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"Tenemos que hablar"

Lionel observa en su barra de notificaciones aquel mensaje. Casi se cae de la cama por alcanzar el teléfono al leer el remitente.

No lo piensa más y llama directamente, taladrando con el pie y mordiendo sus uñas. Escucha tres bip antes de que la persona al otro lado conteste.

-- Hola...

El tono suave y apenado de Guillermo le derrite el corazón. Sabe que fue un idiota comportándose de esa forma, alejando al omega. Bien era de su conocimiento que el mayor odiaba de por sí a los alfas y demostrando que se dejaba guiar fácil por su casta no era la mejor forma de ganarselo, pero tiene una esperanza ahora que le ha llamado, cree que lo ha elegido a él por encima de Neymar y su pecho se llena de orgullo. Responde con toda la emoción contenida.

-- Hola, ¿cómo estás...?

-- Bien, bien... eso creo -- escucha eso último muy leve, no pudiendo preguntar más -- ¿tú cómo te encuentras?

-- Excelente, ahora que puedo escucharte de nuevo.

Responde sincero. Escucha suspirar al omega y cree que la ha cagado.

-- La verdad me gustaría hablar en persona, si puedes. Es muy importante.

Agrega. Lionel puede sentir el latido frenético de su corazón rompiendo sus tímpanos y obviamente no se niega.

-- Mañana mismo estoy en Málaga.

-- N-no te preocupes. Yo ya he reservado un boleto para Barcelona.

A Lionel no le parece una gran idea, pues podrían llegar a encontrarse con Neymar, que vivía muy cerca igual del estadio del club, sin embargo vale la pena con tal de ver a Guillermo.

-- De acuerdo, ¿paso por vos al aeropuerto?

-- Mejor vamos a vernos en la Plaza de Gaudí, en el Paisano Bistró. A las cinco.

Una cita. Piensa Lionel. Cortan la llamada luego de confirmar el encuentro y cómo adolescente enamorado se lanza a la cama, pataleando. Toda la energía y buena vibra que necesitaba para sobrevivir a Diciembre le es dada por es interacción con el omega. Casi puede saborear de nuevo la dulce piña en su boca.

°°°

Guillermo llega titubeante al restaurante, sobre todo al notar que cierto brasileño le espera ya. Siente un nudo en la boca de su estómago y no sabe si son náuseas por el bebé o por los nervios. Aún así se arma de valor e ingresa por la bahía, siendo recibido por una hostess y guiandolo a la mesa privada. Neymar lo ve llegar, ha detectado su aroma desde mucho antes pero no es hasta que lo tiene enfrente que se inquieta. Guillermo no le había dicho ni pío desde hace casi tres meses, y ahora se aparece pidiendo verse de un día para otro. Su sexto sentido le indica que algo no está bien.

Ambos toman asiento y se quedan en silencio por unos momentos, hasta que el menor empieza la conversación.

-- Você está com frio? (¿tienes frío?)

Pregunta, notando la suave piel del omega pintada de carmín. Se veía tierno, y hasta rejuvenecido. Tiene un toque diferente y su corazón se altera. Siente ese calorcito del amor a primera vista que tuvo con él hace ya dos años y se da cuenta que lo ama más de lo que podría soportar.

Guillermo iba a responder hasta que un aroma a chocolate se hace presente. Voltean a ver al alfa que ha llegado un poco tarde. Es Lionel.

Las feromonas tanto del argentino como del brasileño empiezan a salir y a molestar a Guillermo, lo irritan. Ni siquiera tiene alimento en el estómago pero siente ganas de vomitar. Olvidaba lo competitivos que se habían vuelto.

¿Qué esperar cuando no estabas esperando nada? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora