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Minho se encontraba esperando a Jisung en el sofá de la sala, la castaña se había demorado un poco más en el baño de lo que acostumbraba, según ella "estaba preparando algo especial", pero más le vale tener lista la sorpresa antes de que pierdan su reserva.

-¡Jisung!

-¡yaaa, estoy saliendo!

"Más le vale a este niño no arruinar esta cena"

-aahhm, Minho, sabes, no estoy seguro de que deba ir con esto -dijo la menor apareciendo poco a poco por las escaleras-

Lee sabía que tenía una pareja ciertamente femenina, siempre fue así y nunca le tomó importancia, no era por eso que estaba junto a Jisung y ya. Y tampoco es alguien capaz de juzgar lo que llegue a ocupar, pero esta vez si se sorprendió un poco más al ver ese vestido de color verde musgo.

Jisung lo miraba con temor e incluso vergüenza, y odiaba que lo hiciera, así que Minho le dedicó una cálida sonrisa aunque en realidad le gustaría estár gritando con locura porque sentía que se enamoraba otra vez de la persona que tenía en frente.

-te ves tan lindo...ese color te queda bien.

-¿seguro?

-¿de qué serviría si te mintiera?

Lo único que Jisung pudo hacer fue sonreírle sin mostrar sus dientes, porque a pesar de todo lo que le decía Minho, ella no se sentía del todo segura de su decisión.

Al salir de casa ambos tuvieron que usar una capa extra de ropa para abrigarse, eran cerca de las siete de la tarde y el viento ya estaba presente en toda la ciudad. Esto pudo darle un poco más de confianza a la menor de poder usar su ropa. Cada uno se acomodó en su asiento con su cinturón de seguridad acoplandose en un tranquilo camino a su destino.

Jisung miraba por la ventana las luces de los edificios y calles, le gustaba mucho pasar por este lugar, la gente caminaba con un sentimiento de libertad emergiendo de sus cuerpos como si nada, los admiraba. Veía lugares con muchas luces brillantes que llamaban su atención, y de vez en cuando miraba a Minho manejando, suspiraba y detallaba sus preciosas facciones. Estaba muy enamorada, y le aterraba que algún día todo esto se fuera y se diera cuenta que estaba más aferrada de lo que creía a su relación.

-Minho... -llamó sin titubear a su novio-

-¿sí amor? -preguntó aún mirando el semáforo esperando a que cambiara-

-te amo mucho -en su voz se sentía un tono preocupado, como si esperara una respuesta específica-

-yo también, de seguro más que tú -aprovechando el rojo del semáforo miró con una sonrisa a su pareja, acercó su mano a la mejilla de esta para acariciarla- te debo todo.

Jisung solo pudo responder con la forzada sonrisa que salía de sus labios, porque no quería llorar, no justo ahora. Su cabeza le daba vueltas a lo último que dijo; "te debo todo". Con solo escuchar eso le daban ganas de llorar y abrazar de manera asfixiante a Minho. Tan lindo, tan tierno, tan perfecto.

Finalmente ya estaban en el restaurante elegido por ambos anteriormente. Era un lugar ciertamente elegante pero muy popular. Jisung lo amaba porque la decoración era exquisita (además de la comida que era aún mejor).

-hola buenas tardes, ¿mesa para dos? -preguntó una de las meseras, era jóven, parecía de unos veinte años, su pelo era azul oscuro y sus ojos almendrados-

-tenemos una reserva para ambos -habló Minho tomando la delantera, ya que Jisung se quedó atrás de él arrepintiendose de todo lo que hizo en las últimas 5 horas, se quería sacar el vestido que hora le parecía muy incómodo-

𝘈𝘣𝘰𝘶𝘵 𝙃𝙚 𖠗 𝘔𝘪𝘯𝘴𝘶𝘯𝘨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora