Lionel tenía algo en su cabeza desde hace unos días, más específicamente desde el día que no aceptaron a Leo en River. Se podía decir que en ese momento se encontraba en una batalla contra sí mismo, porque sabía lo que tenía que hacer, pero no sabía cómo hacerlo, o siquiera sabía si podía hacerlo.
Luego de que a Leo lo rechazaron, lo primero que hizo Lionel fue mirar cuánto le costaría un viaje a Barcelona, hizo llamados al club y por supuesto que aún guardaban un lugar para su hijo, no se iban a rendir hasta tenerlo y eso era esperanzador para Lionel como padre, saber que su hijo estaba tan cerca de cumplir por fin el sueño que tanto ha perseguido.
Pero aún la vida seguía sin ser tan sencilla, porque para ellos tres, Lionel, Julián y Leo era fácil cambiar de aires para mudarse a Barcelona y empezar de cero. Pero Lionel tenía en claro que ya no eran ellos tres, que ahora había una cuarta persona que formaba parte de la familia y a la que se negaba a dejar fuera de sus planes, de hecho, “¿Y Pablo también viene?” había sido la primera pregunta de Leo cuando Lionel le dijo lo que tenía planeado hacer; Lionel le dijo que aún no se lo había preguntado y que no podía prometerle nada, lo que había decepcionado bastante al adolescente.Lionel no sabía cuál sería la respuesta de Pablo. Intentaba ponerse en sus zapatos y pensar qué es lo que haría él en su lugar, pero Pablo era diferente. Tenía su trabajo ahí, un trabajo que amaba que era la guardería, tenía a sus amigos, a su familia.
Lo que Lionel no entendía es que ahora ellos también eran la familia de Pablo.“¿Qué le sucede profe? Está distraído” la voz de Cuti saca a Pablo de sus pensamientos. La verdad es que el de rulos últimamente no hacía más que pensar en el futuro y eso de alguna forma u otra acababa dificultando su presente.
Tenía el presentimiento de que Lionel se había puesto más distante con él, no habían hablado desde el día que estuvieron en su casa y sucedió lo de Leo; Pablo había escuchado algunas conversaciones sin querer donde Leo le decía a Lionel que aún tenía su lugar en el Barcelona, y ahora no dejaba de maquinarse con eso.¿Lionel me va a dejar? piensa y se angustia.
“Nada Cuti, un poco sensible” el cordobés le da un abrazo breve pero cariñoso al profe.
“Puede hablar conmigo si quiere profe. Somo' amigo', ¿no?” Pablo asiente y le devuelve el abrazo, se siente querido por su entorno, pero eso no es suficiente para acallar la tristeza que lo empieza a invadir lentamente.
Las palabras que Román le había dicho tiempo atrás suenan en su cabeza otra vez, le decía que Lionel en algún momento se aburriría o lo dejaría como hizo en el pasado, Pablo había elegido no hacerle caso y ahora está pagando las consecuencias de que eso pueda suceder otra vez porque dejó que su tonto corazón sobrepase a su mente y su razón.
Quizá está siendo precipitado y quiere creer con todas sus fuerzas que es así, pero se encuentra a sí mismo tan traicionado por sus pensamientos que no puede centrarse en buscar lo positivo, si es que lo hay.
Cuando cierran la guardería decide quedarse un rato largo ahí, aprieta sus ojos con fuerza cuando en cada rincón que ve se acuerda de algún momento que vivió con Lionel, cuando menos se da cuenta las lágrimas ya humedecen sus mejillas.
Toma su teléfono y se saca las lágrimas, marca un número.“Lionel” su voz quebrada delata su situación al instante.
“¿Pablo? ¿Qué pasa?” Pablo no puede evitar sollozar cuando escucha la voz de Lionel del otro lado de la línea. “¿Estás llorando? Decime dónde estas”
Pablo responde como puede y corta la llamada. Luego de unos minutos en los que intenta recomponerse pero falla olímpicamente, escucha que Lionel abre la puerta y se posiciona cerca de él, le habla pero Pablo tiene su rostro hundido en sus manos, Lionel lo abraza con fuerza.
“Mi amor, ¿por qué lloras?” le toma el rostro con todo el cuidado del mundo para hacer que el menor lo mire, le sonríe con calidez intentando ayudarlo. “¿Qué pasa lindo? No me hagas esto, decime que pasa” le habla con toda la suavidad del mundo mientras con sus pulgares limpia las lágrimas de Pablo.
“¿Me vas a dejar? ¿Te vas a ir como antes?” dice entre sollozos, Lionel siente que su corazón se rompe por completo cuando lo ve y lo escucha así, diciéndole esas palabras.
Lo contiene en sus brazos y siente como Pablo se aferra a él como si fuera la última vez, y ruega a todos los Dioses que conoce para que por favor no sea la última vez.“Nunca te dejaría mi amor” le acaricia el cabello despacio y con todo el cariño del mundo.
Lionel piensa en sus siguientes palabras con miedo, porque no sabe si sea el momento correcto para decirlas, pero está cansado de esperar el momento correcto, entonces lo dice sin más.
“Te amo” confiesa otro secreto que era más que palpable pero aún no se había dicho a voces. “Te amo, ¿sabías eso lindo? No te voy a dejar, te voy a llevar conmigo a donde sea” le dice con seguridad, le da un beso en la frente, en las dos mejillas y luego en los labios, Pablo tiene que pellizcarse para saber que realmente no está soñando con ese momento.
Cuando siente su pellizco lo confirma.“¿Sos real?” le pregunta y Lionel se ríe pero asiente, dándole un corto beso en los labios. “No me dejes, Lio” pide otra vez, agitando sus largas pestañas hacía Lionel.
“¿Te venís conmigo a Barcelona?” la pregunta llega y Lionel cierra los ojos cuando espera la respuesta, temiendo que si no lo desea con los ojos cerrados no se haga realidad.
Pablo junta sus frentes y también cierra los ojos.“Yo te dije que quería todo con vos, ¿te acordás?” Lionel asiente aún con sus ojos cerrados. “Esto también lo quiero” Lionel abre los ojos y la felicidad que lo invade hace que cargue a Pablo en sus brazos como si de unos recién casados se tratara. Lo besa por todos lados y Pablo se ríe gustoso de recibir ese amor que Lionel siempre está dispuesto a darle.
“Te amo bombón, ¿está bien si lo digo?” Pablo asiente y lo besa con rapidez.
“Te amo, mi Lio” se dan un beso lento pero cariñoso, Pablo siente que ese momento en su vida vale más que cualquier cosa que pueda sujetarlo a Buenos Aires, aunque él se haya dado cuenta ahora que dejaría todo por Lionel, su corazón lo sabía desde siempre.
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777.
volví mi gente, como andan? la vdd que dude un montón de subir este capítulo pero acá esta loco
nada, agradecerles pq ya son 100k (q re carajos)
y me complace informar q el próximo capítulo es EL FINAL?!????!!???!!
abrazo
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¡papá! • scaloni, aimar.
FanfictionDonde Lionel Scaloni es padre soltero. O donde Pablo Aimar es un simpático profesor.