Angelie McFly es una repostera apasionada que sueña con probarle al mundo que es capaz de lograr lo que se proponga. Por circunstancias ajenas a ella, acepta ir a una cena con su exnovio y termina envuelta en un mundo de magia del cual no quiere sab...
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"I'm just a girl trying to find a place in this world"
—A Place In This World, Taylor Swift
—Antes de entrar, quiero decirte algo. Mi padre es la persona más difícil de tratar, así que no te tomes todo lo que diga tan a pecho. —advirtió Patrick antes de tocar la puerta.
—No puede ser peor que mi abuela. —repliqué. —Vamos.
Él no dijo nada. Suponía que tenía sus razones para decir eso, así como yo tenía las mías para decir lo que dije de mi abuela.
Patrick tocó la puerta de su enorme casa y nos recibió una señora pelirroja, la misma que había visto en el primer recuerdo que había visto de Patrick.
—¡Hijo! ¿Qué haces aquí? —preguntó la señora extrañada.
—Hola, mamá. —saludó él sin ninguna emoción. —Es algo urgente.
Él entró así como si nada y como yo no sabía qué hacer, decidí seguirlo. Entré igualmente como si esa fuera mi casa y quedé impresionada con la vista. Era como tres veces mi apartamento. Era enorme. Suponía que tener a alguien de la Corte de Magia como padre tenía sus ventajas.
Patrick se detuvo en el amplio pasillo que seguía a la puerta, por lo cual yo hice lo mismo. Su mamá lo abrazó una vez adentro y él se mantuvo ahí, como un árbol. Qué insensible, ni siquiera abraza a su madre.
—¿Qué es tan importante? —preguntó la mujer al separarse de su hijo. —¿Y quién es ella?
—Angelie McFly. —me presenté. —Linda casa.
—Gracias. —dijo la señora un poco incómoda.
Seguro pensaba que era una callejera o motociclista o lo equivalente en el mundo de las brujas. No podía culparla, mi ropa no ayudaba mucho, y mi manera de hablar tampoco.
—Necesito hablar con papá. —comunicó Patrick.
—Estaba atendiendo a alguien, pero creo que iba a terminar. —dijo su mamá. —Pueden esperar en la sala mientras preparo algo de comer.
No se diga más.
Ambos me miraron raro y fue después de unos segundos que me di cuenta por qué.
—Dije eso en voz alta, ¿cierto? —Patrick asintió y yo negué con la cabeza. —Mejor la ayudo en la cocina, ¿sí?
La señora no estaba muy cómoda con la idea de tenerme a su lado en la cocina, y la verdad yo tampoco. Habían pasado menos de diez minutos y ya me había avergonzado más de la cuenta. Mi actitud no era la más indicada para tratar con esta gente, pero ni siquiera me importaba mucho, siempre y cuando me ayudaran a resolver la pequeña y problemática situación que tenía con mis poderes.
La señora Amberly estaba haciendo chocolate caliente, pero lo que me llamaba más la atención era la forma en la que lo hacía; cómo controlaba la llama y el calor que utilizaba para derretir el chocolate.
