Capítulo 3

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Antes de continuar con el relato, hace falta decir un detalle (o varios detalles) que no había mencionado de Ángel. Conocí a Ángel el Jueves de la primera semana de clases cuando entre a la Preparatoria. Teníamos que hacer parejas para hacer solamente un resumen (sí, solo para eso tuvimos que hacer parejas) del libro de Biología. Fue totalmente al azar por orden de la profesora, a mi me tocó hacer pareja con Ángel.

-Que gracioso es hacer parejas para un simple resumen, ¿No crees? -me dijo, por primera vez, Ángel.

-Sí -respondí secamente como a todas las personas con las que hablo.

Y así, sin saberlo, fue como poco a poco fui haciéndome amigo de Ángel. Poco a poco fui desenrollándome más con él, hablábamos de videojuegos, animes, música, lo que veíamos en internet, las clases, de nosotros y de nuestras familias, y de una que otra chica. Simplemente, había nacido una hermosa amistad entre él y yo. Algo que cabe mencionar, es que Ángel era algo extrovertido, hablaba con varias personas más, e incluso llego a tener una que otra cita con algunas chicas, simplemente para después rechazarlas diciéndoles: "No eres mi tipo". Cosa que incluso ellas lo tomaban de buena manera. Simplemente, Ángel poseía alegría, carisma y mucha confianza en él y con los demás... Cosa obviamente contraria a mí.

Pero bueno, hablando más detalladamente de él (de su aspecto), debo decirles, que tenía rasgos muy "finos" para ser hombre, tenía los ojos grandes y de color color miel, sus pestañas eran largas y rizadas, sus cejas eran pobladas y finas, nariz respingada, labios finos, frente baja, piel sin ninguna imperfección (del rostro estamos hablando), jamás le vi algún grano desde que lo conocía. Su piel del cuerpo, (la que me era visible ver cuando se quitaba su sudadera del uniforme, quedándose únicamente con su playera) era suave y blanca, pero un tanto firmada por el sol; Tenía su cabello mediano y lacio, muy, muy lacio, color negro, pero con un marrón tímido a la vez. Su voz algo aguda. En cuanto a su cuerpo, era "bajo" de estatura, 1,55 (yo media 1,74). Era delgado, cintura de avispa, cual si fuera botella de Coca Cola y con el vientre plano (que aunque se le notara poco, pude apreciarlo más tarde), brazos delgados, muslos algo llenos, piernas suaves y algo delgadas. Sin mentir él contaba con unos "pechos" (no pectorales, sino literalmente pechos, como de esos que les salen a las niñas en la pubertad), pequeños y delgados (también me di cuenta mas tarde de eso). ¡Y sus glúteos!, su trasero parecía como el de una hermosa y joven mujer muy bien conservada, eran como 2 bellas, redondas y jugosas nalgas que median 10 cm más de lo plano de su espalda, era redondo, bello, muy, muy hermoso y extremadamente suave ( cosa que también me daría cuenta más tarde). Fácilmente, si solo hubieran visto ese trasero, ustedes mismos también crearían que se tratara del trasero de una mujer.

También, puedo asegurarles, que las ropas esconden tesoros, obras de arte. No hay nada mas hermoso que el cuerpo desnudo de una persona, séase el de un hombre o el de una mujer. El contemplar y analizar con suma atención un cuerpo desnudo, de la cabeza a los pies, es como ver el mismísimo paraíso. Por qué creen ustedes, queridos lectores, que varias fotografías, pinturas y esculturas (como si obras del Renacimiento se tratasen), presenten el cuerpo desnudo, no es por el simple morbo, ni por la lujuria. Es porque simplemente el cuerpo desnudo nos muestra como realmente somos, seres hermosos, frágiles, vulnerables y extremadamente vanidosos. Podemos tapar con nuestras ropas nuestras imperfecciones o cicatrices, tener una parte del cuerpo que nos disgusta, tener vello, tener diferentes tipos de peso y de piel. Y eso, precisamente es lo que hace hermoso al cuerpo desnudo, nos muestra tal y como somos, nos muestra que nadie tiene el mismo cuerpo, uno es tal como es. Por qué creen ustedes también, queridos lectores, que Dios hizo al hombre y a la mujer desnuda, ¿por qué no les dio vestimentas? Pues porque su mayor y mejor creación (el ser humano) debe ser vista y admirada como Él la hizo, hermosa, no por nada dice la Biblia que hemos sido creados por Él a su imagen y semejanza. No por nada hemos llegado a este mundo así, para que todos vean que somos hermosos pero no iguales, pero si igual de importantes. Porque no hay nada mas hermoso y curioso a la vez, que el ser humano.

Pero volviendo con Ángel, con todos los detalles de él anteriormente dichos, fácilmente puedo decir que Dios se equivoco al hacer a Ángel un hombre, pero no se equivocó al colocarlo en un hermoso cuerpo. Así que ahora tenemos un hombre con rasgos femeninos y con cuerpo de mujer, pero ahora, sumándole la vestimenta que llevaba, tendremos ahora a una (y me atrevo a decirlo) verdadera mujer. Empecemos con su cabello, había mencionado que él lo traía tipo mediano, aprovechando esto se hizo (o le hicieron, me dijo después que fue a un estilista) un peinado tipo honguito, y de color rubio, quedando perfecto con su piel. El color y el peinado de su cabello, le quedaron tan bien con sus ojos, que hasta tuvo que ponerle vitrinas para que nadie se los robará. Tenia sus labios rojos, y se le veían tan carnosos que (si no estuviera mi familia ahí, o si ya hubiera sabido el plan de Ángel) los hubiera besado tan apasionadamente. Lo curioso es que lo único que se hizo en el rostro, fue pintarse solamente los labios, no le hacia falta nada a él para lucir como una mujer.  Ahora sí, pasando a su vestimenta, llevaba una camisa blanca, con todos los botones abrochados (inclusive los de las mangas), su camisa estaba un poco escondida, ya que estaba metida en una falda negra que le llegaba a la mitad de sus muslos, dejando apreciar esas hermosas y largas medias blancas que llevaba puestas; sus lindos pies, parecían estar aprisionados con aquellos negros y brillosos zapatos, tipo escolar. Ahora sí, queridos lectores, con todo esto anteriormente dicho, podrán seguir leyendo este relato.

Aun no acababa de comprender lo que estaba sucediendo y lo que estaba yo viendo frente a mí, cuando Ángel, con una voz mucho más aguda que la que él tenía, me preguntó:

-¿Llegué tarde?

-... Eh... No... Pasa... Po- Por favor -respondí nervioso.

-Gracias -me dijo sonriendo, viéndome a los ojos, como si supiera lo que estaba yo pensando-. Buenas tardes, Señora Luisa. ¡Ah!, con que tú debes ser Mari, ¿Verdad?

Mi mamá y mi hermana estaban tan sorprendidas como yo.

-Buenas tardes... eh... ¿Ángela? -dijo pensando mi mamá.

-Sí, mucho gusto, Señora Luisa -respondió Ángel.

-Vaya... -dijo mi mamá- Andrés nunca me había hablado de ti.

-¿Ah no? -exclamó Ángel viéndome pícaramente- Ya ni porque somos novios, hablas de mí.

Mi mamá estaba boquiabierta, mi hermana estaba seria, tragándose sus propias palabras.

No, no creo -exclamó mi mamá-. Eres una niña muy bonita para estar con alguien tan serio como Andrés.

-Bueno pues... Lo que Andrés tiene de serio, lo tiene de romántico -dijo riendo Ángel.

-Pero por favor -exclamó emocionada mi mamá-, siéntate, siéntate, anda. Quiero que me cuenten todo.

Ángel o ÁngelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora