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Era finalmente viernes. Desde temprano la casa se consumó en un silencio casi infernal, la ansiedad los carcomía.

Minho estaba nervioso porque esta era la oportunidad de su vida, su trabajo ideal. Tendría el puesto como "técnico contador en ventas", sonaba tan bien para él.

Mientras que Jisung estaba nerviosa porque de esa llamada dependía cuando debía decirle a Minho sobre su transexualidad.

Finalmente decidió que si Minho quedaba con el puesto lo invitaría a cenar el sábado y le diría todo. Y que si ese no era el caso esperaría un poco más, sabía que no pasaría tanto para que Minho consiguiese trabajo.

Al mediodía el teléfono sonó, el mayor que estaba sentado junto a Jisung en el sofá viendo televisión se levantó corriendo a contestar dejando a su pareja ansiosa.

—¿Hola?...sí, con él —Jisung decidió no acercarse, solo podía escuchar en silencio desde el pasillo— uhum...bien, muchas gracias, sí, gracias. Hasta luego.

La llamada había acabado y la menor no tenía idea de lo que ocurría. Minho se asomó desde el final del pasillo, estaba serio, ¿no había quedado?

—¿Y? —el mayor solo le sonrió, y muy probablemente una lágrima había caído—

—...quedé...

La emoción fue tan enorme que Jisung brincó hacia su novio gritando, cayendo al suelo después, sus piernas estaban débiles. Minho se acercó a levantarlo a carcajadas para luego cargarlo como un bebé. Daban vueltas por la sala mientras se repartían besos y gritaban felices por la noticia.

—¡Te dije! ¡te dije que ibas a quedar! Eres asombroso, te felicito, y mucho —habló Jisung mientras volvía a ser bajada—

—Estoy tan...ahh...es el trabajo perfecto.

Ahora es cuando Jisung recuerda que deberá contarle este domingo, claro, quedó en el puesto. Una incómoda mueca se formó en su rostro.

—...te invito a cenar el domingo para celebrar, ¿sí?

—¡Sí! ¿donde vamos?

—¿Donde quieres ir tú?

—Quiero comer pasta —dió pequeños saltos en señal de emoción, lo feliz que estaba Minho hacía que se comportara como un infante— pasta y carne.

—Bien, pasta y carne para mi bebé —ambos juntaron sus labios en un casto beso—

Este próximo lunes Minho comenzaría el trabajo, y ahora darse cuenta de eso fue una pésima idea para Jisung. Si Minho reaccionaba mal frente a su salida del clóset podría arruinar sus primeros días de trabajo con toda la presión que sería. Ya no quería hacer esto, podía no hacerlo, pero también poco a poco le resultaba un problema para ella, no se sentía tan segura en su propia relación escuchando como su pareja la llamaba por algo que no es, sentía que vivía dos vidas muy distintas cuando estaba o no con Minho...pero no quería que su novio fracasara con esta oportunidad...

—Muy bien, gracias...es temprano pero, ¿pido pizza?

—¿Hm? Ah, está bien, ya sabes con que me gusta —respondió con una leve sonrisa saliendo del pequeño trance al que se metió—

—Piña, aceitunas, pimentón, parmesano, sin carnes.

—Me conoces tan bien —la menor dió pequeños golpes muy suaves a la mejilla de su pareja mientras sonreía— voy a ir arriba un poco...no...no me siento muy bien, voy a descansar. Si no alcanzo pizza, guárdame.

Los pensamientos invasivos duraron muy poco, pero lo suficiente para lastimarla, se sentía tan mal, sentía que por su culpa Minho tendría que sufrir por algo que no merece.

Entró a su habitación y se recostó en la gran cama que compartían. El espacio de Minho siempre olía a su perfume, así que cuando nadie la veía le gustaba mucho recostarse ahí.

Pasó muy poco tiempo para que se durmiera entre sus pensamientos. Pero horas después una dulce voz la había empezado a despertar.

—Amor, es tarde, ya no llegaste al trabajo...le avisé a tu jefe, dijo que estaba bien, pero ahora despierta, tienes que comer corazón.

¿Ya era del otro día? Diablos.

—Acuéstate conmigo —murmuró Jisung somnolienta—

—...bien, déjame espacio.

La menor se sentó dejando que Minho se acomodara entre las almohadas, este mismo después le dejó espacio para recostarse entre sus piernas. Su cabeza se apoyaba en el estómago del mayor, quien le otorgaba caricias en el cabello y le decía cosas lindas.

—Me gustas mucho. Podría estár toda la vida aquí contigo...diciéndote cuanto te amo —comentó el mayor relajándose un poco más—

—Tú...me amas mucho ¿no es así?

—Eres lo que más amo en este mundo.

—¿Aunque fuese un trozo de madera, o un animal horrendo...?

—¿Por qué dices eso?¿No es obvio? Lo haría aunque fueses un granito de arena, te protegería de todos...cómo un pequeño tesoro...no importa lo que seas, te amo porque eres tú, y solo tú.

¿Y si supiera que en realidad nunca fue "él", si se enterara que nunca fue su real "yo" frente a Minho? ¿La amaría igual? Eso era lo que Jisung más dudaba; que no la amara, aunque él se lo juraba ¿y si ya no le gustaba?

—¿Por qué lloras? —Minho se sentó acercando a Jisung a su cuerpo, miraba con preocupación a la menor— ¿qué ocurre?

—Es que yo...y-yo —no podía controlar bien las lágrimas, o su respiración— es que te amo...

>>Minho yo te amo mucho...y tengo miedo de que todo se vaya.

—Amor...sabes que yo también te amo, nunca me voy a cansar de decirlo. Pero no llores por favor, o yo también voy a hacerlo —el mayor comenzó a limpiar el rostro de su pareja de las lágrimas— no me gusta verte así, no me gusta verte triste, pero si lo estás siempre voy a estár contigo para consolarte.

Minho decía que estaría siempre, pero tal vez lo que pensaba que pasaría en el futuro no era lo que de verdad ocurriría, habían muchas cosas que podrían cambiar, tal vez huirá de todo eso, o tal vez los enfrente, pero depende de Minho, no de Jisung.

Minho decía que estaría siempre, pero tal vez lo que pensaba que pasaría en el futuro no era lo que de verdad ocurriría, habían muchas cosas que podrían cambiar, tal vez huirá de todo eso, o tal vez los enfrente, pero depende de Minho, no de Jisung

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Jisung llora mucho en esta historia, q penita

Y sip, cap cortito.

𝘈𝘣𝘰𝘶𝘵 𝙃𝙚 𖠗 𝘔𝘪𝘯𝘴𝘶𝘯𝘨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora