Una escuela inusual (LeeGaa)

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-Vamos Gaara, papá quiere que vayas a una escuela donde no te vean como alguien peligroso- Decía su hermana Temari tratando de hablar con él.

-Cuándo va a terminar ésta ley del hielo Gaara?- Preguntaba Kankuro ya bastante molesto por la situación.

-Shukaku, diles que no les hablaré por llevarme a una escuela tan rara y mortal como yo- Le decía a su querido gato, si, era un gato normal...como los que tenían los humanos.

-Gaara, es una escuela donde controlar los cuatro elementos no te hace extraño ni te intentan humillar

-El último que lo hizo terminó con quemaduras de tercer grado y un hombro dislocado- Dijo con molestia por la insistencia de su hermana, la quería ayudar y apreciaba su preocupación, pero lo llevaban en contra de su voluntad.

-Si y es por eso que estamos en ésta maldita situación Gaara, casi matas por quemaduras a uno de tus compañeros y le dislocaste el hombro...si no hubieras hecho eso no estaríamos llevándote a una escuela en contra de tu voluntad, así que cierra la boca porque todo ésto es tu culpa

-Kankuro- La rubia intentó calmarlo.

-No, última vez que escucho tus quejas- Su hermano mayor no le agradaba mucho, aunque le gustaba que sea directo con las cosas -Me oíste?- El pelirrojo asintió a regañadientes, miraba hacia la ventana. Llegaron al enorme patio que rodeaba un edificio de ladrillos bastante gastado y de un color grisáceo.

-Bueno, aunque sea es tétrico...como te gustan las cosas- Dijo su hermana con un escalofrío recorriendo su espalda -Y oscuro

-Aun así no me gusta

-Shukaku se va a quedar con nosotros mientras estás en la escuela y como la escuela tiene cuartos incluidos, se quedará todo el día con nostros- Y eso fue la gota que derramó el vaso. El menor lo mató con la mirada con el gato en brazos.

-Kankuro, Shukaku es el gato de apoyo de Gaara..no se lo podemos quitar- Hablaba la rubia muy sorprendida.

-Hablé con la psicóloga, ya no necesita más a Shukaku, pero si lo quiere adoptar es libre de hacerlo...y lo adopté..y eso implicó que no se le permite el paso a la escuela en horario escolar- Se puso muy nervioso al ver la mirada penetrante del menor encima suyo -Lo lamento Gaara, Shukaku se queda

-Temari

-Si?

-Lo voy a matar- Dejó al animal a su lado para después abalanzarse sobre Kankuro para ahorcarlo -Eres un hijo de perra! Maldito!- Temari los intentaba separar, Shukaku solo se hacía bolita en el asiento.

-Gaara, detente!..Basta!- Por fin los pudo separar -Kankuro, será mejor que encuentres una solución para los ataques de ira de Gaara, sin Shukaku va a ser muy difícil contenerlo- El castaño apenas estaba recuperando el aire -Y Gaara, tranquilo...Shukaku estará bajo los mejores cuidados- El pelirrojo era muy estricto cuando se trataba de cuidar al gato.

-Te voy a matar!- Intentó abalanzarse de nuevo contra el mayor, sin embargo fue detenido por unas ramas delgadas que lo sentaron a la fuerza -No utilizes tus ramas conmigo Temari!

-Las voy a dejar de usar cuando te calmes y no quieras matar a Kankuro..y tú, haz lo que te dije- Llegaron a la puerta principal del edificio donde una rubia de ojos cafés claro los esperaba.

Al bajar la rubia los recibió con una sonrisa ligera, Gaara bajó con Shukaku en brazos y sus maletas.
Entraron al edificio notando un ambiente rústico y bastante antiguo. Los muebles y estantes que adornaban el lugar eran de una madera oscura, todo eso le parecía muy lindo al pelirrojo.

-Bien, soy la directora Tsunade, ya lo hablamos por llamada, uno de los cuartos tiene una cama vacía...Gaara compartirás cuarto con Rock Lee, descuida no se mete en otros asuntos que no sean los suyos así que estarás tranquilo

-Me parece bien...otra cosa, quiero que mi gato se quede conmigo

-Perdón?- Cuestionó la rubia mayor mirándolo con curiosidad.

-Gaara, ya lo hablamos, no puedes pedirle eso- El nombrado solo bajó la cabeza.
-Sufro ataques de ira constantes, si quiere que su escuela no se derrumbe en un incendio le recomiendo que dejen a mi gato conmigo- Habló alzando la mirada de forma amenazante.

-Eso es cierto?- Miraba a los hermanos mayores del pelirrojo y ambos asintieron un poco apenados -No se permiten animales aquí

-Y por qué hay hombres lobo?

-Se controlan y no están haciendo destrozos como los animales ajenos

-Claro que no, cuando es luna llena son incontrolables, destrozan y comen todo a su paso...un gato solo come lo que le den tres veces al día

-...Veré que puedo hacer para que el gato se quede- Tsunade dió media vuelta para seguir caminando.
-Carajo, tenías que abrir la boca y pelear con la directora...en tu primer día!- Exclamaba Kankuro en susurro.

-Es mi gato- Le daba mimos al animal mientras caminaban y la mayor les mostraba las instalaciones.

El comedor, los baños, el patio principal, la enorme biblioteca y su cuarto -Creo que Lee aún sigue dentro- Al abrir la puerta, se encontraron con un cuarto enorme y una ventana con vista al patio principal, había dos camas en ambos extremos de la habitación. El lado izquierdo ya estaba ocupado por lo que suponía que el derecho era el que usaría.
Unos pequeños escritorios estaban junto a las camas, en sus costados libres.

Un azabache apareció de la nada -Lee te presento a tu futuro compañero- El nombrado hizo una leve reverencia en forma de saludo para seguir con lo suyo -Bien, lo demás ya está arreglado...y si, su gato se puede quedar, es hora de despedirse..la próxima clase empieza en una hora- La mayor se fue.

Gaara dejaba a Shukaku en el suelo -Me da asco que lloren- Temari se limpiaba las lágrimas -Ya basta, voy a vomitar si siguen así- Ambos lo abrazaron con fuerza.

-También te vamos a extrañar- Dijo Kankuro en medio del llanto -Te llamaremos cada fin de semana y más te vale que contestes

-Me dan asco- Aún así les devolvió el abrazo rodando los ojos -Necesito desempacar- Lo soltaron -Y si, contestaré las llamadas...pero solo dos- Se mantenía bastante serio.

-Bien- Ambos mayores se fueron entre lágrimas, les dolía dejar a su pequeño hermanito en una escuela..el solo, pero era lo mejor. No lo molestarían por sus habilidades, era algo bueno.

Dato: ... (Significan el inicio y el fin de un sueño).