Acasia
No sé que haya pasado entre ellos pero me gustaría saberlo.
—Bienvenidos mi nombre es Agustín Machado y seré su mesero, ¿saben que ordenar?
—Acasia ¿quieres la especialidad de la noche? — asiento — bien, serán dos especiales y dos copas de champán.
—Muy bien en unos minutos estará lista su comida, ¿desean algo más?
Emiliano me mira y yo niego.
—No, será todo.
Agustín da una sonrisa de boca cerrada y se va.
—Te contaré desde el principio — se pasa la mano por su pelo, le cuesta hablar de esto.
—Podemos dejarlo para otro día, no es necesario que me cuentes — Lo miro.
—No, quiero contarte — asiento — Natalie y yo nos conocimos hace tres años, su padre es socio de mi padre, en una fiesta de fin de año la conocí era muy linda, cariñosa y paciente me entendía perfectamente me enamoré de ella al instante, empezamos a salir y nos hicimos novios todo iba excelente. Después de unos meses todo cambió empezó a comportarse de manera extraña, me ocultaba cosas, se me desaparecía dinero de la cartera pero estaba enamorado y no le di mucha atención. Un día volví más temprano del trabajo y pase por su casa de sorpresa, recuerdo que compre un ramo de flores de color amarillo es su color preferido, toque y nadie salió gire la manilla y estaba abierta pase a buscarla la llame y no me respondió encontré ropa de ella tirada en el suelo entre en pánico y fui a la habitación estaba ella con otro hombre no podía creerlo de verdad le había dado todo — suspira — ella me vino y no trató de excusarse dijo que él le daría el tiempo, la atención y el dinero que yo no le daba, mi empresa estaba apenas creciendo así que no podía darle lujos, me pidió que me fuera sin antes decirme que sería un don nadie y que no lograría nada en la vida, no lo soporte más así que me fui. Después de eso no la vi hasta hace unas semanas que fue a mi oficina diciendo que me extraña y yo claramente la ignore haciendo que se fuera, no sé que hace aquí y no me importa mucho saberlo.
Lo miro y no digo nada, no podía creerlo, Natalie jugó con los sentimientos de Emiliano, eso de cualquier manera está mal jugar con la confianza y sentimientos de alguien simplemente te convierte en un asco de persona.
—Aquí están sus especiales que es pollo a la boster bañado de una salsa de anchoas y sus dos compas de champán que lo disfruten — se retira.
—No has dicho nada de lo que te conté.
—Es algo loco de creer, ¿de verdad hay gente que hace eso? Jugar con los sentimientos de las personas no es correcto, por mucho que te hayan lastimado.
—Si, creo que tienes razón — toma mi mano — te cuento es para que sepas que no tengo algún tipo de compromiso, de verdad me pareces muy linda e interesante quisiera conocerte más y no quiero que pienses que estoy en una relación.
—Gracias por contarme, me gustaría conocer más de ti y quiero saber que terreno piso para no llevarme una sorpresa.
—En uno muy firme, créeme no estoy con ella ni con nadie.
—Te creo.
—Bien, prueba el pollo — me mira con atención, le doy un bocado.
—Está muy rico — él sonríe, disfruto verlo sonreír.
Estamos afuera del curro Emiliano me trajo le dije que podía tomar un taxi pero insistió en llevarme él.
—Gracias por traerme — me quito el cinturón de seguridad.
—Fue un placer — me bajo del coche — Acasia espera, ¿me das tu teléfono? — extiende su teléfono y yo colocó mi número.
—Adiós.
—Adiós — entró en el curro y el coche se va.
Ya no hay nadie pero le pedí a Scarlet que dejará abierto para que yo pudiera hacer inventario, cierro la puerta y entró a la oficina.
Paso una hora desde que estoy sentada con el inventario me paro y voy por un vaso de agua, llegó a la cocina y me doy cuenta de que alguien entra, me agachó, empiezo a escuchar pasos que se aproximan a la cocina, cojo un sartén y entró en el gabinete sin ningún espacio para ver. Entran dos personas.
—¿Cuánto quieres? — dice una voz de mujer pero se escucha lejana no logró distinguirla.
—Cien mil dólares — le responde lo que yo supongo un hombre.
—Bien, los tendrás mañana temprano.
—Eso espero, no querrás fallarme se mucho de ti — escuchó pasos.
—Lo sé, lo sé, calma.
—Me iré, es un placer hacer negocios contigo — seguido de eso se escucha un golpe y alguien cae al piso.
—Un placer hacer negocios contigo querido amigo — se escucha otro golpe, me quedo quieta en mi lugar sin moverme mucho.
De repente suena como si arrastraban alguien hasta afuera de la cocina, en eso vibra mi teléfono maldición era Emiliano, lo cuelgo y ojalá no lo haya escuchado, suenan todos los gabinetes abriéndose
—Sal ya no seas tímido o tímida — dice la mujer.
Se para justo en frente del gabinete donde estoy y lo abre de par en par sólo que no me ve, soy bastante pequeña y entre los gabinetes están conectados así que me moví a uno que ya había revisado.
—Mierda debo de estar imaginando cosas.
Sale de la cocina por unos segundo y regresa por el sonido debe de estar limpiando, pasan unos veinte minutos y ella sale de la cocina pasan otros veinte minutos y sale del curro. Cuando escuchó el sonido de un motor alejándose decido salir, el piso estaba impecable como si nada hubiera pasado pero no era así, alguien mato a un hombre aquí.
¿Quiénes eran?
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Notas de la autora:
Comenzaron los asesinatos en Ashland pero por qué en el curro? Y quienes eran ello? :0
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Recuerda que te amo
Mystery / ThrillerAcasia Steele una chica común con gustos normales, después de salir del bachillerato su más anhelado sueño era entrar a la universidad. Cuando recibió una carta de rechazo se vino a bajo, después de conocer a Emiliano se enamoró y empezó a retomar s...