𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟔

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Me despertó la luz de la habitación. Abri mis ojos y estaba la enfermera colocando un suero nuevo.

- Buenos días Alma, ¿cómo te sentis? ¿dormiste bien?

- Buen día, me siento bien. Me dolió un poco la pierna pero bueno, supongo que es normal - Di una risa leve.

- Si, por supuesto. Luego te ayudamos a bañarte y te vamos a curar. Te quedarás unos días más. Dos o tres.

- Gracias, por todo.

- No es nada Bonita, me voy que tienes una visita.

La enfermera se fue, y me puse a pensar, ¿quién podría ser? Y justo en ese momento entró Juan.

Lo que me faltaba.

- Piba, ¿no pensas volver al laburo?

- ¿Eh? Buen día primero ¿no?

- ¿Cuando pensas volver?

Estaba en shock, ¿no me veía con una pierna menos?

- No se, en dos días vuelvo a casa y después comienzo rehabilitación. No se cuanto puede llegar a tardar.

- Bueno, estás despedida.

Y SE FUE, EL GORDO PAPA FRITA SE FUE.

No podía creerlo, se va a cagar de hambre.
Por suerte tengo algunos ahorros, como odio depender de la gente.

Cuando quise acordar, una lágrima recorría mi cara, ese estupido.

- Bueeen..... - Emiliano se paró en seco al verme llorar, tenía un ramo de flores - ¿Estás bien?

- Mi jefe me despidió ¿qué se supone que haga ahora?

El llanto no paraba.

- Descansar, estar tranquila - Dejo las flores en la mesa y se sentó a un costado mío - Yo te voy a ayudar en todo lo que necesites.

- Perdón por todo lo anterior Emi, no se por qué reaccioné así. Si hubiera sido más inteligente no estaría acá.

Me agarró la mano y me miró a los ojos - Fue culpa mía, tendría que haberte acompañado o algo. Perdón por lo del beso también.

¿Acaso me quería matar de amor?

Sin pensarlo mucho, me acerqué a su cara, lo miré muy de cerca, y lo besé. Un beso tierno, lleno de cariño.

- Te perdono por todo - Y volvimos a besarnos, todo con cariño y dulzura.

Nos separamos, los dos con cara de embobados.

- ¿Como te sentís?

- Mucho mejor ahora - Nos reímos - en dos días vuelvo a casa.

- Si me dijo Juli, me alegro, preciosa - No pude evitar sonrojarme - ¿Te pongo nervioso?

- Ay cállate - Emiliano se río, definitivamente la risa más linda del mundo.

- Bueno, me voy por qué los demás quieren pasar, prepárate por qué afuera está toda la selección, y todos tienen flores.

- Dios mío, voy a poner una florería.

Nos reímos, me dio un beso en la frente y se fue.

Fue una mañana bastante movida, pasó a saludar Messi, Otamendi, Di María, Mac Allister, Enzito, El papu, Kuni y paredes. El resto mandó saludos.

Y por último llegaron mis padres.

- Hijita mía, ¿cómo estás? - Mamá me envolvió en un abrazo, uno que necesitaba.

- Bien ma, hola pa

- Hola princesa, ¿necesitas algo?

- Ir a casa, ya no aguanto más estar acá

- Bueno hija pero es para que te mejores, ya nos vamos a ir.

- Si pa ¿Cómo les fue en el viaje?

- Muy bien, es más te trajimos algo.

- ¿Qué es? - Mi nena de cinco años estaba feliz.

- Es una sorpresa de navidad.

- Ufa.

Nos quedamos charlando un rato más, me dieron dos chocolates, lo cual yo estaba feliz.

Se fueron y otra vez quedé sola.

Pero cuando vi el sillón donde estaba sentada mamá, me di cuenta de que se había olvidado la cartera.

Justo entro una enfermera.

- Señorita, disculpe, ¿No le llevarías ese bolso a mi mamá? Se le olvidó

- Si, claro - Cuando lo agarró se le cayó, dejando ver todos sus papeles - Ay perdón, ya junto.

Mire el suelo, y justo leí un papel.

Formulario de adopción de....

¿Qué era eso?

Cuando le iba a decir a la enfermera que me lo de, entró mi mamá.

- Ay, olvidé mi bolso.

- Si, se lo iba a llevar pero se me cayó, ya está todo igual.

- No te preocupes, gracias.

Me tiro un beso y se fue, ahora tengo una duda.

¿Quién es adoptado?

Para siempre - Emiliano Martínez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora