Capítulo 9: Misterio.

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Emiliano

Entro a la cocina, las luces están apagadas enciendo la linterna de mi teléfono y la veo, Acasia, estaba sentada mirando a la pared su expresión es como si estuviera pérdida asimilando lo que paso, presenciar un homicidio no es algo que sucede todos los días, pero saber que fue ella quien estuvo aquí y a nada de ser descubierta eso sí me asusta, si algo le llegará a pasar no sé de que sería capaz.

Tal vez Acasia no lo sepa pero solo ella produce algo en mi, este corazón que ya no latía ahora lo hace fuertemente, ella es la única que me hace sentir.

—Acasia — coloco el bolso que traía en mi hombro en el suelo y tomo su cara, su expresión es una mezcla de terror con curiosidad — ¿Estas bien? — pongo el teléfono al costado.

Me mira como si apenas se hubiera dado cuenta de que estoy ahí.

—Si — dice a la final — estoy bien — me mira y me da una sonrisa triste.

—Estoy aquí Acasia — se me queda mirando fijamente — no me iré Acasia,  aquí estoy, te encontré — mira el bolso que está en el suelo.

—¿Y ese bolso?

Levanto el bolso y lo coloco sobre la mesa.

—Solo son carpetas de trabajo.

—¿Por qué las trajiste?

—Salía del trabajo cuando me llamaste — así que vine a toda prisa, no sé porque lo baje —se me queda mirando y luego me sonríe de boca cerrada.

—¿A las 2:00am? — asiento.

Enciendo la luz de la cocina, Acasia no se había atrevido hacerlo, yo quería verla sin tener que estar con la linterna.

Tenía la ropa arrugada como si se hubiera escondido en un lugar pequeño, a su costado hay un sartén debe haberlo tenido en modo de defensa si se hubiera peleado con la criminal tendría marcas de defensa y no quiero imaginarme otra cosa, me gustaría preguntarle pero hoy no, a pasado por mucho y debe descansar, giro a su costado había unas mínimas salpicaduras de sangre por todo el gabinete, era lo único que tenía sangre lo demás estaba muy limpio.

Tal vez la mujer no la vio.

Miro Acasia y ella esta viendo lo mismo que yo, me siento con ella en el piso y le tomo la mano con un pequeño apretón, se tranquiliza.

—Emiliano, ¿Deberíamos ir a la policía?

—No lo sé, la mujer que hizo esto cree que nadie la vio, si descubre que fuiste tú no dudará en acabar con tu vida, no quiero que nada malo te pase — es cierto no quiero que nada le pase.

—Pero ¿Qué haremos? — se levanta — quedarnos callados no es una opción.

—Lo sé — me levanto y me pasó una mano por el pelo — te colocare guardaespaldas y no se permite rechazar lo que te estoy pidiendo — Acasia asiente — antes de ir con la policía me gustaría que conexión tiene la mujer con el curro, si entro y estuvo en este lugar fue por algo no creo que haya sido por pura casualidad, ¿Tienen otra familia? O ¿Solo son ustedes dos?

—Esta bien, mi mamá y yo no tenemos otra familia, ella dice que sus padres murieron cuando eran jóvenes apenas se acuerda de ellos, y mi papá fue adoptado, jamás supo algo de sus padres biológicos.

—No sé que puede estar pasando pero sea lo que sea la asesina tiene conexión con el curro.

Ella se me queda mirando y de repente se abre los ojos como platos.

—Las cámaras de seguridad también graban en la noche.

Me toma de la mano y me guía hasta la oficina, cierro la puerta y ella se sienta frente a la computadora, empieza a buscar los vídeos de las cámaras de seguridad y yo prosigo a colocarme detrás de ella.

—No los encuentro — dice sin despegar la mirada del computador.

—Busca en otros archivos — sigue buscando y al cabo de unos minutos me mira.

—No, no están, buscaré la actividad de la cámara de la cocina.

Empieza a mover el mouse y da con la trasmisión en vivo de la cocina, algo me dice que está apagada y efectivamente está apagada.

—¿Qué? ¿Cómo puede estar apagada? Yo no e apagado la cámara de seguridad.

Algo extraño está pasando aquí.

—¿Solo esa o todas están apagadas?

—Déjame revisar — busca las demás cámaras y están funcionando perfectamente, me mira extrañada y ambos pensamos lo mismo. Alguien alteró la cámara de la cocina para que no pudiéramos ver lo que sucedió.

—No podemos ir a la policía — me dice Acasia y se gira para quedar frente a mi — ¿Qué le vamos a decir? Que vi un homicidio pero no tengo algo que corrobore lo que sucedió.

—¿La sangre en el gabinete? Es algo, peor es nada.

—Arthur una vez se cortó y había más sangre, el gabinete no prueba nada apenas son salpicaduras.

—Entonces no hay nada.

Acasia me mira y está frustrada, no es para menos, la policía no nos creerá, con tan poca evidencia dudo mucho que se pongan hacer algo.

No me gusta verla así, quiero que siempre sonría, eso fue lo que me atrapó de ella en primer lugar.

Me coloco a la altura de ella y tomo su cara entre mis manos.

—No dejaré que nada malo te pase, haremos una investigación para saber que fue lo que paso exactamente y ver porque esa mujer estaba aquí. No te dejare Acasia.

Eso es una promesa.

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Notas de la autora:
Manipularon las cámaras de seguridad, Emiliano es muy lindo cuando se preocupa por Acasia :)

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