Como la Brisa de Verano | Jaemin

Capítulo Cuatro

Era otra semana que prácticamente di por perdida ya que no he sido capaz de encontrar a otro chico para ir al baile; aún no quiero considerar ir con Jisung como un hecho, todavía tengo una mínima esperanza en mí. Esperanza que se va agotando conforme pasan los días...

En cuanto a Rita, ella no se rinde ni un minuto. Para ella es él o nada, ni siquiera cuando traté de convencerla con que intentara con su amigo (Mark), quien también era muy lindo. "Haechan tiene algo especial", es lo único que me dijo y yo no tuve nada que decir en contra.
Así que mientras ella seguía en ese plan, Renjun y yo la dejábamos para ir a buscar a Nana. En el transcurso de tratar de divisarlo mientras que los demás alumnos salían del aula, pude ver que platicaba con un chico, su amigo de clase supongo. En ese momento se me ocurrió la gran idea de intentar con ese chico, que quizá Jaemin podría ayudarme un poco con eso.

- ¿Quién era el chico con el que estabas hablando? -inquirí cuando salió.

- Oh, ¿Te refieres a Jeno?, ¿Qué hay con él?

- Seguro tuvo un flechazo, como Rita -intervino Renjun.

- ¿Es verdad?

Sentí mi rostro arder de la verguenza.

- ¡C-Claro que no!

- Si no es cierto, por qué tienes el rostro de ese color.

Mi idea se vino abajo en solo segundos gracias a los dos. Tampoco estaba dispuesta a contarle qué es lo que trataba de hacer o sobre la situación en la que me encuentro.
Fuimos a la cafetería los tres, hasta que Rita finalmente se disgnó a aparecer con una sonrisa de oreja a oreja. No hacía falta preguntar como para saber que las cosas resultaron como ella deseó.

- Solo quiero decirles que, "quien persevera, alcanza".

- Sí, sí, como digas -respondió Renjun.

Se sentó a mi lado.

- Dime Yuri, ya tienes con quién ir al baile.

- Sí, iré con Jisung.

- ¿Con tu hermano? -cuestionaron al unísono.

- Por qué no. Ya no quiero darle más vueltas al asunto. Es eso o no ir.

- ¿Y tú, Nana? -ella se dirigió hacia él para disminuir la tensión.

- Aún no lo sé. Solo estoy pensando un poco.

La campana sonó. Nos separamos en los pasillos para volver a nuestras clases respectivas y mis ánimos se fueron por los suelos. Renjun tenía a Mei, Rita al chico que tanto quiso y Jaemin..., estoy segura que él también tiene a una chica. Después de todo es un chico bastante guapo.

Cuando la hora de salida llegó, Rita salió casi corriendo. Igual no era grande la diferencia, pues casi nunca nos ibamos juntos a casa pero sí nos encontrábamos después haber hecho las tareas, una hora antes de cenar, como si fuera parte de una tradición. Sin embargo, de camino a la parada de autobuses, Jaemin logró alcanzarme. Quizá avanzé muy rápido o él salió unos minutos tarde porque al llegar estaba todo agitado.

"Vamos juntos a casa", mencionó de la nada.

Viajamos juntos en silencio, mientras escuchábamos música desde mi celular ya que ambos tenemos gustos musicales similares.
Hay ocasiones que se siente como si él fuera mi otro yo. Solo en ocasiones, porque aún difiero de muchas cosas con él, como tomar el café sin azúcar. Realmente no lo entiendo.

"Nos vemos después", dije antes de avanzar.

Su casa quedaba en la otra calle por lo que tenía que caminar un poco más.

"Espera", dijo de forma casi inaudible.

- ¡Yuri Gagarin!, ¿podrías esperar tan solo un minuto?

Me detuve en seco. Él se acercó.

- Te dije que no me llamaras así -bufé.

- Lo siento, era la única manera de hacer que te detuvieras -expresó con una sonrisa.

- Sí, claro.

Se quedó en silencio por unos minutos. Supuse que lo que tenía que decir no era una tarea tan sencilla de llevar a cabo.

- ¿De verdad no tienes con quién ir al baile de bienvenida?

- B-Bueno, técnicamente hablando, aún no. Pero hoy trataré de convencer a Jisung, seguro que ya debe estar en casa jugando videojuegos con su amigo Chenle -lancé una sonrisa que, para rematar, me salió como si fuera fingida.

- No hace falta -mencionó de pronto.

Pero qué dice. ¿Será que me presentará a su amigo o algo por el estilo? O quizá solo estoy imaginando cosas.

- Haz la pregunta -continuó.

- ¿Qué?, ¿Cuál pregunta?

-Vamos que me hago anciano esperando.

- ¿C-Con quién irás al baile?

- No esa Yuri.

No será que...

- ¿Quieres ir al baile conmigo? - pregunté casi dudando de que esa no fuera la pregunta a la que él se refería.

- Eso es. Claro que iré contigo.
Ya puedes ir a casa tranquila, ahora tienes pareja para el baile y no tienes que preocuparte por hacerle las tareas a tu hermano -respondió con una sonrisa luego de prácticamente haber leído mi mente.

Por supuesto yo ni siquiera me moví. Aún estaba estupefacta por lo que acababa de suceder, así que fue él quien continuó su camino y no fue hasta que desapareció de mi vista que yo giré para volver a casa por fin.