Parte 1

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Pujaba con todas mis fuerzas mientras sostenía las barras que se encontraban incrustadas en la camilla. Cada vez que intentaba levantarme a ver si mi hijo ya había salido, las enfermeras me volvían a recostar. Debía seguir pujando si tenía mi cabeza pegada a la almohada.

En ese momento sentía que odiaba a todos. A las enfermeras, a los pacientes, a los médicos, a mis amigos y al inútil bueno para nada del padre de la criatura. Pero al escuchar los llantos de mi bebé todo lo anterior se esfuma y deja de ser importante. Ahora todo se centraba en conocer a mi bebito.

Una de las enfermeras me lo coloca cerca de mi rostro, por lo poco que podía ver de su pequeño cuerpo, traía puesto un vestido azul claro y un gorro blanco. Era el niño más lindo que ví jamás.

Esperé unos minutos para que me dejaran en la habitación y pudiera descansar. Estando a solas, hablo por primera vez con mi pequeño.

-Hola bebé, soy mamá -Dije emocionada hasta las lágrimas-. Pero qué hermoso eres bebé.

Decía a la par que acariciaba su diminuto rostro con dos de mis dedos. El bebé sonríe al sentir el contacto de mi mano y su rostro, algo que me enternece en lo más profundo. Me perdí en sus ojos cuando me miraron por primera vez.

-

El bebé no dejaba de llorar, pataleaba y sacudía sus manitos sin parar. Ya no sabía qué más hacer para calmarlo. Solo me apoyé en la pared de la pequeña habitación arrendada, me deslicé por la misma y empecé a llorar desesperada.

Ser madre soltera es más difícil de lo que pensé. No podía darme un solo momento para mí, pues todas las ganancias se iban en los gastos de la habitación o en mi hijo. Lloré hasta quedarme seca.

¿Hasta cuándo tendré que soportar esto? Amo a mi bebé y haría lo posible por él pero detesto tener un trabajo donde solo me vean como un objeto sexual y que callen mis lamentos con brutos golpes de macho desgraciado y donde la mentalidad sea machista. Tomando en brazos a Tito, mi pequeño de un mes y lo apego a mi pecho. Él de inmediato se queda callado, suponía que es por mi angustia de no saber qué hacer pero sonrío aliviada.

-Está bien bebé, Ya pasó, Mamá te tiene -Hablé mientras lo arrullaba y acercaba más a mi pecho.

Suspiro entrecortado al no escuchar más los llantos de mi bebé. Él ahora buscaba alimentarse, ya que a los pocos segundos de haberse calmado empezó a hurgar entre mis pechos. Sentándome la pequeña cama, acomodo correctamente mi blusa y bra. Tito al encontrar el pecho que quedó libre se pesca a él y principia a tomar su alimento. Esperé demasiado para ver a mi hijo y por fin lo tengo entre mis brazos.

Unas manos que sostenía una manta de suave algodón me cubren y hacen que mire a la persona que entró al lugar. Sehun siempre aparece cuando más lo necesito, él es una de las personas más importantes que tengo. Ha sido de gran apoyo desde el nacimiento de mi hijo.

-¿Cuántas veces tengo que decirte la importancia de traer la manta? ¿En especial cuando vas a alimentar a Tito? Sí, demasiadas.

-Está bien papá, Ya entiendo.

Reímos por la conversación, Esto pasa siempre que tengo un desliz pero lo disfruto tanto como salir en las mañanas a dar un paseo matutino. Nunca olvidaré el día en que Sehun tuvo por primera vez a Tito en sus brazos. Lo sostenía con tanta delicadeza que lo hacía ver como una figura de porcelana recién hecha. Su manera de arrullar al pequeño ser mientras le cantaba una canción de cuna me hacen pensar que él es el verdadero padre y no el cobarde de Minseok.

Minseok. Tan solo pensar en ese nombre me dan ganas de llorar, Ese hombre me enamoró, me llenó el cuerpo de alcohol y se aprovechó de mí estando borracha. Y me impregnó de su masculinidad llena de pasión y lujuria. ¿Por qué se tuvo que ir al saber que sería padre? ¿Tan inmaduro tenía que ser para huir y no cumplir su rol? ¿Por qué razón habrá escapado? No lo sé, ni lo quiero averiguar tampoco. Prefiero esta vida, lejos de él y sin saber donde fue a parar. La verdad, desde que supe de mi embarazo él me dejó de importar. O eso pretendo hacer, porque la verdad sea dicha aun puede que me guste un poco y no lo he olvidado del todo.

¡¡Amar en grande!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora