"But if you only knew me we could be a beautiful, miracle, unbelievable
Instead of just invisible"
—Invisible, Taylor Swift
Los desmayos eran cada vez más frecuentes, como ya ven. Patrick tenía razón en algo, yo no controlaba bien mis emociones negativas, y esa era mi perdición.
Desde muy joven, yo había demostrado ser una persona bastante... temperamental, por decirlo de esa manera. Era una bonita manera de decir que cualquier cosa podía sacarme de mis casillas con facilidad, y creo que para este momento de la historia ustedes tienen eso claro. Eso sí, quiero decirles que yo no era así de gratis, todo tiene una explicación. En resumen, yo había sentido la obligación de convertirme en una persona fuerte, tanto en carácter como físicamente, porque le quería demostrar a los demás que no debían meterse conmigo bajo ninguna circunstancia. Dentro de mí, yo era una chica con buenos sentimientos, y pueden preguntarle a mis padres o a Kathy y Tyler, pero a los ojos de los demás, siempre me esforzaba en demostrar que era dura como una roca.
Yo era la clase de chica que no se dejaba pisotear por nadie, que le gustaba dejarle en claro a la gente que no era ordinaria, que no era tonta y, sobre todas las cosas, que era capaz. Para eso, requerí de años de práctica en el arte de no mostrar emociones positivas con frecuencia. Si era feliz, no lo demostraba mucho. Si estaba molesta... sálvese quien pueda. Era algo así como Rosa Díaz, de la serie Brooklyn Nine-Nine.
Si quería darle a la gente la impresión de que yo era una chica ruda, tenía que empezar a serlo. Eso era lo que yo, a mis quince años, pensaba, y mantenía ese pensamiento hasta mis recién cumplidos veinte años. No obstante, las circunstancias habían cambiado, y mucho.
Desperté al día siguiente. Patrick se encontraba dormido al pie de la cama. Por supuesto que yo no recordaba nada de lo que había sucedido, porque cierta persona, según me enteré meses después, había transformado mis recuerdos. Lo último que recordaba en ese momento era haber practicado con Aiden y enfurecerme de la nada, cosa que no se apartaba mucho de lo que había sucedido, pero había omitido algunos... detalles. Sí, llamémoslos así.
—Patrick. —lo llamé, pero no respondió. —Patrick, despierta.
No despertaba, pero quise intentar algo.
Me concentré en lo que estaba por hacer y cuando finalmente sentí que podía ver sus recuerdos, lo hice. Toqué su mano y pude ver apenas una pequeña parte de un recuerdo.
—Déjame en paz. —le dijo un chico de cabello oscuro a Patrick. —Deja de decirme qué sentir, qué no y cómo manejarlo.
—Alex, debes escucharme.
—¡No! ¡Ya me cansé! ¡Todo el mundo quiere que yo escuche y nadie me quiere escuchar a mí!
—Tu brazalete...
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La Magia De Estar Junto A Ti
FantasyAngelie McFly es una repostera apasionada que sueña con probarle al mundo que es capaz de lograr lo que se proponga. Por circunstancias ajenas a ella, acepta ir a una cena con su exnovio y termina envuelta en un mundo de magia del cual no quiere sab...