Un par de amantes {South Park}{Cartters}

04

Pero que había pasado, todo iba en mal en peor, Liane Cartman lloraba destrozada, ya que estaban en el funeral de su calabacín, Butters también lloraba aunque no de la misma manera que la señorita Cartman, claro uno era su pareja en secreto, mientras tanto que la fémina era literalmente su madre, el rubió fue con la castaña a intentar decirle algo lindo, pero que no suene como una falta de respeto o algo, también le dijo que si necesitaba hablar con alguien, estaba el para ella.
Leopold estaba destrozado también, el amor de su vida ya no iba a estar junto a él, no le iba a decir un te amo, ni un mínimo hola, mientras tanto los demás ciudadanos no entendían la razón de el fallecimiento de ese chico, que clasifican como un hijo de puta se haya suicidado, si esa era su razón por la que falleció, como hizó esa locura pues el esperó a que su madre salga de casa, solo para agarrar un cuchillo de cocina, para ir a su cuarto cuidadosamente, para luego apuñalarse varías veces en lugares diferentes, seguramente sería una muerte patética en sus propias palabras, pero el siempre tuvo el pensamiento de que era patético.
El rubió dió un suspiro bastante cansado de esta mierda, iba a mirar el techo aburrido y pensativo, aunque sus padres lo llamaron así que fue rápidamente para no hacerlos enojar, no más de lo que estaban con el, los vió con curiosidad, para hacerles una pregunta, más que nada del porqué estaba la madre de su ex novio.

-¿Que pasó mamá, papá?- Preguntó, mientras jugaba con sus manos nervioso.

-Bueno Butters, vino Liane para darte algo, que te quería dar Eric, así que por respeto a su hijo, quería dartelo personalmente- Explicó Linda, con una voz tranquila mirando a su hijo.

-Oh, no se que decir- Respondió el rubió, mirando de un lado al otro- Gracias señorita Liane- Dijo dándole una pequeña sonrisa, pero demostrando respetó ante todo.

-De nada querido, estoy segura de que si quería dartelo, era por algo- Respondió, mientras le daba una carta- Bueno me voy a casa, muchas gracias por recibirme- Dijo bastante desanimada, para despedirse, y salir por la puerta.

Linda fue afuera con Liane, para quedarse a hablar un pequeño rato, mientras tanto el de abrigo celeste, fue arriba con el permiso de su padre, dió un pequeño suspiro para luego, abrir la puerta, sentarse en su escritorio para empezar a leer, esa carta por parte del difunto, cuando la leía no podía evitar llorar, solo venía de el.

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Butters o mi Butters, si estas leyendo esto muy seguramente ya no esté en este mundo, el por qué tiene varías razones, pero la principal es porque ya no soporto esta realidad, ya no se como compartarme en realidad, nunca lo supe, solo sé que tengo miedo de seguir aquí.
Te amo tanto, que no puedo dejar lastimarte en vida, si llego a hacerlo en muerto me sentiré mejor, que sea en mi fallecimiento que en vida, realmente no te pude dar momentos tan buenos, pero igualmente te amé, más bien te amo, estoy consciente de que nunca voy a darte lo que quieres, o necesitas, solo soy un tipo inútil, simulando ser el mejor, aunque te haya demostrado odio en ciertos momento.
Eres una de las pocas personas en la que pude confiar, esperó que encuentres a alguien, ya sea románticamente o no, que te haga feliz, que te traté mejor que yo, te mereces lo mejor, solo quiero que seas felíz, si eso significa que yo ya no debo estar, simplemente lo voy aceptar.

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No puede ser, el siempre se sintió una mierda, pero el de ojos azules nunca pudo ayudar, o mínimamente eso pensaba el rubió, las lágrimas caían a montones, por qué el, Leopold pensaba que Eric Theodore Cartman no merecía ese final, en cambió el sí, tuvo que ayudarlo, pero no pudo, lamentablemente no pudo, que podría hacer a parte de llorar.

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Esperó que les haya gustado

Éste me dió mucha pena escribirlo, aunque a la vez me encanta.

Adiós 🙂