HENKO [Tk/Vk] [EDITANDO]

X

Jungkook se quejó mientras yacía echado en el sofá, escuchando cómo tocaban el timbre una y otra vez.

– ¿Por qué no abres? – preguntó Taehyung, deteniéndose delante de Jungkook – son tus padres.

– No quiero – murmuró abrazando el cojín y cerrando los ojos – diles que estoy muerto.

– No digas tonterías – Taehyung golpeó la cabeza de Jungkook, viéndolo sentarse de golpe y mirarlo mal.

– ¿¡Por qué me pegas!?
  
– ¡Porque dices tonterías!

Jungkook suspiró antes de levantarse, yendo hasta la entrada para encontrarse a aquellos hombres.

– ¿Por qué nos has estado evitando? Nos restringiste la entrada al edificio – dijo Suyeon, aquel Omega con olor a vainilla.

– No quiero ver a nadie – murmuró, yendo de nuevo a aquel sofá y tirándose en él, abrazando su cojín mientras observaba la nada.

– ¿Todo está bien? No luces bien – Miseok se acercó a su hijo, tratando de tocar su cabeza, sin embargo, Jeon alejó su mano, notando la sorpresa en los rostros ajenos.

– Estoy bien, no quiero ver a nadie más que a Hoseok y Namjoon.

– ¿Qué pasa? ¿Por qué estas rechazandonos tan de repente?

Jungkook no quería confesar que estaba irritable porque su vientre dolía cómo el demonio y solo quería estar acostado abrazando ese cojín con el olor de Taehyung.

– No he dormido bien, solo quiero descansar – murmuró Jungkook, gruñendo a aquellos hombres cuando dieron un paso más.

– Les dijo que no quiere que lo molesten – intervino Taehyung, entrando a la sala y parándose frente a los padres del Omega – no se siente bien con las visitas, está sensible por el embarazo.

– ¿Está sensible o le metiste ideas tontas a nuestro hijo? – preguntó Suyeon, mostrándose a la defensiva – hace semanas nos llamó llorando y desde entonces se volvió distante con nosotros... Creo que tuviste algo que ver en eso.

– Sus problemas familiares no son mi asunto – murmuró Taehyung, sintiendo la fuerte mirada de Miseok.

– Si no lo son, entonces hazte a un lado y dejame ver a mi hijo – Suyeon dió un paso hacia adelante, recibiendo un gruñido en respuesta por parte de Taehyung.

– Parece ser que disfrutas poner en nuestra contra a nuestro hijo – dijo Miseok, buscando imponerse ante Taehyung.

– Yo no les pedí que casaran a su hijo conmigo – dijo en un tono desinteresado, notando la molesta en la pareja – Ustedes fueron los que decidieron usarlo para satisfacer su ego y sus necesidades.

– Tú-

– Él ya dijo que no quiere verlos – interrumpió Taehyung de nuevo, volteando a ver a Jungkook quién se mantenía con los ojos cerrados con fuerza mientras encajaba sus uñas en el cojín – si al menos tienen un poco de respeto por su persona... – volvió su vista a los padres del Omega y sonrió amablemente – deberían irse.

Suyeon suspiró antes de darse la vuelta, siendo seguido por Miseok, ambos notándose bastante molestos.

Una vez la puerta fue cerrada, Taehyung pudo dejar salir todo el aire que había estado reteniendo. El padre de Jungkook siempre le había causado cierto miedo y haberlo enfrentado tenía a su lobo bastante orgulloso, inflando el pecho.

– Gracias – murmuró Jungkook, no moviéndose de dónde estaba.

– No me caen bien tus padres, quería hacer esto al menos una vez – murmuró Taehyung, dándose la vuelta para irse a trabajar – lo hice por mi, no por ti.

Jungkook se rio.

Incluso cuando sentía un terrible dolor, quería maldecir a Taehyung pero estaba más ocupado repitiéndose en la cabeza que aquello no dolía para que pasara rápido.

– Ahora no sé qué era peor, si parir o este dolor de mierda – murmuró Jeon, abriendo los ojos cuando sintió algo cubrirlo y el fuerte aroma de Taehyung llenar sus pulmones.

– Llegaré temprano – murmuró Taehyung, acomodando la gabardina que usó el día anterior sobre el cuerpo de Jungkook. Jeon vio al alfa ponerse en cuclillas frente a él, ladeando su cabeza mientras lo veía detenidamente.

– ¿Por qué te ves peor con el pasar de los días? – preguntó, recibiendo cómo respuesta a Jeon alzando los hombros – te ves pálido y sus ojeras se hacen más oscuras cada vez.

– Estoy bien – aseguró – solo necesito descansar.

– Llamame si surge algo, vendré de inmediato.

Jungkook asintió, viendo al alfa ponerse de pie y salir del departamento.

El Omega suspiró y se encogió en el sofá, cubriéndose con la ropa del alfa mientras sentía cómo el dolor comenzaba a disminuir gradualmente. Su lobo estaba feliz.

– Te encanta la atención de ese imbecil ¿No es así? – preguntó con gracia – aunque resulta que no es tan imbecil después de todo.

– Esta mañana fui a ver al médico, me dijo que ya puedo comenzar con mi tratamiento de fertilidad – dijo Seokjin del otro lado de la línea.

– ¿En serio? ¿Ya no tienes dolor?

– Ya no he sentido molestias... Y ahora que empezaré con mi tratamiento pensé-

Taehyung alejó su teléfono de su oído, frunciendo el entrecejo al ver que no habían terminado la llamada pero seokjin había guardado silencio

– ¿Qué pensaste?

– Pensé que tal vez podríamos intentar tener un hijo... Me gustaría tener un cachorro tuyo.

Taehyung sonrió.

– Sería bueno. Algo bueno entre todo el infierno.

– Cuando empiece mi tratamiento... ¿Pasarías mi celo conmigo?

– Lo haré. Hazme saber cuando – sea – Taehyung dejó sus cosas sobre el sofá vacío, guiando su vista por todo el lugar.

– ¿Podemos vernos donde siempre esta noche? – preguntó SeokJin, habiendo silencio en la línea por un momento – ¿Taehyung?

– Mmh ¿Qué dijiste? No te escuché – Taehyung abrió la puerta de la habitación del Omega, viéndolo enroscado en su nido, llevando puesta su gabardina.

– ¿Podemos vernos?

Taehyung cerró la puerta de la habitación de Jeon una vez estuvo dentro, acercándose a la cama.

– Lo siento... Hoy no puedo, tengo algo más que hacer.

– ¿Tienes mucho trabajo?

– Más bien algo personal, te hablaré mañana – dijo, colgando la llamada sin esperar una respuesta. Dejó su teléfono sobre la mesa de noche y se inclinó hasta Jeon, tocando su frente con la palma de su mano no hay fiebre.

Taehyung suspiró, mirando a todos lados antes de ponerse de pie e ir al armario de Jeon, sacando una de sus tantas cobijas coloridas, cubriendo el cuerpo del Omega.

Se quitó el saco que llevaba hoy y lo dejó cerca del rostro ajeno. Apretó los labios y fue entonces que tomó su teléfono para salir de aquella habitación. Solo cuidaría de él hasta que estuviera fuera de peligro.