𝟎𝟒: 𝐂𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢é𝐧𝐝𝐨𝐧𝐨𝐬

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YA ERA EL segundo día en el que me encontraba en el Titanic y ya habían  pasado uno sin número de cosas

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YA ERA EL segundo día en el que me encontraba en el Titanic y ya habían pasado uno sin número de cosas. Mi hermana embarazada y yo intenté matarme, lo cual no resultó, ya que fui salvada por un Ángel llamado Jack Dawson. Al salir a tomar un poco de aire tuve la oportunidad de encontrarme nuevamente con el señor Dawson así que ¿por qué no conocerlo un poco mejor?

— Y dígame, señor Dawson— fui interrumpida por él.

—Jack— corrigió

—Bien, Jack, ¿cómo es su vida?— pregunté mientras caminábamos tranquilamente mientras tomábamos aire.

— He estado solo desde los quince años, cuando mis padres murieron, no tenía hermanos ni hermanas ni a nadie en esa parte del país. Así que me fui de ahí y no he vuelto desde entonces–pausó Jack mientras caminábamos–Soy como la hoja de un árbol que se lleva el viento. Bueno Maddison, hemos recorrido la cubierta del barco hablando de lo lindo que está el clima y sobre mí, pero creo que no es eso a lo que viniste, ¿oh sí?— me miró curioso.

— Señor Dawson yo...— fui nuevamente interrumpida por él.

—Jack, por favor— dijo mientras guardaba una de sus manos en su bolsillo.

—Jack, quiero agradecer por lo que hiciste, no solo por salvarme, sino por, tu discreción— lo miré fijamente a los ojos.

— De nada— dijo tranquilamente.

— Sé lo que debes estar pensando–bajé la mirada avergonzada— Pobre niña rica, ¿qué sabe de tristezas?

—No, no es eso lo que pienso, lo que estuve pensando es ¿qué pudo haberle pasado para que pensase que no había salida?— dijo Jack mirándome a los ojos.

—Bueno, yo...— di una gran bocada de aire y lo miré a los ojos para seguir hablando.–Fue todo, todo mi mundo y toda la gente en él y toda la inercia de mi vida dando tumbos y mi impotencia para detenerla–dije para luego mostrarle mi mano izquierda donde estaba el anillo que me había dado Daniel.

—Mira, te hubieras ido hasta el fondo del mar— dijo Jack tomando mi mano para ver mejor el anillo

—Se han enviado quinientas invitaciones, toda la sociedad de Filadelfia estará ahí y yo solo puedo verme encerrada en una habitación gritando con todas mis fuerzas y a nadie le importa—dije alarmada.

—¿Lo amas?— la pregunta de Jack me tomó desprevenida.

—¿Perdóname?–lo miré sorprendida.

— ¿Qué si lo amas?— volvió a preguntarme nuevamente?

—Está siento grosero— lo miré un poco molesta.— No deberías preguntarme eso.

— Bueno, solo es una pregunta— dijo encogiéndose los hombros.— ¿Amas a ese hombre o no?

— Esta no es una conversación apropiada— dije mirándolo un poco molesta.

—¿Por qué no respondes a mi pregunta?— dijo Jack muy curioso.

— Esto es absurdo, no me conoces y yo no te conozco y no tenemos por qué hablar de esto, eres grosero, tosco y engreído y ya me voy— dije mirándolo algo molesta— Jack, eh señor Dawson fue un placer pensé que debería agradecerte y eso hice— dije estrechando mi mano y este la aceptó.

— Y me insultaste— dijo Jack mirándome a los ojos.

— Pues, se lo merecía–lo mire un poco alterada y nerviosa.

— Creí que ya te ibas–dijo divertido mientras aún jugábamos con las manos.

— Eso haré— dije soltándome de él para darme la vuelta y comenzar a caminar para luego girarme y verlo nuevamente— Eres tan irritante, espera, yo no tengo que irme, esta es mi parte del barco, así que tú te vas.

— Vaya, Vaya, ¿ahora quién es grosera?— preguntó Jack divertido. Luego noté que llevaba una especie de carpeta en su otra mano, así que para cambiar el tema se la arrebate.

— ¿Que es esa estúpida cosa que estás cargando?— pregunté alterada mientras la habría y era más bien un cuaderno, tenía muchos dibujos los cuales eran bastante buenos.— ¿Qué eres un artista, oh algo así?— pregunté mientras me sentaba en la silla más cercana.

—No, solo me gusta dibujar— dijo Jack sentándose a mi lado para ver sus propios dibujos.

— Son... realmente... buenos— dije sorprendida al ver un dibujo donde había una mujer amansando a su bebé. Luego había otras donde había mujeres desnudas.


— Oh, esas son mujeres francesas— dijo Jack tranquilo

— Así que se desnudaban para ti — dije alzando una ceja.

— Si querían un dibujo de ellas, así sí, eso era lo bueno de mi trabajo— dijo Jack encogiéndose los hombros.

— Bueno señor Dawson, lo veré esta tarde a las seis en la cena— dije tranquila para luego entregarle su cuaderno, me levanté de la silla y me fui de allí dejándolo solo, caminé lo más rápido posible, ya que podía sentir su mirada clavada en mí.

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𝐘𝐨𝐮 𝐣𝐮𝐦𝐩, 𝐈 𝐣𝐮𝐦𝐩, 𝐫𝐢𝐠𝐡𝐭?  //~𝐉𝐚𝐜𝐤 𝐃𝐚𝐰𝐬𝐨𝐧/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora