Alma:
Cuando me di cuenta, me habían disparado en la pierna.
¿Quiénes eran estos tipos? ¿Qué querían?
Caminé un poco más con la pierna sangrando. Estaba por llegar a un bar, después del disparo se habían ido los hombres.
Me senté y miré la herida, la bala quedó adentro de mi pierna, me tenían que operar.
Corté un pedazo de campera e hice un torniquete en la parte baja de la pierna, estaba comenzando a marearme ya qué había perdido mucha sangre.
Estaba al frente del bar, justo vi que salieron dos chicas y un chico.
- ¡Hey! Necesito ayuda, ¡Por favor! - Grité con las pocas fuerzas qué tenía.
Al parecer escucharon y cruzaron la calle.
- Ay, ¿Estás bien? ¿Qué te pasó? - Pregunto una chica rubia.
- Me dispararon, me querían robar - Claramente les mentí.
- Ay Sofi, es Alma, la hermana de Julián Álvarez - Dijo la morocha.
- Candela eso no importa ahora, Franco, llama a una ambulancia.
El chico llamó enseguida, comencé a respirar mal.
- Alma, tranquila, respira ¿Sí? No cierres los ojos, quédate conmigo - Que amor era Sofía.
- Me duele, no... no puedo...
Y todo se volvió negro.
Julián:
La concha de mi madre. No estaba por ningún lado.
Me ubiqué y recordé que acá cerca había un bar.
- Anda para allá - Le señalé el camino a Emiliano - Hay un bar, pudo haber pasado por ahí.
Frenamos en el bar, y en la vereda del frente había un grupo de gente. Estaban rodeando algo.
Cuando me acerqué, la vi a ella.
Alma estaba tirada en el piso, desvanecida, llena de sangre en sus manos y piernas.
- ¿Alma? ¿Mi vida? - No pude contener las lágrimas, me acerqué y puse la mano en su corazón, tenía pulso bajo - ¿Alguien sabe qué le pasó?
- Soy Sofía, estábamos en el bar, salimos y ella nos llamó, necesitaba ayuda. Dijo que le dispararon, le querían robar. Después de eso se desmayó. Ya llamamos a la ambulancia, pero no viene.
- ¿Hace cuánto llamaron? - Preguntó Emiliano, estaba con los ojos llorosos.
- Unos quince, veinte minutos.
No podía dejarla así.
La agarré en mis brazos - Emiliano, vamos al auto, la llevamos nosotros. Sofía, gracias por la ayuda, y por quienes se preocuparon, estoy eternamente agradecido y en deuda con ustedes.
- No es nada, toma - me dio un papel - Es mi número, después quiero saber como sigue, por favor.
Le sonreí y nos fuimos, la gente y los paparazzis comenzaban a llegar.
Dios, te pido que esté bien.
Me senté detrás, con Alma aún inconsciente recostada en mis piernas, estaba abriendo los ojos.
- ¿Alma? ¿Me escuchas? - Emiliano me miró por el espejo retrovisor, se lo veía angustiado.
- Perdón - Dijo en un susurro - Todo es culpa mía.
- Emiliano no es tiempo de lamentos, después hablamos sobre eso.
Alma intentaba abrir los ojos, pero aún se le notaba débil - Tranquila preciosa, estoy acá, tu arañita está acá - Sonrió tan débil.
Me recordó al día en el qué llegó a casa, toda chiquita y débil, sus padres habían sufrido un accidente de auto, y la habían traído a casa.
Al principio no me gustaba la idea de una hermana menor, pero después me cambió la vida.
Mis ojos llenos de lágrimas, le acarició su cara.
Que no le pase nada por qué nunca me lo podría perdonar.
- ¿Juli..? - Dijo en un susurro
- Te amo, resisti.
Llegamos al hospital, la bajé del auto con ayuda de Emiliano y las enfermeras.
- ¿Qué le pasó? - Dijo una enfermera mientras ingresabamos a una sala.
- Le intentaron robar y le dispararon.
- ¿Hace cuánto fue?
Mire a Emiliano - Cuarenta minutos, una hora, estábamos lejos.
- Que ingrese solamente uno, hay que operar. Tiene la bala en la pierna, necesita un donador de sangre.
- Yo soy 0 negativo - Habló Emiliano.
- ¿Ella qué tipo es?
- Es AB negativo.
- ¿Familiar?
- Yo soy el hermano, pero puede pasar él.
Sus ojos se iluminaron.
- Perfecto, venga conmigo. Usted la puede ir registrando en mesa de entrada.
Asiento y voy a registrarla.
Espero todo salga bien.
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Para siempre - Emiliano Martínez
Ficção AdolescenteEmiliano "Dibu" Martínez, el ser más asqueroso de la tierra. Quisiera que nunca se haya cruzado en mi vida, prácticamente cago todo. Maldito ese día en el qué lo conocí. o maldito sea el día en el que lo empecé a querer.