Capítulo 18

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Cuarto mes

—Muy bien— habló el Doctor quitándose los guantes— Eso sería todas las indicaciones para que puedas pasar tu embarazo de la mejor manera.

Jungwon se levantó de la camilla con la ayuda del pelinegro. Caminaron hacia el escritorio del doctor. Ambos chicos se sentaron frente del escritorio.

—Primero que nada— habló el Doctor— Tienes que llevar una dieta equilibrada y moderada. No comer por dos, sino bien.

Este punto no le gustó nada a Jungwon, él vivía de la comida chatarra y de las cosas dulces.

—No me preocupo por eso— explicó el doctor— Sé que el Señor Park, aquí presente hará que lo cumpla, de eso no hay duda.

—No se preocupe, Doctor— asintió el pelinegro.

—Tambien hacer ejercicios de manera moderada— Jungwon frunció el ceño— Como dar caminatas, practicar yoga, natación. Eso ayudará al bebé como a ustedes.

Ese punto tampoco le gustó para nada al pelimorado, solo esperaba que Sunghoon no le obligará.

—Y último, reducir el consumo de té, café y refresco, y beber mucha agua. Esos sería todo.

—Muchas gracias, seguiremos todo al pie de la letra.— agradeció Sunghoon.

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—Ese doctor está loco— comentó Jungwon. Luego de salir del consultorio del doctor y entraron a un restaurante.

—No seas molestó— protestó Sunghoon, terminando de pasar.

Lo que más le gusta de estás semanas de embarazo, era el hecho de que las náuseas, vómitos, al igual que los mareos habían desaparecido por completo, pero por las noches tenía calambres y ardores después de comer.

El pelimorado rodó los ojos acariciando su vientre. Había estado creciendo más. El doctor había dicho que era probable que este mes pudieran sentir los movimientos del bebé y Jungwon no podía esperar para que llegará ese momento.

—Ven aquí, Jungwon— Sunghoon llamó a Jungwon y este no se rechisto y se sentó al lado de él, quién puso las palmas de su mano en su vientre. Sunghoon tenía una adoración al vientre de Jungwon, ya que no podía apartar las manos de allí y adoraba como Jungwon ronroneaba con las caricias y como a veces se quedaba dormido por su tacto.

—Está loco si cree que voy hacer todo lo que dijo ¿Verdad?— dijo revoloteando sus pestañas.

—Claro que lo vas hacer— tomó a Jungwon de las mejillas he hizo que sus rostros se acercarán— Mis dos bebés tienen que alimentarse bien.

—Llámame bebé una vez más y no me verás nunca más en tú vida, Park— amenazó Jungwon. Sunghoon sonrió un poco más.

—Amorcito— dijo burlón. Jungwon abrió la boca para protestar, pero Sunghoon hizo algo que jamás pensó que haría.

Presionó sus labios con los de Jungwon. El pelimorado aguantó la respiración y abrió sus ojos como platos con el corazón saliéndose del pecho y un sentimiento cálido instalándose en su pecho.

Sunghoon se alejó para luego volver a besarlo. Jungwon se sentía desfallecer, por como Sunghoon lo besaba tan dulce. El beso era pausado, pero para ese entonces Jungwon correspondía los besos tomándolo de los hombros.

—Mis bebés— susurro Sunghoon en medio de pequeños besós.

Jungwon se alejó todo sonrojado mirando los labios de Sunghoon que se encontraban hinchados y con las mejillas con un ligero color rojo.

—¿Porqué me besastes?— preguntó avergonzado. Ese beso había ocasionado un remolino de emociones en su interior. Aún sentía como sus labios se presionaban.

—Y-yo— balbuceo nervioso rascándose la nuca sin mirar al pelimorado deseando que alguien les interrumpiera— Porque quería, no aguantaba tenerte cerca y no poder besarte.

—Sunghoon— él nombrado no lo dejo terminar porqué le tomó de las mejillas volviendo a besarlo.

𝐔𝐧𝐚 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐝𝐚 𝐢𝐧𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐝𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora