XXVII

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Cuando Taehyung pensaba en Jungkook en los primeros meses que estuvieron casados; siempre fue de mala forma. Nunca pensó en que fuera una víctima de sus padres. De su abuelo. 

Ahora, sin querer había descubierto la verdad detrás de aquellos grandes ojos llenos de lágrimas que lo veían todos los días que llegaba después de haberlo abandonado por ir hacia SeokJin.

Se sentía mal, porque nunca se animó a preguntar si todo estaba yendo bien en su casa o si su relación con sus padres era tan buena cómo se veía. Nunca pensó que serviría preguntarle el porqué hacía todo eso.

La razón por la cual lo drogó aquella noche que tuvieron sexo, la vez que SeokJin tuvo un accidente automovilístico y el primero en salir a culparse fue él. Cuando seguramente los verdaderos culpables fueron su abuelo o los señores Hwang.

– ¡Buenos días! ¡Buenos días! ¡Lo siento por llegar tarde! ¡Alguien me dejó a mi suerte en casa y tuve que venir en transporte público!

Jungkook cerró la puerta de su oficina, cruzandose de brazos al ver a Taehyung sentado en la silla frente a su escritorio.

– Hiciste que me viniera en transporte un día después de decir que soy tu Omega, eso no es nada respetuoso de tu parte, sabes.

– Lo siento – Taehyung suspiró, manteniéndose tirado sobre la silla, sus hombros caídos y su mirada en la nada haciendo que el lobo del Omega se preocupara.

– ¿Estás bien? – preguntó Jeon, acercándose rápidamente al alfa, tomando su rostro entre sus manos y obligándolo a verlo – ¿Pasó algo? ¿Hiciste el oso en público?

Taehyung sonrió. 

– Sabes... Tu sonrisa es muy linda.

Taehyung apretó los labios ante el repentino halago, no pudiendo retener su risa al ver al Omega alejarse de golpe al notar su acción.

– Bueno, ya, dime que pasa.

– Tú... ¿No tienes ningún tipo de conexión con el Jungkook que estaba en este cuerpo antes de ti? ¿No puedes hablar con él por mi?

– Ni que estuviera muerto y yo fuera una bruja con mi bola de cristal – dijo Jeon con burla, borrando su sonrisa cuando vio que el alfa parecía hablar en serio – no la tengo, solo... A veces tengo sueños de su vida pero son cortos. Supongo que es por su lobo.

– Me gustaría disculparme con él por no haber sido una buena persona, por no haberlo tratado bien. Tal vez si hubiéramos tenido un poco más de comunicación... No hubiéramos terminado mal. Incluso dejó de verme sin saber si nos llevaríamos bien algún día.

Jungkook pudo sentir a su lobo entristecer ante las palabras del alfa.

– ¿Por qué lo dices ahora? – preguntó Jeon.

– Hoy vine temprano a la empresa con el propósito de reunirme con los socios de mis padres pero solo me encontré con que los Hwang y mi abuelo manejaban a Jungkook a su antojo, que si daba a luz a ese bebé entonces esta empresa pasaría a manos de los Hwang. Dejándonos a mis padres y a mí fuera de la familia.

– ¿Por qué tu abuelo haría algo así?

Taehyung lucía bastante incrédulo aún, veía a la nada intentando manejar toda la información en su cabeza.

– Cree que mis padres y yo somos demasiado inútiles cómo para levantar esta empresa, se niega a ver su imperio caer. Porque sus acciones fueron en picada cuando mis padres tomaron el poder... Así que buscó al mejor postor pero también puso sus condiciones.

– No eres inútil – dijo Jeon de repente, viendo a Taehyung levantar el rostro.

– No puedo manejar la empresa por mi cuenta y solo hago lo que mis padres dicen... ¿No es eso ser inútil en este lugar? Todas las decisiones que se toman en esta empresa, todos los proyectos tienen que pasar por la aprobación de ellos. Soy solo la cara de este lugar pero en realidad... No hago nada más que obedecer.

Jungkook mordió su labio inferior, nunca había sido bueno consolando a las personas. De hecho, jamás lo había intentado, con nadie.

– Demuestrales qué no eres lo que ellos piensan de ti – murmuró, viendo a Taehyung reírse.

– Todo el progreso desde que entraste ha sido gracias a ti, de no ser por ti, ni si quiera tendríamos los números que la empresa maneja ahora.

– No seas imbecil – dijo Jeon con molestia, apretando labios y ojos ante su hablar tan brusco – lo siento, yo... Me refiero a que sí, tal vez la idea fue mía pero tú tenías el contacto, ¡Tú! Te encargaste de la sesión de fotos porque yo fui a dar al hospital, ¡Tú! Autorizaste la publicación. Fue un trabajo en equipo. No tienes que cargar con el peso completo de la empresa... Por eso tienes diferentes departamentos. Porque entre todos trabajamos para sacar adelante a esta empresa. Aunque a unos no les interesa en lo más mínimo eso pero de alguna forma influyen en ello.

Taehyung sintió a su lobo tirar las orejas hacia atrás cuando Jungkook tomó su rostro entre sus palmas, obligándolo a verlo.

– No eres inútil, Taehyung. Deja de pensar eso.

– ¿Por qué eres tan bueno conmigo a pesar de todo lo malo que te hice pasar? A ti y al otro Jungkook.

– Porque me gustas. Y el amor es tonto, así que estoy tonto por ti.

– Pensé que habías dicho que aún no estabas seguro de que te gustara. Solo ha pasado una semana desde aquella platica.

– Lo sé. Creo que lo acepté más rápido de lo que pensé.

Taehyung sonrió.

– Eres un imbecil y me caes mal pero me gusta verte sonreír, que me busques, llevar tu ropa, cuando me visitaste en el hospital, incluso me gustó cuando me abrazaste aquel día que venias molesto. Así que solo lo acepté y ya, no me gusta estar volviéndome loco por un imbecil.

Taehyung sonrió. 

– Así que si no piensas dejar a SeokJin, házmelo saber al concluir el mes que te dí, no quiero hacerme ilusiones vacías.

Taehyung llevó su palma a cubrir la mano de Jeon, aquella que tomaba sus mejillas. Se inclinó cómo si fuese a ponerse de pie y tomó la nuca del Omega entre su mano, atrayendolo hasta que sus labios tuvieron un choque brusco.

Jungkook apretó los ojos ante el contacto, sintiendo a su lado racional entrar en pánico porque jamás en su vida llegó a tocar los labios de un hombre. Mientras tanto, su lobo yacía tirado en el suelo revolcándose de felicidad y corriendo de un lado al otro.

Taehyung de sentó de nuevo, trayendo consigo a Jungkook, tomando ambas de sus piernas y llevándolo a sentarse sobre sus muslos, moviendo sus labios en un lento compás que Jungkook tardó en seguir debido al shock.

El Omega llevó sus dedos a meterse entre los cabellos de la nuca del alfa, manteniendo sus ojos cerrados y abriendo boca, sintiendo de inmediato la lengua del alfa en su interior, aquello haciéndole suspirar.

Podía sentir las manos del alfa en su espalda, subiendo y bajando por ella, haciéndole temblar bajo su tacto. Jamás había besado a un hombre, pero su primera vez le estaba haciendo sentir tan bien que no quería separse nunca.

HENKO [Tk/Vk]  [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora