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Hace exactamente 3 años.. hubo una vez en la que un príncipe tuvo el error de no saber como poder amar correctamente al indicado en su amble corazón, aquel chico quién más amaba a ese príncipe sufrió cosas hirientes, insoportables y dolorosas como a cualquier ser humano podrían ser una tortura.
Aquel pelirrojo quien sufrió esa enfermedad por su amor no correspondido sufrió hasta su ultimo aliento en esta vida, Lo aterrador y muy triste para el final de este joven llamado Red Velvet.. Sería que su propia madre acabara con su vida.
Ese chico que tanto sufrió por amor habría muerto en los brazos de su amado príncipe Dark Choco.. a quien no pudo besar ni una sola vez para demostrar cuanto lo amaba y para salvarse de aquella enfermedad que lo arrastraba hacía su dolorosa muerte.
Aquel príncipe tuvo la compañía de quienes pudieron conocer a ese amable muchacho de risos rojos, Desde su padre y los monarcas.. hasta unos amables jóvenes protectores del Reino que lo habían considerado un buen amigo..
Hasta el día de hoy..
El reino seguía con sus mismas costumbres de celebrar el aniversario del príncipe y algunas fiestas destinadas a los guerreros caídos del ataque de aquella mujer malvada conocida como Dark Enchantress, Nadie menciona ese nombre debido al miedo y rencor que le tienen a esa malvada dama.
Era un día nublado y frío como todos.. Los monarcas planeaban hacer su visita al reino para algunos asuntos de papeleos y otras tradiciones, Todos seguían su camino normalmente y siguiendo sus hábitos del día a día.
El gobernador Pure Vainilla.. siendo ya reconocido por su alta inteligencia y amabilidad decidió venir antes que las otras monarcas, Debido a que este se había comprometido en matrimonio con el Rey Dark Cacao desde hace 2 años.
Había llegado sin aviso alguno al enorme castillo del reino..
[Dark Cacao]: Hoy es un día sorprendentemente tranquilo..
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𝔑𝔲𝔢𝔰𝔱𝔯𝔬 𝔍𝔞𝔯𝔡í𝔫 [ᴄᴏᴏᴋɪᴇ ʀᴜɴ ᴋɪɴɢᴅᴏᴍ]
Random"𝒯𝒶𝓃 𝓈𝑜𝓁𝑜 𝓆𝓊𝒾𝓈𝑒 𝓆𝓊𝑒 𝓉𝑒𝓇𝓂𝒾𝓃á𝓇𝒶𝓂𝑜𝓈 𝓊𝓃𝒾𝒹𝑜𝓈.. 𝓎 𝓈𝑜𝓁𝑜 𝓉𝑒𝓇𝓂𝒾𝓃𝑒 𝑒𝓈𝓉𝒶𝓃𝒹𝑜 𝓂á𝓈 𝓈𝑜𝓁𝑜 𝓎 𝓈𝒾𝑒𝓃𝒹𝑜 𝒽𝑒𝓇𝒾𝒹𝑜 𝓅𝑜𝓇 𝒶𝓆𝓊𝑒𝓁𝓁𝑜𝓈 𝓅é𝓉𝒶𝓁𝑜𝓈 𝓂𝒶𝓃𝒸𝒽𝒶𝒹𝑜𝓈 𝓆𝓊𝑒 𝒹𝑒𝒿𝒶𝓈𝓉𝑒 𝑒𝓃 𝓂𝒾...