Como la Brisa de Verano | Jaemin

Capítulo Nueve

Se sintió como un sueño volver al lugar en el que prácticamente compartimos una gran etapa de nuestras vidas.

"Eres una llorona", se burló Renjun al verme echar mocos.

No podía evitarlo, una lluvia de recuerdos habían llegado a mi mente. 

Dejé el drama de lado cuando Rita llegó de la nada con una jarra llena de limonada recién hecha, entonces nos sentamos todos juntos a contemplar la maravillosa vista que siempre tuvimos, pero que ahora luce algo diferente, quizá porque hemos crecido o porque nuestras perspectivas sobre las cosas cambiaron. 

Terminé poniéndome al día con sus historias e incluso terminé enterándome de cosas totalmente nuevas. Finalmente llegamos al tema de los estudios posteriores, hicimos un trato, aunque no estaba del todo convencida que funcionara como lo planeamos, acepté. Era sobre aplicar a la misma universidad, independientemente que las carreras que elegimos sean diferentes entre sí; habíamos ideado todo un horario, supuesto diferentes posibilidades para hallar un espacio que fuera exclusivo para nosotros, eso si es que las circunstancias no cambian algunas variables. De todas maneras, no creo que ni la distancia arruine una verdadera amistad.

Una verdadera amistad... durante todo este tiempo nada fue más importante que la relación que teníamos los cuatro. Por qué ahora tuve que sentir todo esto. Quizá lo mejor sea que me olvide de lo que siento por él, solo así las cosas no cambiarán. Aunque, eso solo podría significar que estoy minimizando mis emociones, lo cual no es del todo cierto. 

¿Qué debería hacer? No es fácil ahora mismo tener que hallar una respuesta cuando mi cabeza lo único que hace es plantear una pregunta tras otra.
¿Debería solo confesar e irme? Claro que no, ni siquiera tengo el coraje para hacer eso. 
¿Puedo solo fingir que todo sigue normal? Eso sería difícil...

"¡Vamos Yuri, reacciona! ¿En qué piensas tanto?",  dijo Renjun exaltado. 

Parece que intentó hablarme un par de veces sin captar mi atención, que, en ese momento, solo divagava en mi propia galaxia mental. 

— Lo siento —respondí avergonzada. 

— Rita y yo nos iremos por este otro lado. Nuestros padres llamaron para una junta familiar.

Una junta inesperada solo pinta una cosa...

— No creo que sea alguna disputa por alguna herencia, mas bien parece que armaron una fiesta por la estruendosa música anticuada que pusieron —añadió Rita como si intuyera lo que estaba a punto de decir. 

Luego de despedirnos y separarnos en caminos contrarios, entre Nana y yo hubo un silencio, que, en lo personal, fue incómodo. Ni siquiera era capaz de verlo a los ojos adecuadamente. Era una vergüenza. 

— ¿Qué sucede? Te he notado distante desde que volviste.

Me gustaría saberlo también. Quería verte cuando estaba lejos, pero cuando volví solo trataba de evitarte... 

— Claro que no, todo esta bien —sonreí.  

— Entonces, por qué siento como si trataras de evitarme últimamente.

— ¿P-Por qué piensas eso? —me detuve en seco.

— Por la forma en la que actúas. Luces totalmente normal cuando estas acompañada de Rita o incluso de Renjun pero, de algún modo, se siente diferente cuando estás conmigo —dijo un poco cabizbajo.

Respiré hondo para tomar fuerzas. 

— Bien... soy consiente que ha pasado mucho tiempo y que las cosas han cambiado mientras no estuve pero es que yo... lo que pasa es que... —apreté fuerte los puños para reunir el coraje suficiente para terminar de una vez todo esto—. Te quiero.

Él sonrió.

— Yo también te quiero mucho, mi Yuri Gagarin —repuso mientras se acercaba lentamente para darme un abrazo.

Claramente no entendió a lo que me refería. Tendría que explicárselo de otra manera, una que no resultaba tan fácil para mí. 

— Lo que sucede es que... desde hace algún tiempo no he podido verte de la misma manera en la que solía hacerlo. No es incomodidad, es solo que hacía un esfuerzo para que no lo notaras, supongo que por eso me malinterpretaste, fue toda una tontería y soy totalmente consiente de eso. La verdad... la verdad es que me gustas, no recuerdo exactamente desde cuándo pero es así. Lo siento. 

Ni siquiera esperé una respuesta suya y empecé a correr de ahí directo a casa.
Puede que haya arruinado toda nuestra amistad en una sola noche pero, también siento como si me hubieran quitado una gran carga de encima. Si tuviera que definir mis emociones en una sola palabra, entonces esa sería: alivio.