Bueno volví con un nuevo capitulo de esta historia, tuve que corregir varias cosas etc. No olviden si ven algún error en la escritura comenten y señalalo.
Obviamente con respeto, pueden comentar dejar sugerencias para la historia sugerencia para cuando escriba pero siempre con respeto.
Bueno sin mas que decir que empiece el capitulo.
Capítulo 05 – La Capital Real, Alephis
Naruto - Entonces, supongo que eso te convierte en la sobrina del rey, eso es bastante inesperado. – Lo dijo mirando a la niña frente mío.
SUSHIE - No pareces sorprendido ¿Eh? – Lo dijo mirándome con curiosidad.
Yo simplemente me gire y note a todo mi grupo postrándose frente a la niña, eso me hizo preguntarme ¿Yo también lo debería hacer? En su anterior vida realizo muchas faltas de respeto a personas importantes y no fue castigado por el simple hecho de que al ser un Jinchuriki el asesinarlo no era opción.
SUSHIE - Pueden llamarme Sue. No estamos en un entorno formal, por lo que no necesitan inclinarse, usted tampoco necesita hablar formalmente. Como dije antes, te debo mi vida. En todo caso, debería ser yo quien agachara la cabeza. Todas ustedes, por favor, levántense. – Lo dijo con una sonrisa, mientras que lo dijo fue obedecido por mi grupo.
NARUTO – Entonces ¿Qué está haciendo la hija del duque en un lugar como este? – Pregunte mirando a Sue.
SUE - Estábamos de regreso del hogar de mi abuela materna. Había un asunto que estábamos investigando, ya vez. Nos quedamos un mes y ahora nos encontrábamos de regreso a la capital. - Lo dijo con simpleza.
NARUTO – Y luego te atacaron en este camino, realmente no suena como si fuera un grupo de ladrones los que te atacaron. – Lo dije ya habiéndome topado con casos similares.
Podía decir que este ataque había sido con el intento de secuestrar a Sue, el hecho de que ella fuera la hija del duque causa que sus sospechas sean posiblemente ciertas, además de que el noto como la niña omitía algunos datos en su relato, lo ignore ya que pensé que tendría sus motivos.
SUE - Bueno, el asaltante está muerto ahora. No tenemos forma de saber quién era él ni a quiénes le ordenaban actuar. – Fue lo dicho por Sue con un suspiro.
YAE - Me disculpo, lo hago" Yae agachó la cabeza con Pesar.
NARUTO – No te preocupes, es probable que los que lo contrataran hayan previsto su derrota por lo que hay posibilidades que este tipo se suicidara. – Lo dijo intentando quitarle algo de culpa a Yae. - Entonces, Sue ¿Qué planeas hacer a continuación? – Lo dije con curiosidad.
LEIM - Con respecto a eso... Más de la mitad de los guardias han sido derribados, y si nos atacan de nuevo, me temo que no podremos mantener a la joven a salvo. – Lo dijo con claro pesar y vergüenza. - ¿Considerarías prestarnos tus servicios como guardaespaldas? Me encargaré de que les paguen adecuadamente en cuanto lleguemos a la capital de forma segura. ¿Nos ayudarás? – Lo dijo mirándome en busca de una respuesta.
NARUTO - El trabajo de guardaespaldas, eh... Bueno, todos nos dirigíamos al mismo lugar de todos modos, y no puedo simplemente dejarlos aquí a su suerte. ¿Qué dicen chicas? – Lo dije restándole importancia a su pedido para girarme y mirar a mi grupo.
ELZE - Suena bien, quiero decir, estábamos yendo al mismo lugar de todas formas. – Fue lo que dijo.
LINZE - No me importa en absoluto. – Lo dijo estando de acuerdo conmigo.
YAE - Yo soy solo un pasajero, así que te dejaré la decisión, Naruto-dono. – Lo dijo con respeto.
NARUTO - ¡Está bien, vamos a tomar el trabajo! ¿¡A la capital, entonces!? – Lo dijo sonriéndole a Leim y a Sue.
SUE - ¡En efecto! ¡Confiaremos en sus capacidades! – Sue me sonrío.
Entonces, nuestros dos carruajes continuaron su travesía en dirección de la capital. El viejo carro seguía al carruaje de Sue, y delante de los dos había dos soldados a caballo, abriendo el camino el soldado restante había tomado su caballo y se marchó para entregar una carta que Sue había escrito explicando la situación a su familia.
Monté en el carruaje como guardaespaldas personal de Sue. Dado que era experto tanto en magia como en juego de espadas, se decidió que era la mejor posición posible para mí, me senté en un asiento de primera clase completamente desconocido, y justo delante de mí estaba sentada Sue, con Leim a su lado todo el tiempo.
NARUTO - ... Y con eso, el Cuarto Hokage derroto al Zorro de Nueve colas sacrificando su vida con tal de que su hijo y su pueblo tuvieran un mañana por el cual vivir. - Lo dije con una sonrisa.
SUE - ¡Oh! ¡Increíble! ¡Un final heroico y trágico para el personaje, pero un buen final! - Sue aplaudió mientras escuchaba mi historia.
Que técnicamente hablando eran los hechos que sucedieron durante el día de mi nacimiento, me habían dicho que hablara de algo, así que, llamándolo un cuento heroico transmitido en mi ciudad natal, les conté la lucha heroica de mi padre contra el que sería mi mejor amigo de nueve colas.
A Sue le encanto mi historia, aunque hablaba muy extrañamente para alguien de su edad, por lo dicho por Leim Sue intentaba imitar a su abuela, por lo que supuse que su abuela también debe haber sido alguien de un estatus bastante alto.
SUE - ¿Me permitirías escuchar otra historia, Naruto? – Lo dijo con una sonrisa clara en su rostro.
NARUTO - Bien de acuerdo. Veamos... Hace mucho tiempo en un pueblo que era conocido por ser atacado constantemente por demonios, había una chica llamada Shion... - Nunca pensé que estaría contando mis aventuras, obviamente evite mencionarme ya que no quería causar una horda de dudas y posible desconfianza.
Sue parecía lo suficientemente feliz, así que realmente no me importaba supuse que al haber vivido en un mundo donde existe la magia lo que le contaba no era tan imposible de creer, después de eso, me agote contando las historias y aventuras que viví y antes de darme cuenta, me encontré contando hechos históricos de mi mundo adaptado para que no se note tan sangriento, me sorprende mucho al oír que Sue quería ir a la isla tortuga, pero Leim logró calmarla.
Parecía que a la joven le encantaban las historias de aventuras, que chica más extraña si yo mismo lo digo, pero quien soy para decirlo el era igual o más raro.
Capital de Belfast – Alephis
SUE - ¡Ooh, ya casi llegamos! ¡Es la capital! - Sue grito cuando asomó la cabeza por la ventana.
Miré hacia afuera, y en la distancia pude distinguir un castillo blanco rodeado de altos muros, enmarcado por una gran cascada detrás de él, por lo que había leído esta era la capital real, Alephis. Ubicado en la orilla del lago Palette, una gran masa de agua que se formó en la base de la cascada, también se conocía como la capital del lago.
Situado en la parte occidental del continente, el Reino de Belfast tenía un clima cómodo. Eso más la justa regla del rey reinante lo convirtió en un país relativamente pacífico. Los productos de seda hechos en la región de Killua de Belfast fueron reconocidos como algunos de los de más alta calidad en el mundo. Eran ligeros y suaves, robustos y hermosos. Los bienes eran populares entre los nobles e incluso las familias reales de otros países, por lo que el negocio era el orgullo del reino y supuestamente una fuente indispensable de ingresos.
A medida que nos acercábamos más y más a la capital, me sorprendió una vez más el tamaño de las murallas del castillo. ¿Dónde se detuvo todo? Era en gran medida la imagen de una fortaleza de hierro diseñada para mantener fuera a cualquier enemigo. No quiere decir que en realidad fue de hierro o algo así.
Varios soldados estaban realizando inspecciones en las puertas de la ciudad antes de permitir el paso de personas a la capital. Sin embargo, nos dejaron pasar tan pronto como el guardia vislumbró las caras de Sue y Leim. Parecía que eran bastante conocidos por estas partes. Sin duda, el escudo de la familia del duque en el costado del carruaje también jugó un papel importante.
El carruaje continuó recto hacia el castillo, cruzando un puente de piedra que atravesaba un gran río a lo largo del camino. Había otro punto de control en el medio del puente, pero seguimos avanzando una vez más.
LEIM - Más allá de este punto está el distrito residencial de los nobles. – Me informo, otnado fácilmente mi poco conocimiento sobre la capital.
Le hice un gesto de "ya veo" a la explicación de Leim. Luego, la capital se dividió en dos áreas: el distrito más común y el distrito noble. Lo que significaba que el lugar que acabamos de dejar debe haber sido el distrito más común.
Viajamos por una calle llena de hileras de hermosos edificios y llegamos frente a una enorme mansión. Las paredes por aquí también eran enormes. Cuando finalmente nos detuvimos frente a la entrada, cinco, luego seis soldados abrieron lentamente las puertas muy grandes, supuestamente pesadas. Solo ahora que estábamos justo enfrente reconocí que la cresta de la puerta era la misma que estaba en el costado del carro.
Así que esta era la propiedad del duque. Era enorme. Todo, desde el jardín hasta la casa, era innecesariamente enorme, supuse que era una forma en la cual las personas con estatus demostraban su superioridad.
El carruaje se detuvo frente al vestíbulo, y Sue abrió la puerta con gran entusiasmo.
SIRVIENTES - ¡Bienvenida de regreso, señorita! – Fue lo dicho por todos con clara felicidad.
SUE - ¡Muchas gracias! – Sue devolvió el saludo.
Un muro de sirvientas apareció e inclinó sus cabezas al unísono. Simplemente me senté en el carruaje, completamente estupefacto hasta que Leim me instó a salir. Me sentí... completamente y absolutamente fuera de lugar. Cuando entramos en el vestíbulo, un hombre bajó corriendo por la escalera alfombrada de rojo frente a nosotros.
ALFRED - ¡Sue! – El hombre grito con clara felicidad al ver a su hija.
SUE - "¡Padre!" Sue hizo una línea recta hacia el hombre y salto para abrazarlo.
ALFRED - Gracias a Dios... Gracias a Dios que estás a salvo. – El hombre abrazo acaloradamente a su hija, pude ver el miedo del hombre en sus ojos.
SUE - Estoy bien. ¿No lo escribí como tal en mi carta? – Lo dijo sonriéndole a su padre, no importándole mucha la muestra de afecto.
ALFRED - Cuando llegó esa carta, sentí como si mi corazón se hubiera detenido en mi pecho... – Lo dijo con claro miedo.
Ese era el duque Alfred Ortlinde, hermano del rey. Tenía cabello rubio y un cuerpo fuerte que hablaba de su buena salud de un vistazo. Pero a pesar de su robustez, tenía una cara amable que lo hacía parecer nada más que amable.
Finalmente, el duque se separó de su abrazo con Sue y se dirigió hacia nosotros.
ALFRED - Ustedes deben ser los aventureros que salvaron a mi hija. Tienes mi más sincera gratitud. En verdad, muchas gracias por toda su ayuda. – Fueron las claras palabras llenas de agradecimiento dadas por el Duque.
NARUTO - Por favor, no hay necesidad de inclinar la cabeza. ¡Solo hicimos lo que cualquiera haría en esa situación! – Lo dije rapidamente, sabía que no era bien visto que alguien importante se inclinara ante alguien que no tenía tal estatus.
ALFRED - Ya veo, Eres bastante modesto, ¿Verdad? Sin embargo, tienes mi gratitud. - Después de que terminó de hablar, el duque tomó mi mano entre las suyas y la estrechó con firmeza. - Sin duda ya lo sabes, pero permíteme presentarme formalmente. Mi nombre es Alfred Urnea Ortlinde”.
NARUTO - Soy Uzumaki Naruto. Oh, Naruto es mi nombre y Uzumaki es mi apellido. – Lo dije aclarando las posibles dudas.
ALFRED - Ya veo, parece ser que eres de Eashen... ¿Entonces viniste a la capital con una solicitud de gremio para entregar una carta?" Nos sentamos en la terraza del segundo piso con vista al jardín, disfrutando de una taza de té.
Aunque los únicos que realmente disfrutaban de su té eran el duque y yo, ya que las otros tres estaban tensas y se sentaban como tablas de madera. Sue había dejado su asiento y ya no estaba allí. Me pregunté a dónde se había ido.
ALFRED - Si no hubieras aceptado esa solicitud, Sue podría haber sido secuestrada o asesinada en este momento... Estoy agradecido con quien te haya pedido que vinieras. – Lo dijo con una sonrisa.
NARUTO - ¿Tienes idea de quién pudo haber estado detrás del ataque?" – Lo dije con curiosidad tenía mucha curiosidad sobre el ataque que sufrió Sue.
ALFRED - Desearía poder decirte quien lo hizo... Pero considerando mi posición, estoy seguro de que no hay final para las personas que me ven como una molestia. Incluso podría haber algunos entre los nobles que buscarían secuestrar a mi hija y usarla contra mí para hacerme bailar a cada uno de sus caprichos. - El duque hizo una mueca de amargura y tomó un sorbo de su té mientras decía eso.
SUE - Estoy de vuelta, perdón por la espera. - Sue salió a la terraza.
Llevaba un vestido con volantes de color rosa pálido, y en su cabello llevaba una diadema con una rosa rosa pálida a juego. Le quedaba muy bien.
ALFRED - ¿Hablaste con Ellen? – Lo dijo con pesar al ver a su hija.
SUE - Lo hice, sí. Sin embargo, no le dije nada que había sido atacada, no quise preocuparla. - Sue salió y se sentó junto al duque.
Leim salió un momento después con más té.
NARUTO - ¿Ellen? – Pregunte con claro desconcierto.
ALFRED - Sí, esa sería mi esposa. Lamento que no pudiera venir a conocerte, a pesar que rescataste a nuestra hija... Está terriblemente ciega, ¿Entiendes? – Lo dijo con claro pesar al mencionar el estado de su esposa.
YAE - Su esposa es ciega, ¿Es cierto? - Yae habló, un corazón pesado claramente detrás de sus palabras.
ALFRED- Ella sufrió una enfermedad hace cinco años... Lograron salvar su vida, pero no su visión. - El duque dejó caer su mirada mientras hablaba su triste historia.
Sue se dio cuenta, y puso su mano encima de la suya. Ella debe haber estado preocupada por su padre. Ella realmente era una niña encantadora.
LINZE - ... ¿I-Intentaste tratarlo con magia? – Lo dijo con duda.
ALFRED - Llamé a los practicantes de magia curativa en toda la tierra, pero... no sirvió de nada, dijeron que, si hubiera sido causado por una lesión física, entonces la magia podría haber ayudado en algún grado, pero que no tendría ningún efecto en los efectos secundarios de una enfermedad. – Fue la respuesta dada por el Duque con clara indiferencia.
Así que incluso la magia curativa no podría ayudar con eso... pensé que podríamos curarlo con [Cure Heal] o algo así, pero... Momentos como esos fueron donde sentí impotente, si Sakura o Tsunade estuvieran aquí él estaba más que seguro que ellas curarían a la esposa del Duque sin ninguna dificultad.
SUE - Si solo el abuelo estuviera vivo. - Susurró Sue con voz baja y arrepentida.
ALFRED - El padre de mi esposa... el abuelo de Sue, es decir, mi suegro podría usar un tipo de magia muy especial. Él fue capaz de curar cualquier anomalía dentro del cuerpo. La razón por la que Sue se fue originalmente en un viaje fue para descubrir más sobre su magia y tratar de encontrar una manera de recrearla. – Lo dijo con clara tristeza.
SUE - Si tuviéramos la magia del abuelo, podríamos curar los ojos de la madre. Incluso si no pudiéramos usar esa magia, existía la posibilidad de que saber más sobre ella nos hubiera permitido sustituirla con un hechizo de una escuela de magia diferente. Eso fue lo que escuché del mago de la corte, al menos. De lo contrario, podríamos tratar de encontrar a alguien que pueda usar la misma magia que el abuelo. - Sue apretó su puño con frustración
ALFRED - Ella dijo que la posibilidad de eso era muy baja, Sue. La magia no elemental es principalmente magia personalizada, no hay dos personas que puedan usar exactamente el mismo hechizo no elemental entre sí. Pero estoy seguro de que debe haber alguien por ahí que pueda usar un hechizo similar, definitivamente encontraré a esa persona, de una forma u otra... – Lo dijo con clara seguridad.
YAE/ELZE/LINZE - ¡Ahhh! - Las tres chicas sentadas a mi lado de repente saltaron de sus asientos y dejaron escapar algunos ruidos muy fuertes
LINZE - ¡Es Naruto!
ELZE - ¡Naruto, eres tú!
YAE - ¡Naruto-dono, debes ser tú, debes!
NARUTO – Es verdad, me cierto avergonzado por olvidarme de algo tan importante y mucho mas en esta situación. – Lo dije rascándome la cabeza con clara vergüenza. – Quizas suene irreal pero naci con la habilidad de poder usar cualquier hechizo nulo o bueno la mayoría de hechizos nulos que he realizado hasta ahora han funcionado. – Lo dijo asegurándoles que no era del todo seguro.
Quizas Linze le haya dicho que podía copiar cualquier hechizo nulo, el todavía no estaba tan seguro, el porque de eso se debia a que no deseaba creer que podía realizar cualquier hechizo de ese tipo y de alguna forma alguno no funcione.
ALFRED – ¿De que estás hablando...? ¿Quieres decir que puedes...? – Lo dijo impactado por lo que dije.
SUE - ¡Naruto! ¡¿Realmente puedes curar a mi madre?! – Grito Sue con sorpresa y clara emoción de ver a su madre curada.
El duque me miró con una expresión de puro desconcierto en su rostro. Mientras tanto, Sue se aferraba a mi brazo como si nunca la soltara.
NARUTO – Como les dije no es del todo seguro que pueda realizar el hechizo, pero no podré decir de imposible sin probarlo primero. Pero hay una posibilidad mientras yo sepa el nombre del hechizo y los detalles de lo que hace ya que con solo eso hasta ahora he podido replicar varios hechizos nulos. – Lo dijo sonriéndole al padre e hija, esperaba poder ser aquel salvador que ayudara a que esta familia este completa.
Cambio de Escena – Habitación del Duque
Ante lo que había dicho rapidamente el Duque y Sue me dijeron todo lo que sabían sobre el hechizo nulo del Abuelo de Sue, yo escuche e intente hacerme una idea y entonces padre e hija me guiaron hasta la habitación donde se encontraba la madre de Sue.
ELLEN - Oh, ¿tenemos invitados? – Lo dijo algo sorprendida.
La señora sentada en la cama en la habitación en la que entramos se parecía mucho a Sue. Verla casi me hace creer que estaba vislumbrando el futuro de Sue. La única diferencia era que ella tenía el cabello castaño claro en contraste con la rubia de su hija.
Su blusa blanca y su falda azul pastel le dieron un aire de transitoriedad. Para compararla con una flor, era menos como una rosa o un lirio, y más como el aliento de un bebé. Ella todavía era joven, también. Probablemente no tenía ni treinta años todavía. Pero sentí como si su juventud solo atrajera más atención a sus ojos ciegos. Sus ojos aún estaban abiertos, pero se sentía como si su mirada nunca se fijara en nada. Casi hizo que uno se preguntara exactamente dónde estaban mirando esos ojos.
NARUTO - Mi nombre es Uzumaki Naruto. Es un placer conocerla, duquesa Ellen. – Lo dije inclinándome.
Quizás podía ser una falta de respeto para alguien ciego, pero supuse dado el hecho de que reconoció que el Duque no venía solo que de alguna forma su ceguera provoco que sus demás sentidos mejoraran y de alguna forma podía ver medianamente a pesar de estar ciega.
ELLEN - El placer es todo mío. Querida, ¿este joven es amigo tuyo? – Lo dijo girando su rostro en dirección de Sue.
SUE - Lo es, él es alguien que me cuidó durante mi viaje... y al enterarse de tus ojos, dijo que le gustaría ver qué podía hacer. – Lo dijo la niña a su madre.
ELLEN - ¿Mis ojos...? – Lo dijo con un tono esperanzado.
Quizás después de tanto tiempo ciega ya había encontrado una forma de detectar quien se le acercaba eso no era en muchos casos del todo acertado, además del mismo hecho de que extrañaba poder ver los rostros de su hija, su marido y de todo lo que la rodeaba.
SUE - Madre, por favor, relájate por un momento. - Dijo Sue, para que su madre estuviera tranquila.
Levanté la mano en silencio y la sostuve frente a los ojos de la duquesa Ellen. Mi mente se centró completamente en ellos mientras lanzaba el hechizo que había aprendido hace un momento. Vamos, por favor funciona, ese era el único pensamiento que tenía en mi mente.
NARUTO - [Recovery] - Una suave luz fluyó desde la palma de mi mano hasta los ojos de la duquesa Ellen.
Cuando la luz se desvaneció, aparté mi mano, la mirada de la duquesa vagó por un momento antes de establecerse gradualmente. Después de parpadear un par de veces, se volvió para mirar en dirección a su marido y su hija, pero a diferencia de antes los ojos de la duquesa consiguieron un brillo que no había tenido antes.
ELLEN - ... Yo…yo puedo... ¿ver? ¡Querido...! ¡Puedo ver! - Las lágrimas comenzaron a fluir de los ojos de la duquesa Ellen.
ALFRED - "¡Ellen...!"
SUE - ¡Madre!" Los tres se aferraron el uno al otro y comenzaron a llorar.
Finalmente, al ver a su esposo e hija por primera vez en media década, la duquesa Ellen sonrió brillantemente a través de sus lágrimas. Ella simplemente continuó mirando sus rostros con ojos manchados de lágrimas. Los rostros de su amada familia.
Leim, que había estado observando en silencio la escena desde cerca, volvió la cara hacia arriba y comenzó a sollozar también.
ELZE - Uwah... ¡Estoy tan feliz!" Elze exclamo.
LINZE - Estoy muy contento por ellos también...”
YAE – ¡Estoy muy contento por ellos, lo estoy...!"
No te como las chicas estaban llorando y pues me sentí mal no estar conmovido con la escena frente mío, supuse que mi insensibilidad se debía a todo mi sufrimiento en mi vida anterior, ¿Cuántas veces había llorado? De niño lo hizo muchas veces, ya como un shinobi todas las veces eran contadas, cuando peleo con Gara, cuando perdió contra Sasuke, con la muerte del tercer Hokage, la muerte de Jirayja, el conocer al fin a su madre y el despedirse de su padre, muy pocas si consideramos que eso sucedió dentro de solo 5 años.
Por el momento, solo vimos cálidamente mientras la familia lloraba de felicidad
Cambio de Escena – Salón
ALFRED - Estoy muy en deuda con usted, realmente, no tienes idea de lo que esto significa para mí. Usted no solo salvó a mi hija, sino que incluso curó a mi esposa... Gracias, muchas gracias. - El duque se inclinó ante nosotros otra vez.
Realmente no estaba bien con situaciones como esa. No podía soportar seguir haciendo que este hombre se inclinara ante mí.
Sue todavía estaba en la habitación de la duquesa Ellen. Nos llevaron al salón, donde nos sentamos en lujosas sillas frente al duque.
NARUTO - Por favor, no lo menciones. Sue está a salvo, y tu esposa está curada. Me alegro de que todo esté bien ahora. – Lo dije sonriendo.
ALFRED - No, no puedo dejarlo solo en eso. Realmente debo mostrarte el nivel apropiado de gratitud. Leim, tráelo. – Lo dijo mirando al mayordomo parado a su lado.
LEIM - Por supuesto, señor. - Leim trajo una bandeja de plata con varios objetos colocados en ella.
ALFRED - En primer lugar, toma esto. Es tu recompensa por salvar a mi hija. Además de escoltar a su casa de forma segura. - Leim me entregó una bolsa que supuse que tenía dinero dentro. - Deberías encontrar cuarenta monedas de platino dentro.
YAE/ELZE/LINZE - ¿¡Que!? - Las chicas parecieron entender la situación de inmediato, pero no estaba seguro de lo que quería decir el duque.
Sabía todo sobre monedas de oro en ese momento, pero ¿Qué era una moneda de platino? Le pregunté a Elze, que estaba sentado a mi lado.
NARUTO - Oye Elze, ¿Qué es una moneda de platino? – Lo dije con clara duda.
ELZE - ...Es un nivel de moneda un paso por encima de las monedas de oro. Una sola moneda de platino equivale a diez monedas de oro. – Lo dijo aun en claro estado de shock.
Yo asentí e hice mis cálculos, si una de platino valía diez de oro, significaba que tenía 400 de oro, ¿Eso significaba que era rico ahora? Bueno obviamente tenía que dividirse el dinero entre los de su grupo, pero entonces su grupo era rico.
NARUTO - ¡Espera, no puedo aceptar esto! ¡Eso es demasiado! - Después de que me di cuenta de lo mucho que nos estaban dando, me apresuré a rechazarlo. No había forma de que el trabajo que aceptamos valiera tanto.
ALFRED - No digas eso, por favor, solo acéptalo. Si planean ganarse la vida como aventureros, estoy seguro de que llegará a un punto en el que encontrará que necesita dinero como este. Piense en ello como fondos para guardar cuando llegue ese momento.
Tenía un punto, el dinero probablemente sería útil. Odiaba admitirlo, pero había cosas en este mundo que solo podían resolverse usando el dinero. Además, por lo que sabía de la personalidad del duque, no iba a ceder hasta que aceptara la recompensa.
ALFRED - Además, me gustaría darles esto a cada uno de ustedes. - El duque alineó cuatro medallas en la mesa frente a él.
Cada una tenía un diámetro de unos cinco centímetros, el diseño de la medalla presentaba un escudo en el centro y un par de leones enfrentados desde el lado.
ALFRED - Son medallas con el escudo de mi familia. Con esto, podrán pasar por cualquier punto de control con relativa facilidad, y también podrá usar las instalaciones que normalmente son exclusivas para los nobles. En caso de que algo suceda, actuarán como garantía de que mi familia le brindará apoyo. Son una forma de identificación, supongo.
Según el duque, tales medallas normalmente se entregaban a los comerciantes exclusivos de la familia u otras figuras importantes. Cada una de las medallas tenía nuestros nombres individuales grabados en ellas, junto con una sola palabra, lo que significaba que no podía haber duplicados. Aparentemente, eso era para asegurarse de que nunca podrían ser objeto de abuso si alguna vez los perdíamos.
Mi medalla llevaba la palabra "Tranquilidad", la de Elze era "Fervor", la de Linze era "Filantropía" y la de Yae era "Sinceridad". Tranquilidad, eh... Bueno, la paz es lo mejor, después de todo.
De todos modos, estas ciertamente sonaron como cosas útiles para tener. Hicieron que sea más fácil visitar a Sue también, en realidad. Ser detenido en los puestos de control todo el tiempo sonaba como un dolor real. Aunque en una emergencia, siempre podría lanzar [Gate] para evitar todos los puntos de control de todos modos.
Dividimos el dinero en partes iguales entre nosotros, diez monedas de platino cada una. Aun así, un platino era diez de oro, por lo que era un millón de yenes... Tenía que asegurarme absolutamente de que nunca, nunca abandonaría ninguno de estos.
Decidimos que era demasiado arriesgado andar con tanto dinero, por lo que cada uno de nosotros tomó una moneda única y el duque nos entregó el resto al gremio. Aparentemente, se creó para que pudiéramos retirar nuestro dinero de cualquier oficina del gremio en cualquier ciudad. Pensé que era como el equivalente de este mundo a un banco.
Decidimos que era hora de irnos, y cuando regresamos al vestíbulo, Sue y la duquesa Ellen vinieron a despedirnos.
SUE - ¡Ven a visitarnos pronto! ¡Eso es una orden, ¿Me oyes?! - Una apasionada escena de despedida detrás de nosotros.
Nos montamos en nuestra carreta y nos dirigimos a entregar esa carta a la propiedad del vizconde Swordrick justo como Zanac nos había pedido.
YAE - ¿Eh? Esa es la carta que les pidieron que entreguen era para el vizconde Swordrick, ¿verdad? – Fue la pregunta hechas por Yae.
Oh, ¿no le habíamos dicho eso a Yae todavía? Con curiosidad me encontré con la mirada sorprendida de Yae cuando el carro se balanceó de lado a lado.
NARUTO - ¿Lo conoces? – Pregunte con cierta curiosidad.
YAE - ¿Qué si lo conozco? Él es el mismo hombre que mencioné antes, él es, el que ayudó a mi padre en el pasado, es el mismo hombre que estoy aquí para conocer, ¡él es! – Lo dijo con una sonrisa.
Eh, esa fue una gran coincidencia. Pequeño mundo después de todo.
Nos lanzaron en la parte trasera del carro cuando Elze nos condujo por la calle de clase alta, siguiendo las instrucciones que el duque nos había dado antes de detenerse fuera de la finca del vizconde.
Puede parecer grosero, pero recién llegado de la propiedad del duque, el vizconde parecía mucho más... cómodo, comparativamente. Sin embargo, no había duda de que era un lugar grandioso. Se sentía bastante viejo, o más bien, rico en historia. Había oído que muchos de los nobles con propiedades en la capital también poseían tierras en otros lugares, por lo que esta podría haber sido la villa del vizconde.
Cuando le dimos el nombre de Zanac al portero, él dijo que arreglaría que el vizconde nos encuentre. En poco tiempo nos llevaron al edificio, donde un hombre al que tomé como mayordomo nos llevó a la sala de estar.
Una vez más, en comparación con la sala de estar en la casa del duque, el lugar era un poco... bueno... Pensamientos descortés corrían por mi cabeza mientras esperábamos, cuando salió el héroe pelirrojo. Este chico... era fuerte. Podía decir incluso a través de su ropa que su forma muscular estaba bien entrenada. Incluso sus ojos eran agudos, observándonos como un halcón que señalaba a su presa.
¿? - Mi nombre es Carlossa Galune Swordrick. ¿Son ustedes los mensajeros que envió Zanac? – Lo dijo mirándonos a todos nosotros.
NARUTO – Lo somos, estamos aquí para entregarle esta carta a petición suya. También se nos pidió que recibiéramos una respuesta para que nos la lleváramos con nosotros. - Le entregué el tubo que contenía la carta de Zanac.
El vizconde lo tomó y retiró el sello de cera con un cuchillo antes de leer el contenido.
CARLOSSA - Espera aquí un momento, escribiré una respuesta. - Después de que él habló, el vizconde salió de la habitación.
Cuando se fue, una doncella entró en la habitación y nos preparó un té, pero comparado con el té que habíamos tomado en la casa del duque... No, eso fue suficiente. No hay necesidad de faltarle el respeto al vizconde. No debería haberlo comparado con el duque en primer lugar.
CARLOSSA - Lamento haberte hecho esperar. - El vizconde regresó con una carta sellada en la mano.
NARUTO - Está bien, por favor dale esto a Zanac. Además, espera un momento. Antes de que te vayas... - A pesar de que el vizconde me entregó la carta, su mirada se desvió hacia Yae.
CARLOSSA - Me he estado preguntando desde la primera vez que puse tus ojos en ti... Nosotros... No, no creo que nos hayamos conocido antes. Aun así... ¿Cómo te llamas? - El vizconde inclinó la cabeza como si intentara recordar algo.
YAE - Mi nombre es Kokonoe Yae; Hija de Kokonoe Jubei, yo soy. - Lo dijo con claro orgullo.
CARLOSSA - ... Kokonoe... Oh, ¡Kokonoe! Ya veo. ¡Así que eres la hija de Jubei! - El vizconde le dio una palmada en la rodilla, dejó escapar una amplia sonrisa y le dio una mirada a Yae con una expresión feliz en su rostro. - Sí. No hay error. Eres la imagen de Nanae ¡Me alegro que luzcas igual que tu madre y no de tu padre! - El vizconde se rio como si de repente se hubiera puesto de buen humor, y Yae simplemente sonrió sin decir una palabra.
NARUTO - Uhm... entonces, ¿Cómo sabes que Yae...? – Lo pregunte con curiosidad por la historia de fondo.
CARLOSSA - ¿Hmm? Claro. Verás, su padre, Jubei, solía ser un instructor de juegos de espadas para la familia Swordrick. Cuando yo aún era un mocoso lloriqueando, él realmente me hizo pasar por el infierno. Fue un verdadero desafío, te lo digo. Difícil de creer que fue hace veinte años. – Lo dijo sonriendo con clara nostalgia.
YAE - Mi padre siempre habla de cómo, entre los espadachines que entrenó, ninguno era tan sabio o talentoso como tú, Vizconde-dono. – Lo dijo con una sonrisa.
CARLOSSA - ¿Ohoho? ¡Me complace escuchar eso! Incluso si es una simple adulación, es reconfortante saber que mi antiguo maestro habla muy bien de mí. - El vizconde sonrió felizmente, fiel a sus palabras.
YAE - También me dijo que, si alguna vez tuviera la oportunidad de conocerte, debería pedirte tu consejo en cuestiones de juegos con espadas, lo hizo". – Lo dijo con seriedad.
CARLOSSA - Oho... - El vizconde entrecerró los ojos, aparentemente entusiasmado por las palabras de Yae.
Noté como la atmosfera alrededor de ellos dos cambio completamente, supuse que se debía al siguiente encuentro, si yo mismo lo digo me preguntaba ¿Que tan rápido vencerían a Yae? Quizás era una amiga, pero por lo que vi del Vizconde a simple vista era alguien muy fuerte y usualmente esas personas sabían ocultar siempre la mayoría de su fuerza.
El jardín del vizconde tenía un dojo en la que supuse era su casa, al entrar vi un piso de madera pulido, varias espadas de madera colgadas en la pared... con un santuario real.
CARLOSSA - Este edificio fue planeado por el Sr. Jubei, y fue construido por mi padre. Fue diseñado para tener una estética Eashen, se podría decir. – Lo dijo informándonos ante nuestra clara curiosidad.
YAE - Me recuerda al dojo en casa... Me hace sentir nostálgica, lo hace. – Lo dijo con seriedad.
CARLOSSA - Elige la espada de madera que más te convenga. Están alineados por el tamaño de su agarre. – Le informa a Yae con clara confianza.
Después de cambiarse a su atuendo de entrenamiento, el vizconde arregló su faja y tomó una espada de madera. Yae, por otro lado, tomó algunas espadas y trató de balancear cada una de ellas varias veces antes de decidir cuál era la mejor para ella. Poco después de eso, ella estuvo cara a cara con el hombre.
CARLOSSA - ¿Alguno de ustedes está familiarizado con la magia curativa?"
NARUTO - ... Sabemos uno o dos hechizos. - Respondí levantando la mano y mirando a Linze.
Me preocupe un poco, por la confianza que exudaba el vizconde y ante la pregunta era fácil deducir que el vizconde podría darle una paliza a Yae o su habilidad era tan buena que estaba segura de poder hacer graves daños y su siguiente declaración no hizo nada para calmar mi creciente preocupación.
CARLOSSA - Entonces no habrá necesidad de contenerse. Ven a mí con todo lo que tienes”. Cuando dijo eso, fuimos a sentarnos en el borde del dojo para que no interfiriéramos en su lucha.
Después de confirmar que estaban completamente listos, ella señaló el comienzo.
ELZE - ¡Ahora, entonces... empiecen! - Cuando la voz de Elze sonó en todo el dojo.
Yae corrió hacia el vizconde con una velocidad sorprendente, pero el vizconde no se inmuto ante tal velocidad y ataco a Yae, la cual detuvo el primer golpe de frente y paró cuidadosamente cada uno de los numerosos ataques que siguieron.
Yae retrocedió momentáneamente y trató de ajustar su respiración. Sin embargo, a pesar de la oportunidad de oro, el vizconde no la atacó. En cambio, él solo observaba sus movimientos.
Uno frente al otro, se cerraron uno sobre el otro como si dibujaran una espiral interior. Poco a poco, la distancia entre ellos se redujo hasta llegar a un punto que convocó otro intercambio de espadas de madera... comenzando otra cadena viciosa de golpes.
Sin embargo, Yae fue la única que atacó realmente. El vizconde simplemente paró, evadió y desvió, sin mostrar ningún signo de ir a la ofensiva.
CARLOSSA - Ya veo... Así es como es. - Él cambió su espada a una posición más baja.
Yae fijó su puntería y respiró mientras sus hombros se movían hacia arriba y hacia abajo en rápida sucesión. Era evidente que se estaba quedando sin energía.
CARLOSSA - Tu esgrima es adecuada. Incluso me atrevería a decir que es ejemplar, ya que no veo ni un solo movimiento perdido. Es como la forma en que Jubei me enseñó. – Lo dijo alagándola.
YAE - ¿Hay algún problema con eso, lo hay? – Fue la pregunta hecha por Yae.
CARLOSSA - De ninguna manera. Sin embargo... no tienes nada más allá de ese nivel. – Lo dijo regañándola.
YAE - ¿¡Que…? - Lo dijo sorprendida.
El vizconde cambió su espada a una posición elevada y mostró su primer acto de agresión. Incluso yo podía sentir su aura eléctrica.
CARLOSSA - ¡En guardia! – Grito con seriedad.
Dio un paso adelante, con una sorprendente velocidad, si el mismo lo decía la podía comparta a la de un Jounin y rápidamente saltó y cerró la distancia entre él y Yae. La espada que sostenía sobre su cabeza bajó rápidamente hacia su cabeza. Yae respondió colocando su espada sobre ella.
Sin embargo... al momento siguiente, cayó al suelo con un sonido muy insatisfactorio. Podía escucharla gemir mientras se aferraba a uno de sus costados.
ELZE - ¡S… Suficiente! - Elze proclamó el final del combate. Si esta fuera una batalla real, Yae se habría dividido cuidadosamente por la mitad.
YAE - Guh... – Soltó un claro quejido de dolor.
CARLOSSA - Por favor, abstente de moverte demasiado. Probablemente te rompas algunas de tus costillas. Si les das la oportunidad, pueden perforar tus pulmones. ¡Tú allí! Ven a sanarla.
NARUTO – En eso estoy. – Lo dije ya estando al lado de Yae.
Mientras Yae se retorcía de dolor, puse mi mano sobre su costado y lancé un hechizo de Curación, más temprano que tarde, probablemente debido al dolor que se desvanecía, su expresión se volvió calmada.
YAE - Estoy bien ahora, lo estoy... - Después de darme las gracias, Yae se levantó y le hizo una sincera reverencia al vizconde. - Estoy agradecido por su orientación, lo estoy.
CARLOSSA - Tu habilidad con la espada no tiene un lado oscuro real. Mezcla fintas y ataques reales, carga y retrocede cuando es necesario... Es feroz y abierto. Sin embargo, una forma adecuada de la espada como la tuya no rompe los límites del entrenamiento del dojo. Ahora, no estoy diciendo que eso sea algo malo. Después de todo, la verdadera fuerza varía de persona a persona. - Los afilados ojos del vizconde perforaron a Yae.
Por las palabras del vizconde estaba que corregía el hecho de que Yae hacia todo lo que le enseñaron al pie de la letra, no intentando innovar o mejora lo ya aprendido, o bueno eso entendí yo.
CARLOSSA - ¿Qué buscas de tu espada? - Ella no ofreció respuesta a sus palabras. - Eso es lo primero que debes aprender. Entonces, encontrarás tu verdadero camino. Y cuando lo hagas, siéntete libre de volver a mí. - Con esas palabras como su última, el vizconde dejó el dojo.
ELZE - Oye, bueno... ¡No deberías preocuparte demasiado! Las batallas tienen que ver con la suerte. ¡Si perdías, probablemente estabas obligado a perder de todos modos! – Intento consolar a Yae sin lograrlo.
YAE - ... Elze-dono... no estás ayudando en absoluto, no estás..." Yae miró a Elze con una expresión severa, lo que la hizo dejar escapar una risa seca.
Linze tomó el control del transporte para llevarnos al punto de control a través del cual podríamos abandonar el distrito noble.
ELZE - ¿Qué vas a hacer desde aquí, Yae? Nos dirigimos de nuevo a Reflet. - Proclamó Elze.
YAE - Qué es lo que debería hacer, me pregunto... – Lo dijo con duda, pero aun triste por perder tan fácilmente.
Maldita sea, ella se ve seriamente deprimida. Me recordó a un hombre inútil que había perdido toda esperanza. Sentada en el costado de nuestro equipaje, Yae miraba el cielo distante con la barbilla apoyada en sus manos.
NARUTO - ¡Si no tienes a dónde ir, deberías venir con nosotros a Reflet! ¡Entonces puedes unirte a nuestro gremio, formar un grupo e incluso entrenar con nosotros! ¡Además que me debes entrenar en el arte de la espada! – Lo dijo recordándoselo con una sonrisa.
YAE - Puede que no sea una mala idea, puede que no y estoy avergonzada por olvidar eso, lo soy. – Lo dijo mirando algo avergonzada a Naruto.Fin Capítulo 05
Que puedo decir esperoo que le haya gustado este capitulo si les gusto el fic dejen su estrella, si desean saber de mis historias vallan a mi perfil y siganme si quieren sugerirme algo comenten que siempre leo los comentarios y si hacen todo bienvenido sea, aunque sea una su apoyo siempre es esperado y ayuda a que sienta que lo hago es apreciado y me invita a seguir trayendo mas capítulos y historias.
Si eres nuevo en mi perfil tengo otras 3 historias que pueden ser de tu agrado o quizás no, pero no pierdes nada dándoles una oportunidad a mis nuevas historias.
Y sin mas que decir creo que hasta el próximo año volveré a actualizar alguna de mis historias no se entristezcan que el tiempo vuela y rápido volveré xd
Pásenla bien chic@s y hasta la proxima
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"Rey De Babylonia"
Pertualangan3. "¿Me mataste por error?" -Lo dijo muy desconcertado un ninja rubio. El mundo ninja estaba de luto, Naruto Uzumaki Namikaze a muerto, el Jinchurili del Zorro de 9 colas, el hero de la 4ta guerra Ninja, el niño de la profecía, lo que no pudieron h...