❝ 𝗬𝗼𝘂𝗿 𝗸𝗶𝘀𝘀𝗲𝘀 𝗮𝗿𝗲 𝘀𝘂𝗴𝗮𝗿𝘆 𝘀𝘄𝗲𝗲𝘁, 𝘆𝗼𝘂𝗿 𝗳𝗶𝗻𝗴𝗲𝗿𝘀 𝗳𝗲𝗲𝗹 𝗹𝗶𝗸𝗲 𝗰𝗼𝘁𝘁𝗼𝗻 𝘄𝗵𝗲𝗻 𝘆𝗼𝘂 𝗽𝘂𝘁 𝘆𝗼𝘂𝗿 𝗮𝗿𝗺𝘀 𝗮𝗿𝗼𝘂𝗻𝗱 𝗺𝗲 ❞
Faltaban solo dos minutos para que el reloj marcara las seis de la tarde y teníamos a medio salón con los ojos abiertos de par en par golpeando sus dedos contra los bancos generando más ansiedad de la que ya hay después de una semana ya era viernes.
La profesora de historia ni se molestó en continuar la clase, sus alumnos solo tenían ojos para el reloj de pared que al dar las seis dió una gran estampida de alumnos.
──Bian reúne a las chicas y empiecen con los postes de frutilla.── La sirena se sintió confiada de dirigir al grupo hasta que su compañera se separó de ella.
──¿Y tu a dónde vas?── Dijo alterada.
──¡Ya las alcanzo luego!── Corrió hasta llegar al invernadero donde recogio su encargo de manzanas.
No quiso atrasarse pero notó sobre el escritorio de la profesora algunos brotes de sus manzanos. "Raro" pensó. Y estaba segura de que eran suyos pues conocía sus cultivos, quizás en ojos ajenos no lucen muy diferentes sin embargo dentro de ella sabe que son suyos. Cuando menos lo notó su profesora apareció por detrás.
──¿Extraviaste algo?──
──Vine por unas cosas, no era mí intención entrar sin permiso.──
──Descuida.── El palmeo en su espalda la tranquilizo, claro no lo suficiente para olvidar el tema.
──¿Puedo preguntar para que son?
──Desde el día en que llegaron siento algo diferente, una especie de conexión por así decirlo y no quiero sonar chiflada pero estando cerca me siento...── ¿Cómo podía explicarle sin sentirse loca?
──Una sola.── Terminó la frase sabiendo bien a qué se refería.
──No dude en que entenderías.──
──¿Por que están aquí?──
──¿Que tan diferente te sientes de ellos?── Su pregunta fue rara.
──¿Diferente?──
──Será mejor que lo veas por ti misma. Dime algo, ¿cuál de estos dos es tuyo?──
Sensillo. ──Izquierdo.── Y lo siguiente que paso las dejo con más dudas que certezas.
Roció el primer botánico con un líquido verde y tras un tiempo de espera bastante largo lo que sea que Marilyn esperaba no sucedió. Para el segundo prácticamente ahogo la planta en agua para después rociarle algo que produjo la misma reacción que antes. Nula. Ya para el tercer y último árbol la mayor desistió decepciondada chocando su cabeza contra la mesa.
Palmadita en la espalda para intentar reconfortarla. ──Lamento hacerte perder tiempo.──
──No importa podremos descifrar este misterio otro día.── Despidió a su profesora y cruzando la puerta sintió un ardor insoportable en la mano que la obligó a soltar las cajas. ──Mierda.──
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ᴘᴏɪsᴏɴᴇᴅ • xᴀᴠɪᴇʀ ᴛʜᴏʀᴘᴇ
Fanfic──𝐒oy venenosa Xavier. ── Advirtió. Totalmente indiferente ante ese comentario volvió hablar. ──𝐌e preguntó si también habrá veneno en esos bonitos labios rojos.