"I love the riddles that you speak"
—Ours, Taylor Swift
¿Alguna vez en su vida han hecho algo tanto tonto que los hace cuestionar cualquier decisión, ya sea buena o mala, que han tomado en su vida? Porque les aseguro que ese era un resumen de mi vida, y más en ese momento, que había tontamente creído que podía estar en la pastelería con mamá y cuidar a Patrick al mismo tiempo. Hacía mi mejor intento, en serio, y mantenía una actitud fuerte ante todo, pero de alguna forma la desgracia siempre lograba tocar a mi puerta, incluso cuando cambiaba de dirección.
Dejando las metáforas de lado, me encontraba sumida en todos estos pensamientos de desgracia por el simple hecho de que no había logrado resolver lo de quién me cubriría —y a Patrick— en la pastelería. Él no cocinaba nada, pero vaya que hacía falta su ayuda, sobre todo cuando yo también debía cuidarlo y hacer de enfermera para él. Era un tanto gracioso, primero no quería admitir que necesitaba mi ayuda, pero cuando le sugerí decirle a alguien más para que lo cuidara, él se negó diciendo que tenía que ser yo.
Esto me hizo cuestionarme varias cosas:
La primera, por supuesto, fue "¿por qué él se negó desde un principio a que su familia lo cuidara?". Esa interrogante la respondí pensando que podía ser por dos razones. Uno: no quería que su familia supiera que había utilizado sus poderes, e imaginaba que sabrían que eso había causado su enfermedad, dado que él dijo que le había sucedido antes. Dos: no quería volver a recurrir a su padre. Él y su papá no tenían la mejor relación, y recurrir a él en un momento de debilidad no era una idea que le atrajera.
La segunda interrogante fue «¿acaso no tiene algún amigo que se preocupe por él lo suficiente como para cuidarlo en una situación así?», y era lógico que me preguntara algo así. No es por nada, pero debía de tener a alguien que se preocupara por él. ¿En serio no había nadie a quien él recurriera en una emergencia?
Esta interrogante me llevó a la tercera:
«¿Por qué tenía que ser yo quien lo cuidara en esa situación?», y nuevamente, era lógico que me preguntara algo así. Yo no odiaba a Patrick ni nada, a pesar de que lograba sacarme de mis casillas cuando se lo proponía, pero no éramos los mejores amigos, ni teníamos toda la confianza que se esperaba.
Todo esto me puso a pensar, si Patrick tenía amigos de verdad, de esos de su —o más bien nuestro— mundo. No pude evitar sentirme un poco mal por él, pues al ver que no tenía a nadie a quien recurrir en caso de emergencia, me puse a pensar en lo solitario que debe sentirse. Yo tenía a Kathy y Tyler, y tenía la certeza que si yo estaba en una situación de emergencia, ellos irían corriendo a ayudarme como pudiesen. Por favor, no se espera menos de los chicos que son mis mejores amigos desde el quinto grado.
Era una imagen un tanto triste, y al llegar a su apartamento en la noche no pude disimular mi preocupación. Como ya dije, no éramos los mejores amigos ni nada parecido, pero era inevitable para mí pensar en lo triste que debe ser para cualquier persona en el mundo no tener a alguien a quien recurrir en una emergencia. Traté de disipar esos pensamientos, porque con todo el cansancio que tenía de trabajar en la pastelería, lo negativo sólo me hacía sentir peor.
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La Magia De Estar Junto A Ti
FantasíaAngelie McFly es una repostera apasionada que sueña con probarle al mundo que es capaz de lograr lo que se proponga. Por circunstancias ajenas a ella, acepta ir a una cena con su exnovio y termina envuelta en un mundo de magia del cual no quiere sab...