Jungkook dió dos pasos hacia atrás por instinto, sintiendo a su lobo bajar las orejas y retroceder ante la presencia de aquellos hombres.
Estaba aterrado, su maldito lobo estaba muriéndose de miedo y no podía hacer nada.
– ¿A donde vas, Jungkookie? – preguntó Miseok, tomando el brazo de su hijo, obligándolo a quedarse ahí.
Los tres entraron y cerraron la puerta a sus espaldas, Miseok sonriendo al sentir cómo las manos de su hijo temblaban. Encaminandolo de espaldas hasta la sala.
– ¿Qué quieren? – preguntó Jeon, tratando de zafarse.
La fuerza de aquel alfa enorme no podía compararse con la suya siendo un Omega que en su vida había tocado un gimnasio o había cargado algo pesado en su vida. No tenía fuerza alguna.
– ¿Qué hacemos aquí? Deberías saberlo después de todo lo que hiciste.
– ¿Después de todo lo que hice? – preguntó con gracia, escuchando a Miseok gruñir – ¿Ustedes realmente no tienen vergüenza?
– ¿Vergüenza? – preguntó Suyeon, golpeando la mejilla del Omega, mismo que volvió su mirada hacia él, mirándolo cómo si quisiera asesinarlo – ¿Cómo te atreves a tratar a tus padres de esta forma?
– ¿Mis padres? – preguntó con gracia, escupiendo a la cara del Omega que tenía enfrente – ¿Cuándo me pariste? Maldita basura humana.
– ¡Jungkook! – gritó Miseok, empujando a su hijo hasta que cayó sentado sobre la mesa de centro de la sala, fue ahí cuando lo golpeó con un total puño cerrado.
Jungkook cayó justo a lado de la mesa de centro, dejando salir un quejido y un hilo de sangre de la boca.
– ¿Has olvidado tu historia? No eres ni un poco agradecido – murmuró Miseok, pateando a su hijo y escuchándolo quejarse – tienes que agradecer que te dimos un techo... A un chico de la calle.
Jungkook se rio, escupiendo la sangre de su boca y reponiendose, ayudándose del sofá para ponerse de pie.
– ¿Lo ayudaste? – preguntó tirándose sobre el sofá, riéndose – le jodiste la vida a Jungkook, nunca lo ayudaste.
– ¿De nuevo hablando en tercera persona? – preguntó Suyeon, tomando a su hijo por el brazo y levantandolo sin esfuerzo – ¿Quieres recordar la razón por la cual nos obedeces?
Suyeon lanzó a Jungkook al suelo, cayendo a pies de aquel hombre que le miraba con superioridad desde arriba. Sintió ser tirado de la ropa y en corto tiempo ya estuvo cara a cara con aquel alfa.
– Es todo tuyo – aseguró Miseok, viendo a aquel hombre sonreír y tirar del brazo del Omega, mismo que se zafó de él.
– ¿Realmente crees que soy el mismo chico del cual abusaban? – preguntó alejándose de ellos, sintiendo cómo sus manos y piernas temblaban – no tienen ningún jodido control sobre mi.
– Jungkook – llamó Miseok, usando su voz de mando, sonriendo al ver a su hijo mirarlo con sus grandes ojos – ve a tu habitación – ordenó.
Jungkook gruñó al sentir cómo su lobo quería obecer ante tal absurdo pedido.
– ¿Eres así de débil? – preguntó en un susurro, buscando regañar a su lobo.
– ¡Jungkook, ve a tu habitación! – ordenó Miseok, levantando la voz y usando su voz de mando. Nunca había tenido la necesidad, sin embargo, ya no tenía ninguna forma de manipular a su hijo, era su única salida.
Jungkook gruñó al hombre cuando trató de tocarlo, sentía a su lobo moverse inquieto, no sabiendo que buscaba con eso más que poner sus nervios al mil.
– ¿No piensas obedecerme? – Miseok tomó el brazo de su hijo, obligándolo a verlo y buscando imponerse ante él.
– ¿Perdiste tu poder de manipulación? – preguntó Jeon con gracia – malditos asquerosos.
Miseok golpeó una vez más el rostro del Omega, viéndolo voltear a otro lado, fue entonces que decidió ir más adelante y dar uno en el estómago, con su puño cerrado y toda su fuerza posible, escuchándolo quejarse, viéndolo caer al suelo mientras buscaba recobrar el aire.
– Es tu problema si no puedes controlarlo – aviso Miseok, caminando a la salida del departamento, dejando a su hijo acompañado de aquel alfa.
Una vez cerró la puerta, teníendo a su esposo a un lado, pudo escuchar los gritos del Omega.
– ¡Sueltame! ¡No me toques, maldito asqueroso! – gritó Jeon, moviéndose con fuerza para lograr zafarse, estando tirado sobre el suelo con aquel hombre encima suyo.
– Sigues siendo el mismo Omega bello, tu belleza no se ha perdido ni un poco – halagó el hombre, sometiendo el cuerpo de Jungkook, lamiendo descaradamente su mandíbula.
Jeon lloró por primera vez estando en ese cuerpo, buscando moverse mientras sollozaba.
– No por favor – rogó entre lágrimas – no, no me toques por favor.
Jungkook pudo escuchar a aquel hombre reírse de sus súplicas, sintiendo su sangre hervir ante aquello.
– Tan lindo cómo la primera vez que puse mis manos en ti – dijo el hombre, riendo al ver el rostro molesto de aquel Omega – y me veías exactamente igual.
– Te voy a matar – aseguró Jeon, gruñendo molesto y buscando zafarse – te juro que te mataré si me pones una mano encima.
– Claro que sí, pequeño Omega – dijo con burla, golpeando con palma abierta la mejilla del chico bajo su cuerpo, una y otra vez hasta que la vio sangrar – ¿Vas a matarme? ¿Siendo así de debil?
Jungkook apretó las manos, haciéndolas puño hasta que sus nudillos se pusieron blancos.
– No podrías ni matar una simple mosca – se burló, dando un golpe más en la mejilla del Omega – es más, si quisiera, te marcaría ahora mismo.
Jungkook abrió los ojos de inmediato, había leído todo sobre las marcas. No podía permitir que eso sucediera.
– Aléjate de mi – advirtió, removiendose bruscamente cuando el hombre se acercó a su cuello, lloriqueando cuando lo sintió lamer aquella zona – ¡No! ¡No! ¡No!
Jungkook apretó las manos, su lobo gruñendo molesto ante la amenaza, sabiendo que en ese cuello solo cabría una mordida, perteneciente a Taehyung. Si alguien más lo marcaba, sería la peor humillación de su vida.
Se rehusaba a vivir con la marca de otro alfa que no fuera el suyo.
Y fue entonces que Jungkook vió oscuro, no logrando saber cómo ni cuando su lobo tomó un control total sobre él. Habiendo en aquella sala un hombre aterrorizado sobre el suelo con un lobo de pelaje blanco de dos metros de alto sobre él, gruñendole y mostrándole los dientes.
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HENKO [Tk/Vk] [EDITANDO]
RomanceJeon Jungkook es un chico universitario a sus veintitrés años, con una vida sumamente cómoda, siendo de una familia exitosa mientras él mancha el historial familiar tanto como quiera. Aunque su vida se ve vuelta un caos cuando accidentalmente termin...