—No huyas.
—¿huir? ¿De qué?
—de tu destino como miembro del clan
Las palabras de su padre siguen impresas en su memoria, es un fiel recordatorio de que no tiene escapacion ni mucho menos salvación era así de simple y tuvo que aprender a vivir con ello.
Llevo de nuevo el cigarrillo a sus labios el sabor y el humo le impregnan la boca y luego suelta el humo. Tiene la cabeza que chorrea sangre, era un amigo suyo quizá cercano, alguien que le juró lealtad desde hace mucho pero era claro que la lealtad en este mundo se compra.
Camina entre los pasillos sin importarle más, le da igual que su piso de manche por aquel líquido rojo, su expresión es fría y los sirvientes de la casa no levantan la mirada. El hombre camina hasta llegar a una habitación, la abre con la misma mano que tiene el cigarrillo y ahí sentada frente al espejo de su tocador esta su mujer, esta arreglando se bella para salir pero sus ojos se habren en grande cuando atraves del reflejo puede ver a su prometido con aquella cabeza en manos, ella se pone de pie.
—Te traigo un regalo— avienta lo que queda de su amigo a los pies de la chica quien jadea. — ¿no es una forma de decir que tu amante perdió la cabeza por ti?
La mujer levanta la vista esta furiosa.
—¡eres un cabron!— las lágrimas caen— ¿cómo pudiste Itachi?
—¿creíste que podías jugar conmigo?— la voz profunda hace que la mujer se estremesca. —Eres más estupida de lo que imaginé, Izumi.
—No debiste confiar en las habladurías de las personas... ¡eran mentiras te lo dije!
—Para cuando termine el día no te quiero ver aquí.— sentencia para salir del lugar y cerrar la puerta tras su espalda.
Nunca la amó, no le interesaba con quien compartiera la cama sin embargo ella sabía bien que era prometida de un hombre peligroso y que sin importar que no debía jugar con él. Conocia las reglas, nadie le ve la cara de estupido, ni es el juego de nadie.
—Limpien este desorden— dice, la sirvienta asiente sin verlo.
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Eso ya hace un tiempo, realmente quería a alguien a su lado con quien compartir su vida, llamarla su compañera. Que sin importar que o que sea estuviera a su lado, amandolo de verdad y no solo por lo que tiene, el poder que posee.
Ve a Naruto quejarse con Sasuke parecen buenos amigos, claro su hermanito solo habla de que Naruto nunca se rindió pese a sus intentos de ignorarlo para no ser amigos y aún así ahí estaban peleando por los tomates que el rubio se ha comido por los antojos y que Sasuke había escondido en el refrigerador.
¿Un Uzumaki? Cuantos problemas no se hechara encima por querer conservarlo a su lado.
Kisame llega su expresión no denota buenas noticias.
—Kyubi quiere de regreso a su hijo.
Frunce el ceño, Kyubi, nombre clave que se usan entre los miembros del clan Uzumaki y sus miembros poderosos conocidos como jinchurikis, Kyubi era la líder y era casualmente su futura amada suegra.
Una mujer temeraria conocida en su mundo, no era ordinaria como los demás en el negocio, muchos trabajan con esclavas sexuales, armas, drogas y metales preciosos, quisa con químicos. Kyubi solo era dueña de una droga que solo la familia Uzumaki puede crear, constaba de tres drogas y siendo de menos a mayor grado, la tercera era la menos mortal se usaba como cualquier otra ya sea mariguana, éxtasis y cocaína, cápsulas y polvo, la segunda era riesgosa y la primera era aquella ella misma usaba para eliminar a sus enemigos.
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Imperio Uchiha (Itanaru)
FanfictionLo más estupido que pudo hacer era tener una aventura de una noche con un desconocido. ¿y qué era lo peor? oh... claro un bebé.