Parte 6: De camino a la aventura

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Mi mochila no era muy grande, tal vez llevaba ocho o diez kilos, pero sentía como si fueran veinte. Me dolía la espalda y no dejaba de sudar, el calor era insoportable. Tuve que hacer varias paradas en mi camino, buscando cualquier lugar con sombra y una banca para poder descansar mi cuerpo adolorido. Definitivamente no estaba acostumbrada a tanto esfuerzo. Al menos estoy conociendo la ciudad - me dije.

Sin el mapa de Mario, no sé dónde hubiera estado en estos momentos. Viajar sin teléfono no era muy práctico que digamos, pero al menos tenía la tablet conmigo aunque sin internet, no me servía de mucho. El mapa, como todo en la vida, tenía sus limitaciones y un fin, y el fin estaba llegando.

Después de más de una hora caminando, finalmente pude ver la autopista. Estaba en un punto alto de la ciudad y veía los edificios, casas y grandes empresas que se encontraban a las afueras de la la misma que me despedían para darme paso a la carretera y al inicio de esta aventura. Sentía que faltaba poco, pero aún seguí caminando por al menos veinte minutos más, siguiendo los carteles que indicaban la autopista A711.

Finalmente llegué a un lugar que creí suficientemente bueno para esperar que alguna alma caritativa decidiera darme una mano. Me liberé del peso de mi mochila e hice lo que se suponía que debía hacer, levanté mi pulgar derecho y extendí mi brazo tímidamente en dirección de los carros.

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⏰ Última actualización: Jan 09, 2023 ⏰

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