-- No sé. No estoy listo.
Guillermo presiona sus labios en una fina línea. Tan fina como su extraña relación con ambos alfas. Ya era un adulto, era un omega que ya había pasado sus mejores años y seguía sin estar unido a nadie, pero fue porque así él lo quiso. Cuando empezó su relación con Saúl llegó a pensar que era el indicado. Sin presionarlo por la marca aún después de tres años juntos. Por un tiempo se imagino incluso teniendo cachorros, pero luego de aquella enorme decepción se dio cuenta que las relaciones no eran como los cuentos de princesas. Decidió ser un omega enfocado en su trabajo y sólo dedicarse a disfrutar relaciones pasajeras. No tenía porqué atarse a alguien. Y ahora estaba ahí, justo en medio de dos alfas que decían dar todo por él y su hija. Dos alfas que vinieron a poner patas arriba toda su vida.
Esta vez si se sintió presionado con las orbes verdosas y profundas de Neymar. Podía ver una ligera tristeza por su respuesta y se sintió mal.
Cómo si esa no fuera su casa, y a los que debía correr era a los alfas, Guillermo huyó, como lo venía haciendo recientemente. Salió lo más rápido que pudo, sintiendo que el aire se le iba de los pulmones. Escucho a Lionel y Neymar detrás pero eso sólo lo sofoco más. Iba a dar la vuelta en una esquina cuando un mareo lo detuvo, teniendo que apoyarse en la cerca del edificio vecino. Su vista se volvió borrosa y la cabeza le dolía. Antes de que su cuerpo se desvaneciera y cayera de lleno al concreto unos brazos alcanzaron a sostenerlo por el cuello y la espalda.
°°°
-- ¿Está segura que no ha sido nada grave, doctora?
Lionel pregunta aún asustado.
-- Sólo se le ha bajado la presión. Es normal durante el embarazo.
Le responde la especialista. Venía caminando algo rápido, buscando que los alfas la dejaran de seguir.
-- ¿Puede pasar otra vez?
Neymar habla ahora, preocupado.
-- Muy bien, no pueden continuar detrás de mí por todo el hospital -- regaña la beta -- Mejor vayan a checar a su omega para ver si ya ha despertado. Y si llega a pasar otra vez no es necesario que pidan una ambulancia, sólo recuestenlo y denle espacio.
La doctora estaba exaltada de traer casi encima a esos dos, haciendo cientos de preguntas. Los ha obligado a detenerse y deja en claro que todo está en perfectas condiciones y no había necesidad de inquietarse. Suspira al verse libre y vuele a retomar su camino, quejándose entre dientes de los alfas.
-- Mira, la has asustado hasta a ella.
Dice molesto Lionel.
-- ¿A qué te refieres, imbécil?
-- Pues eso pasó con Guillermo igual. Lo has asustado y ha salido corriendo. Seguro eso también provocó su desmayo.
-- También ha sido culpa tuya. No lo has apoyado como deberías y se ha estresado.
-- El único estresado aquí soy yo.
Neymar rueda los ojos. Estaba cansandose de tener que soportar al mayor.
-- No entiendo porque no te has ido, si es más que obvio que la niña es mía.
Añade.
-- No sabes eso. Todavía falta la prueba de paternidad.
-- Por favor, Ney. El forro se rompió cuando lo hacíamos.
Lionel le confiesa con suficiencia. Ambos están parados frente a frente en medio del pasillo. Poca gente transcurre, solo unas cuantas enfermeras que van de un lado al otro.
-- ¿Qué dices? Yo no he usado siquiera condón con Memo.
Neymar aprovecha el tropiezo en la seguridad del alfa mayor. Ha visto esa quebradura en su orgullo y piensa que es su momento para alejarlo de Ochoa.
-- Lo he anudado, sin ningún tipo de protección.
-- No mientas.
Alcanza a decir Lionel en un tono muy bajo.
-- Es verdad. Él me dijo que se estaba cuidando con pastillas pero no recuerda haberlas tomado ese día.
Eso sólo significaba que Neymar tenía las de ganar. Había más chances de que la cachorra fuera del menor, pues él ni bien pudo anudar por completo en el omega. Sintió su estómago revolverse. Guillermo nunca le contó eso.
No discutió más. Comenzó a caminar en dirección al elevador, dejando atrás a Neymar. Ni siquiera fue a ver cómo se encontraba Ochoa.
Tal vez si era lo más sensato alejarse. Tal vez era mejor irse antes de que naciera la bebé, así se evitaba encariñarse. Sólo tal vez está vez era lo correcto.
Neymar no lo siguió. No corrió detrás de su amigo. Dio media vuelta y fue hasta la habitación de Guillermo, dónde este ya estaba parado a un lado de la camilla.
-- ¿Dónde está Lionel?
Fue lo primero que pregunta. Se sostiene la cabeza, tratando de recordar lo último que sucedió.
-- Lo llamó el club, creo que es importante.
Miente.
Guillermo no dice nada. Se le hace extraño sabiendo que ambos alfas han pedido un año de descanso. Espera que no sea algo malo.
-- ¿Qué me pasó?
-- Te desmayaste. Apenas si pude llegar atrás tuyo antes de que te pegaras en el piso.
El omega frunce el ceño, pues el aroma que detectó fue el de Lionel, casi pudiendo asegurar que él había sido el que lo sostuvo.
°°°
Los días y las semanas avanzan. Esta a un mes de dar a luz y Lionel ha desaparecido por completo. La última vez sólo le ha dejado un mensaje, diciendo que ha regresado a sus entrenamientos en Barcelona. Se había ido una noche en avión y jamás regresó. No supo que sucedió, pero este tiempo lo estuvo pasando con Neymar, buscando distraerse.
Ambos habían decorado la habitación de la bebé. Lo pintaron en tonos neutros y colocaron muy pocos juguetes, queriendo que la cachorra desarrollara sus gustos y eligiera conforme fuera creciendo el color y los muebles del lugar. Estaban terminando de armar la cuna y la sillita mecedora.
Guillermo estaba agotado. Su vientre ya estaba más abultado, apenas alcanzando a ver los dedos de los pies. Estaba con sus emociones divididas. En parte extrañaba al alfa argentino pero por otro lado podía ver los cimientos de su futuro formarse junto a Neymar. Lo estuvo pensando mucho y no era una idea descabellada casarse. Tendría una familia finalmente, con un esposo que quería y sabía que sería un buen padre, y una niña, una niña hermosa y saludable. Sonrió imaginando cómo las piezas se acomodaban paso a paso.
N/A
Creo que algo que me gusta de los triángulos amorosos es el va y viene de las parejas jajajaja. Primero con uno y lueho con otro, aunque puede llegar a se cansado.
Bueno, ya falta poco para que termine esta historia, los amo y gracias por sus estrellitas y comentarios. 💗
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¿Qué esperar cuando no estabas esperando nada?
FanfictionGuillermo odia a los alfas. Odia su aroma, odia su voz de mando, odia lo territoriales y posesivos que son. Odia su carácter, odia su porte y odia lo dominantes que son. Y sobre todo, odia a aquellos alfas que tratan de cortejarlo. Quién diría que t...