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Pasó una semana.

Gaara pasaba de clase en clase bastante tranquilo y Shukaku pegado a Lee como si su vida dependiera de ello. Al azabache no le molestaba y al pelirrojo no le afectaba.

-Gaara...me veo bien?- Lee se miraba en el espejo con bastante preocupación. Cada mañana, Lee le preguntaba lo mismo.

-Si, te ves bien..tienes clase?- El moreno asintió -Es la última? Yo ya terminé mis clases

-Si, solo son treinta minutos- Lee era dos años mayor que él por lo que su horario de clases era muy diferente -Seguro que me veo bien?- Se giró muy preocupado mirándolo.

Gaara se levantaba de la cama con Shukaku en brazos -Estás bien..Shukaku pide que lo cargues- Se lo entregó en un intento para distraerlo.

-Cómo lo sabes?

-Está muy inquieto- Se mantenía serio mirando al azabache -Hay luna llena ésta noche...saldrás a cazar- El azabache negaba con una sonrisa ligera.

-Los hombres lobo que tienen transformación incompleta no pueden cazar, sería una caza muy sangrienta y complicada

-Ya veo- El gato escaló por el pecho de Lee hasta llegar a su cuello -Puedes llevártelo si te parece bien

-No puedo, si te alteras y él no está...

-Descuida, voy a dormir el tiempo que dure tu clase y Shukaku a veces no me deja dormir bien- Mintió, con solo pasar una semana Gaara se pudo dar cuenta del autoestima tan bajo que tenía Lee, Shukaku lo distraía -No es mala idea que salga de vez en cuando contigo y conozca nuevos lugares

-Si..está bien- El moreno vió la hora de su celular -Ya voy tarde! Adiós y gracias por dejarme llevar a Shukaku- Se fue dejando solo al pelirrojo.

-Y ahora que hago sin Shukaku- Lo invadió el pánico -Mierda..qué haré sin mi bebé?- Se tumbó en la cama hundiendo el rostro en una almohada con frustración -Mi bebé...

Treinta minutos después

Lee volvía al cuarto con el pequeño animal en brazos, al entrar completamente en el cuarto Lee se dió cuenta que Gaara no estaba -Gaara? Ya volví...Shukaku está algo inquieto, supongo que quiere verte- Se acercó a la puerta del baño. Si, los cuartos tenían baños, sino como se lavarían y cambiarían -Estás...- La puerta del baño fue abierta de golpe por un pelirrojo muy enojado y con pequeñas llamas de fuego en su cabello -Gaara..t-tu cabello

-No me importa!- El moreno aprendió que si Gaara tenía un ataque de ira, solo con darle al gato se esfumaba su enojo por completo.

Le entregó al gato y las llamitas de fuego en el cabello del pelirrojo desaparecieron -Cómo te fue Shukaku?- Regresaba a su expresión seria -Gracias por cuidarlo

-A tí por dejarme llevarlo a clase- La enorme sonrisa que se formaba en el rostro del moreno le llamó la atención.

-Ocurrió algo interesante?

-No, solo que estuvo conmigo todo el día...eso es todo- Lee se dirigió a la cama para tumbarse en ella boca arriba -Dormiste?
-Si, pero solo fueron quince minutos, los otros quince los pasé en crisis porque Shukaku no estaba conmigo

-Entiendo

-Voy a salir con Sasuke un rato...te vas a quedar aquí toda la tarde?

-Si, no tengo nada que hacer- El moreno se enderezaba con la mirada baja -Vas a volver tarde?

-Probablemente

-Bueno, yo tal vez ya esté dormido por lo de la luna llena ésta noche, así que...

-No haré mucho ruido cuando vuelva

-G-gracias- Y con eso Lee se volvió a recostar en la cama con la vista pegada al celular, mientras que Gaara se preparaba para su salida con Sasuke.

Tres horas después, cuando el pelirrojo se fue, el moreno se empezaba a quedar dormido. La luna llena empezaba a salir y la luz de ésta entró por la ventana del cuarto, el moreno se removía levemente como teniendo alguna pesadilla.

...
Corría por los bosques persiguiendo algo, no sabía a quién o qué perseguía o el porque de hacerlo, escuchó un rugido a lo lejos.

Su respiración pesada y el aire algo frío que traía diferentes olores, uno de ellos y el más penetrante, sangre. El olor común de la sangre, el hierro.

Qué hacía? Por qué corría? Qué estaba persiguiendo tan desesperadamente? Para qué lo hacía?

Su andar se detuvo violentamente cuando sintió que esa cosa se detenía.

Cómo lo supo? No tenía su transformación completa, no podía saber eso. Apenas y sentía las pisadas de Gaara cuando llegaba al cuarto, su oído se había agudizado junto a su olfato.

Otro rugido lo sacó de sus pensamientos, esa cosa estaba cerca.

Qué era? De qué se trataba todo ésto?

Pudo oír pasos a lo lejos, por lo que empezó a correr en su dirección, sentía un enojo...una impotencia desbordando dentro de él, algo que jamás sintió en su vida.

Quería matar.

Aún seguía corriendo, esquivando los enormes troncos de los árboles y algunas rocas grandes que de vez en cuando se hallaban en el camino. Otro rugido, cómo si esa cosa le tuviera miedo.

Por qué?
...

Lee despertó de repente, transpirando y empapado en sudor, se enderezó hasta quedar sentado. Miraba hacia la ventana dándose cuenta que la luna se había ocultado entre más nubes.

La puerta del cuarto se abrió mostrando a un pelirrojo con un gato al costado derecho de sus pies -Lee, pensé que estabas dormido- Al encender la luz se dió cuenta del estado en el que estaba el chico en la cama -Te sientes bien?- La palidez en el rostro del moreno lo preocupó un poco -Por qué estás tan pálido?- Se acercaba a la cama.

-Si..solo tuve una pesadilla, no es nada grave- Le dió una ligera sonrisa aún con la respiración algo agitada.

-Shukaku, qué te parece si ésta noche le haces compañia a Lee? No tendrá más pesadillas si tú lo proteges- Tomaba al nombrado para dárselo a Lee -Mañana Shukaku puede dormir contigo también, si lo necesitas

-No es ne-necesario Gaara- La expresión seria del pelirrojo lo hizo encogerse de hombros -Estoy bien- El gato se acomodó haciéndose bolita junto a su almohada.

-Parece que él si quiere dormir contigo

-Eso parece

-Buenas noches- Gaara daba media vuelta con dirección a su cama.

-Estás seguro Gaara?

-Si- Respondió en seco y con eso se fue a tumbar a su cama para cerrar los ojos y quedarse dormido, no quería cambiarse de ropa por lo que se cambiaría al día siguiente.

Una escuela inusual (LeeGaa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora