HENKO [Tk/Vk] [EDITANDO]

II

Jungkook abrió los ojos lentamente y se sentó sobre la misma cama en la que despertó esta mañana, viendo a aquellos hombres acercarse de inmediato a él.

– ¿Estás bien, cariño? ¿Te sientes bien? ¿Necesitas que vayamos al hospital?

Jungkook vio de un lado al otro a aquellas dos personas, preguntándose incluso su propia existencia en esos momentos.

– Ustedes... ¿Quienes son?  

Pudo notar como aquel semblante de ambos hombres cambió radicalmente de uno preocupado a uno sin expresión alguna, mirándose el uno al otro.

– Jungkook... ¿No sabes quienes somos?

Jeon negó.   

– Somos tus padres.

Jungkook los miró sin expresión alguna.

– Gang Miseok y Hwang Suyeon – dijo aquel hombre que desprendía un olor a vainilla, mismo que se señaló como Suyeon.

Jungkook se alejó cuando Suyeon trató de tocarlo, pareciendole todo tan extraño.

– ¿Pasó algo ayer? Nos llamaste llorando, dijiste que no querías estar más aquí.

Jungkook frunció el entrecejo, su vista cayendo en la nada mientras trataba de encontrarle una explicación a todo lo que estaba sucediendo.

No podía estar... ¿En otra vida?

– Si ustedes son mis padres... Yo- el hombre que se fue...

– ¿Taehyung? Es el padre de tu cachorro.

– Mi- – Jeon carraspeo y se acomodó en flor de loto, viendo seriamente a aquellos hombres – ¿Tengo un bebé aquí? – preguntó con temor, posando sus palmas sobre su vientre.

Miseok asintió.

– ¡Eso es imposible! – dijo con gracia, no creyendo lo que estaba escuchando – ¡No hay lógica! ¡Un hombre jamás podría estar embarazado!

Suyeon miró a su alfa con bastante confusión mientras Jungkook se retorcía de risa en la cama.

– Seguro es una broma de Yoongi ¿Cierto? Ya, ya, ya lo entiendo, díganle que me he sentido bastante asustado y seguro fue muy divertido, que ya lo descubrí.

– ¿Yoongi? – preguntó Miseok, viendo a su Omega que no sabía de qué hablaba su hijo.

– No es imposible, Jungkook. Después de todo eres omega, varón con útero.

Jungkook volvió a reír.

– Bien, ya, entendí. Pueden irse, quiero descansar.

Jungkook se metió bajo las mantas y se cubrió hasta la cabeza, bufando ante la broma de mal gusto que estaba haciéndole Yoongi. Definitivamente no estaba de humor para seguir soportandola.

Una vez escuchó la puerta de aquella habitación cerrarse, se sacó las mantas de encima y tomó su teléfono, googleando su nombre solo para encontrarse con fotos de una celebridad que desconocía. Así mismo con el de sus padres.

No había rastro de Jeon Jungkook, el hijo de aquella familia millonaria y mucho menos de ellos. No entendía que estaba pasando.

Una llamada entrante le hizo soltar el teléfono de golpe, sin embargo, terminó tomándolo de nuevo y respondiendo al ver que estaba agendado con un corazón.

– ¿Hola? – preguntó, alejando el teléfono al escuchar el grito del otro lado de la línea.

– ¿¡Qué fue lo que te hizo ese bastardo!? Dame diez minutos y estaré en tu casa, voy a romperle la maldita cara.