Yo también quiero cultivar espiritualmente con Shizun hoy

Capítulo 4: Tenía que encontrar la manera de ayudarlo

El cuerpo del Inmortal Venerable Celestial siempre había exudado un aroma fresco y agradable, pero ahora que esa fragancia envolvía el cuerpo de Qi Shu, de alguna manera parecía bastante peligroso.

Obligado a arrodillarse en las frías baldosas del piso frente a la ventana con la parte superior de su cuerpo presionada contra la cama, la mente de Qi Shu se quedó en blanco.

El camino del cultivo era peligroso, y cuanto más avanzabas a un reino superior, más peligroso se volvía, de modo que incluso el error más pequeño podía conducir a una desviación de qi.

El propio Qi Shu había caído en varias desviaciones de qi mientras se cultivaba.

Sin embargo, el Inmortal Venerable Celestial era extremadamente talentoso. ¿Cómo podría él...?

—Shi... Shizun...

Qi Shu estaba siendo presionado con tanta fuerza que tenía dificultad para respirar, lo que lo hizo moverse instintivamente, pero eso solo resultó en un agarre aún más fuerte. Una mano helada agarró sus muñecas mientras que el otro brazo se enrolló alrededor de su cintura hasta que el cuerpo de Qi Shu fue empujado hacia abajo sobre la cama.

La presión era tan fuerte que incluso dolía un poco.

Qi Shu nunca había visto a su Shizun en este tipo de estado desde que se unió a la secta. El Inmortal Venerable Celestial siempre había sido tranquilo y sereno, con un temperamento que no se inmutaba por los desastres. ¿Cuándo se había visto trastornado o había perdido el control de sí mismo de esa manera?

¿Qué debía hacer Qi Shu?

—Shizun, soy yo. Por favor suéltame...

Qi Shu podía decir que su Shizun había tenido una desviación de qi, pero aún le quedaba un poco de conciencia, lo que significaba que aún no estaba en un estado de locura completa. Sin embargo, si esto continuaba, las consecuencias eran impensables.

Con esto en mente, se obligó a calmarse.

Qi Shu trató de recordar lo que había hecho su Shizun cuando Qi Shu tenía una desviación de qi. Relajó su cuerpo y dijo con un tono de voz suave: 

—Shizun, no tengas miedo. Está bien. Por favor, suéltame, ¿de acuerdo? Puedo ayudarte...

—¿Quieres ir? —la voz de Gu Hanjiang era baja.

—... ¿Ah?

—¿A donde quieres ir? —la voz de Gu Hanjiang era un poco más fuerte de lo normal y el tono de enojo era similar al que usaba para regañar a los discípulos que eran perezosos.

Qi Shu no entendía por qué estaba enojado. Iba a continuar persuadiendo a su Shizun cuando sintió un toque fresco y ligeramente húmedo detrás de sus orejas.

Gu Hanjiang había besado a Qi Shu detrás de las orejas.

¡¡¡!!!

¿Cuándo había sido tocado así su sensible oído? La racionalidad que Qi Shu había cultivado con tanto esmero huyó de inmediato, e incluso sus rodillas se debilitaron.

—¡Shi, Shizun!

Pero la persona cuya conciencia estaba en el caos no le prestó atención. Gu Hanjiang bajó la cabeza y volvió a besar a Qi Shu. Una sensación de hormigueo subió desde la base de su columna. El toque húmedo detrás de su oreja fue difícil de soportar para Qi Shu, pero no se atrevió a moverse, por lo que todo lo que podía hacer era temblar y agarrar la delgada manta debajo de él.

La luz de la luna proyectaba la sombra de sus figuras superpuestas en el suelo y lo único que se podía escuchar en esa habitación oscura era un jadeo reprimido.