Recuerda que te amo

Capítulo 16: Primer beso.

Acasia

—No me gusta esto — pasa su mano por su frente —debería estar organizando una boda no trabajar en cubrir un homicidio.

El Señor Foster sirve los trago y se lo da.

—No podemos ir en su contra — por lo menos ahorita no.

Ella lo mira sorprendida.

—¿Ahorita no? ¿A qué te refieres?

Él sólo sonríe.

—Tengo algo que acabaría con ella, si no hubiese sido por mi hija que mató a mi única pista tendría todo a mi poder. Pero eso lo arreglo con ella después, no puedo permitir que vuelva y está contra mi, quiere destruirme.

—Espero que no, si caes tu lo hacemos todos. Además no sé porque la ayudas en cubrirlo.

—Porque quiero y puedo, no más preguntas al respecto se lo que hago.

Natalie coloca los ojos en blanco.

—Natalie Eleonor, distinguida entre la clase alta, heredera de una gran fortuna además de hermosa, detrás de un hombre que la odia y mezclada con el homicidio y poder ¿qué más nos esconde esta bella mujer?

Lo fulmina con la mirada.

—Cállate.

Se ríe el Señor Foster.

Como puedo envió un mensaje a Wiliana por ayuda y no tarda en llegar la respuesta.

Wiliana:

Vamos.

Quien provocó el homicidio no fue el Señor Foster, fue su hija buscando venganza contra su padre por tenerla oculta, por verla dejado en Nueva York sola.

—Catalina llega mañana, hablaré con ella para saber que tanto sabe de nuestra pequeños arreglos. Es mejor tenerla de nuestro lado que en contra.

—Prácticamente trabajamos para ella idiota.

—Es temporal, no te pongas mal — se le acerca y la besa.

Oh por Dios tienen una relación.

Ella se separa.

—A lo que finalice la fiesta vamos a nuestro lugar — juega con su corbata.

—Me parece increíble.

Se vuelven a besar de manera muy pasional. Pero son interrumpidos por unos golpes en la puerta.

Ambos se arreglan y el Señor Foster grita que pase.

—Señor disculpe, su esposa lo está buscando.

—Voy de inmediato.

El guardaespaldas sale y ambos se miran.

—¿Vamos? — le ofrece su mano y está la toma.

Salen de la habitación.

Espero unos minutos para salir, tomó las escaleras en vez del ascensor y me dirijo lo más rápido que puedo a la mesa.

—¿Cómo te fue? — me dice Emiliano.

—Bien, casi me descubren pero gracias a Dios que no fue así, encontré cosas.

—Yo también, ¿qué tal si nos vamos? Para ver que tenemos hasta ahorita.

Asiento.

Salgo con él en camino en mi casa

Wiliana:

De nada ;)

Ella envió al de seguridad, menos mal.

Camino a mi casa no hablamos en lo absoluto, no tenía ánimos descubrir cosas malas de tu mamá no es algo bueno, siento que no la conozco que la persona con quien vivo es totalmente una extraña.

Llegamos, Emiliano aparca el coche y procedemos a entrar a la casa.

—Acasia — giró en su dirección — ¿Estás bien?

—Sólo sorprendida, no me esperaba esto.

—Se que es mucho pero no estás sola, tienes a Wiliana, Scarlett, Arthur, Michael y a mi. No te dejaré Acasia — une nuestras frentes y me rodea el rostro con sus manos — quiero tener algo real contigo, no ha pasado mucho, no hemos tenido una cita con tal pero me siento más seguro contigo que con mis guardaespaldas, quiero empezar de nuevo pero sólo a tu lado, además de que nadie pelea y maneja un arma mejor que tu.

Me río y nos separamos, estamos muy cerca.

—Sólo si tu quieres — pasa su pulgares por la comisura de mis labios pero sus ojos siguen fijos los míos.

—Si quiero — este sonríe, haciendo que también lo haga.

Dejamos de reír casi al instante, la tensión crece cada vez más entre los dos y no podemos mas, estampa sus labios contra los míos en un beso tierno que escala a uno apasionante y lleno de deseo, sus manos bajan por mi espalda hasta mi cintura haciendo que me erice el vello y tenga ganas de mas. Mis manos rodean su cuello y pasan a su cabeza enredándose en su pelo, une aun más nuestros cuerpos haciendo que suelte un pequeño jadeo. Sin embargo él se separa.

—¿Qué pasa? — lo miro intrigada.

—No es el momento Acasia, quiero de verdad quiero que seas mía para siempre pero no así, estas pasando por mucho y estas descubriendo cosas de tu mamá, no es el momento. Quiero estar contigo cuando tengas la mente clara y no estemos en tantos problemas.

¿Qué hice para merecerlo?

—Está bien — Lo abrazo, estoy sintiendo algo muy fuerte por él ¿será real todo esto?

—Iré a buscar agua.

—Está bien, te espero en mi cuarto para que me digas que descubriste.

Asiente.

Me da un casto beso y se va a la cocina.

¿Qué habrá descubierto Emiliano?
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Notas de la autora:
Por fin se besaron :)