Así siguió nuestro noviazgo secreto de Ángel y yo, nuestro amor y nuestra pasión nacían cada vez más. Tuvimos también varias citas y... Ustedes sabrán que cosas más. Salíamos cada que podíamos -y cuando había dinero -, como cuando fuimos a comer comida china; cuando fuimos a comer a un puesto de hamburguesas; o cuando fuimos a comer tacos -si llevabas a tu novia, te daban gratis dos tacos-, "Qué bonita su muchacha joven" -me dijo esa vez el señor de los tacos.- O como la vez que fuimos a comer pizza. En todas estas salidas a comer aprovechábamos también para (¿Por qué no?) una que otra manita caliente. El hecho de hacer estás cosas en público era lo que más nos excitaba a los dos. Cada vez qué teníamos oportunidad también hacíamos uno que otro rapidito; en mi casa, en su casa, en el parque -encontramos un lugar muy escondido por ahi, y si no, también en los baños públicos-. En la escuela, al haber más gente y por ende más adrenalina, cuando nos íbamos al baño juntos, nos tocábamos y nos besábamos, cómo unos 30 segundos aproximadamente, y procurando que no hubiera ni viniera nadie. Hasta ese momento todo iba bien aproximadamente, no fue sinó hasta el último mes de nuestro año en la escuela que lo que ocultamos por varios meses, fue descubierto. Al ser la última semana, ya casi no venía nadie, solo venían los alumnos para no hacer nada en sus casas -como Ángel y yo-, ¡Y que decir de los maestros! Era viernes, el último día, Ángel y yo subimos hacia las escaleras del último piso, y allí comenzó o... terminó todo, era el presagio de la tempestad.
-Bueno... Parece que no hay nadie -exclamó Ángel.
-¿Estás seguro? -le pregunté.
-Absolutamente -respondió, viéndome con unos ojitos vivarachos.
-¿Que rápido no?
-¿De qué...?
-Ya sabés... Lo nuestro. Tanto tiempo que hube esperado el amor, amar y sentirme amado... Y no me di cuenta que la persona que siempre había estado conmigo, me amaba con un amor tan grande como el que soñé. Pensar que tan solo hace unos meses empezó todo, te presentaste cómo mi novia. Estos meses me has hecho muy feliz, aquel amor que tanto había esperado, no llegó, por qué ya había llegado, solo que yo en mi amargura y tristeza no lo noté. Y algo que me di cuenta es que... No amó a Ángela... Ni a Ángel... Te amo a ti. No me importa si te vuelvas otra persona, si algo te cambia, yo siempre te amare y te estaré agradecido por toda mi vida, por enseñarme lo que es amar.
-Entonces... ¿Amas a Ángel o a Ángela? -preguntó Ángel tratando de ignorar lo último en decirle.
-Te amo a ti, y eso es lo único que sé.
-No te entiendo la verdad.
-No me importa ya que seas, no me importa si eres "Ángel" o "Ángela", si eres una cosa o la otra... Solo sé que te amo, solo sé que te has vuelto una parte muy importante en mi vida, que con que con tal que estés tú en mi corazón, en la "forma" que quieras. Yo te acepto tal y como eres, no es necesario que sigas vistiéndote de mujer para que te amé... Eso ya no importa. Yo te amo tal y como eres, así como tú me has amado tal y como soy.
-Andrés... No sé realmente que decirte.
-Nada, no tienes que decirme nada.
-Pero... A mí me gusta vestirme así. Aparte... Así no sospecharía nada la gente. ¿Acaso no te importa el qué dirán?
-Pues síguelo haciendo entonces. Mas... ¿qué importa el qué dirán? ¿le hacemos mal a alguien por amarnos? ¿Cuando ha sido mal visto el amor? Ángel mío, lo nuestro a lo nuestro, y eso es lo único que me importa. Pero adelante entonces, si a ti te gusta vestirte así, pues síguelo haciendo, ni eso ni nada me impedirán seguir amándote.
Después de mi discurso dicho, Ángel lloró en mi pecho mientras lo abrazaba.
-¿Cómo sabémos que esto es un amor real y no un simple romance adolescente? -me preguntó.
-¿Tú me amas? -le pregunté.
-Si...
-Y yo a ti. ¿Has cambiado por mí?
-... Algo -me dijo riendo aún entre lágrimas.
-Y yo he cambiado por ti. ¿Crees que si no nos amaramos de verdad, estaríamos platicando y preocupándonos de esto?
-Pues...
-Nosotros no nos dimos cuenta que nuestros corazones han hecho un pacto entre ellos para esclavizarnos a ti y a mí. Cuando tú lloras, yo lloró; cuando tú ríes, yo río; lo que tú sientes, yo lo siento; lo que tú amas, yo lo amo; donde estés, yo estaré.
-¿Qué será de ti y de mi en el futuro? -me dijo aún abrazándome.
-No te preguntes eso, mejor pregúntate: "¿Cómo construiremos nuestro futuro tú y yo?" Dejá que el tiempo haga lo que tenga que hacer. No te preguntes eso, es más, ¡no te preguntes nada! Hay que vivir nuestro amor ahora, y el tiempo nos dirá si fue un amor de verdad o un romance de niños.
Nos sentamos a llorar los dos, Ángel me sujetaba las piernas con tanta fuerza como un niño abrazando a su oso de peluche.
-... Al principio tenía miedo del futuro, pero ya no me importa si tú estás conmigo hasta en el mismo fin del mundo -me dijo respirando pesadamente Ángel.
-Tranquilo, tranquilo mi niño hermoso. Escucha, escucha ese silencio que tanto te gusta, y que tanto me gusta que te relaje.
Así, abrazados, callamos para escuchar ese silencio; ni el canto de las aves, ni el ruido de los árboles, ni siquiera el ruido en la escuela, cómo si algo lo hubiera hecho a propósito para calmar a Ángel -¿y por qué no?... también a mí-. Estuvimos un rato así, abrazados, hasta que era la hora de la salida. Ángel ya estaba a punto de levantarse hasta qué le dije:
-Antes de que te levantes, ven, acércate... Jamás nos dimos un beso aquí en la escuela... No, no me refiero a los baños... Aquí, al aire libre. Dame un beso, por favor.
-¿Estás seguro? -me dijo ahora invirtiendo los papeles.
-Si... Acércate, por favor.
Se dió nuevamente, cómo aquel primer beso que tuve con él, me supo tan delicioso ese beso sabor a amor y a romance. Sentir también que aparte de nosotros el viento también nos abrazaba, cómo un amigo muy contento felicitándonos. Al terminar nuestro beso notamos que aparte del viento, había alguien más con nosotros. Ana. Ana, inmóvil, nos observaba sorprendida, analizando todos nuestros movimientos. Al instante, bajó corriendo las escaleras. Ni siquiera con el policía había sentido tanta vergüenza -y eso que no solo fue un simple beso esa vez-.
ESTÁS LEYENDO
Ángel o Ángela
RomanceAndrés y Ángel son dos mejores amigos de Preparatoria, Andrés jamás ha tenido novia, razón que lo entristece ya que lleva 17 años sin pareja. Debido a este motivo, Ángel decide disfrazarse de mujer para que su amigo no se sienta tan "solo".