Capítulo 6

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A la mañana siguiente caminé rumbo a la escuela como cada día. Al llegar a la escuela, noté que Ángel no estaba en nuestro sitio de siempre. "Que raro, ¿se le habrá hecho tarde? No, no creo, él siempre llega temprano, aparte..." -pensé, mientras recordaba el mensaje que le había enviado la noche anterior. Ni siquiera se había conectado ni mucho menos visto el mensaje. "Que extraño... Primera vez que pasaré un día solo, sin él" -pensé.

Subí al salón para la clase, al entrar noté que los compañeros ahí presentes se me quedaban viendo extrañados, noté que se murmuraban entre si. Al estar ya sentado noté de reojo a Ana acercándose a mí.

-Ah, hola, oye ¿va a venir Ángel? -me dijo nerviosa.

-No sé, le mande mensaje en la noche y ni siquiera lo ha visto ni se ha conectado -le respondí un tanto nervioso.

-Que raro, él nunca falta.

-Pues si, espero que no le haya pasado nada malo.

-Bueno, muchas gracias -me dijo yéndose rápido.

Después de nuestra pequeña conversación, Ana rápidamente fue a contárselo a los demás, eso supuse, ya que nuevamente murmuraban entre si. Después de un rato entró el profesor de Ingles, tomamos la clase como siempre. Yo me sentía extraño, algunos compañeros volteaban a verme, para confirmar que en efecto, Ángel no había venido. Y es que, en verdad, se sentía extraño el salón sin Ángel, su sola carisma y participación en todas las clases no pasaban desapercibidas por nadie. Al terminar Ingles, nos tocaba Matemáticas, mis esperanzas que Ángel llegara a la segunda hora habían muerto. No fue hasta la ultima clase, al estar dictando la profesora, y nosotros, -por obvio- escribiendo, que alguien toco la puerta.

-Buenos tardes maestra, perdón por interrumpir, podría por favor prestarme a Andrés C...

Al voltear a ver a la puerta noté a una jovencita, de cabellos negros, lacios y largos, con lentes, un suéter negro y una falda del mismo color que le cubrían las rodillas, unas pequeñas botas, también negras, aparte de llevar un bolso de mano -también del mismo color-, y una libreta abierta. "¿Andrés? ¿Para qué me necesitará esa señorita". Hasta que nuevamente, y gracias a la voz, noté de quien se trataba.

-¿Para qué? -le preguntó la maestra enfadada por haber sido interrumpida.

-Soy Fernanda, la hermana de Ángel, vine para saber que le dejaron de tarea -respondió aquella joven.

-Bueno -dijo la maestra volteándome a ver para que saliera.

Al caminar para la puerta noté como los demás compañeros se nos quedaban viendo a mí y a aquella joven, mientras que aquella joven se me quedaba viendo con unos labios serios, pero con unos ojos sonriendo. Al salir del salón caminamos unos 2 metros afuera de este.

-Dime cosas en lo que yo escribo -me dijo la chica.

-¿Ángel? -le pregunté como si no supiera que estaba ocurriendo.

-Si, ¿y en Matemáticas?

-¿En matemáticas? No, me dejaste solo todo el día.

-¿Y en Física?

-¿Fernanda? ¿tu hermana? Ay, cosas que solo se te ocurren a ti.

-¿Y en Lectura?

-¿Viste como se te quedaron viendo los demás? Si supieran que eres tú. Ah y... En Deportes no hicimos nada, como siempre, el profesor nos dio un balón mientras que él se estaba ligando a la maestra de Artes, yo no jugué obviamente, solo me senté y esperé que acabara.

-Vas muy rápido, espera... ¿Y en Filosofía?

-Ese viejo solo se entiende así mismo, como si la clase fuera para él y no para nosotros.

Ángel o ÁngelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora