y algunas lágrimas resbalaron de mis párpados, pero era necesario desprenderme de él. Lo que había pasado no era profesional, y quizás era un secreto que permanecería en mí como un pecado que no deseaba desterrar.