Yo también quiero cultivar espiritualmente con Shizun hoy

Capítulo 14: Shizun, ¿me estabas mintiendo?

Qi Shu respiró profundamente y soltó su agarre.

El grito de Lu Chengyuan había sido increíblemente frustrante, pero también había sido efectivo.

En este momento, el demonio que aterrorizaba al mundo no había sido capturado, y las vidas de muchas mujeres pendían de un hilo. Incluso era posible que él fuera en parte culpable de esta situación debido a su fracaso anterior para derrotar al demonio.

Shizun se había sacrificado para atraer al principal culpable, y Lu Chengyuan estaba librando una batalla desesperada contra él. Pero ¿qué pasaba con él?

Había estado actuando de manera infantil con Shizun.

No podía seguir así.

Dio un paso atrás y se inclinó profundamente ante Gu Hanjiang. Cuando levantó la vista, ya había recuperado su actitud respetuosa habitual.

—Me disculpo, Shizun. Perdí la compostura. Una vez que haya eliminado a este demonio, volveré y te pediré disculpas.

Después de decir esto, sacó su espada de su cintura y dio unos pasos hacia adelante, pero fue llamado de vuelta.

Gu Hanjiang se acercó a Qi Shu y sacó un delicado y translúcido colgante de jade de su manga. 

—Esto te protegerá de las ilusiones.

Qi Shu no se movió.

Su mirada se detuvo en el colgante por un momento antes de regresar al rostro de Shizun. 

—¿Shizun también talló esto él mismo?

Gu Hanjiang dudó y negó con la cabeza.

—No.

—Entonces, prefiero el que talló Shizun —Qi Shu se quitó el pequeño colgante de zorro que había llevado alrededor de su cintura desde que dejó la montaña y lo colocó solemnemente en la mano de Gu Hanjiang.

Cuando sus dedos tocaron la piel fría del otro, Gu Hanjiang incluso se estremeció levemente.

Qi Shu se dio cuenta y una sonrisa fugaz tocó sus labios antes de recuperar el colgante de jade. 

—Shizun, por favor, guárdalo por un tiempo. Cuando regrese después de derrotar al demonio, lo pediré de vuelta. Y... —se colocó el colgante de jade y miró hacia arriba, sus ojos brillaban como los de un pequeño zorro—. Después de que el demonio sea derrotado, tengo algo que decirle a Shizun.

Qi Shu estaba seguro de que Shizun no sentía nada por él.

O no se había dado cuenta, o tenía miedo de admitirlo.

Como Shizun no podía tomar la iniciativa, lo haría él.

Después de todo, ¿cómo podría perseguir a alguien si no daba el primer paso?

Una ráfaga de viento atravesó el bosque, sacudiendo los árboles y haciendo que las hojas se arremolinaran.

En medio de la oscuridad y el viento, la figura vestida de negro retiró su ataque y se dio la vuelta para irse.

Lu Chengyuan acababa de recibir un golpe y apenas podía mantenerse en pie, agarrando su espada. Solo pudo gritar:

—¡No te atrevas a irte!

Tan pronto como las palabras salieron de su boca, una figura pasó volando junto a él, la espada apuntando directamente a la espalda de la persona de la capa negra.

¡Clang!

La figura de la capa negra se giró abruptamente, sus manos se transformaron en garras afiladas, atrapando la espada de Qi Shu con facilidad.