// LÍMITES //

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Tenía solo tres años, y a esa edad, confíaba ciegamente en todos.

Jeon jungkook sufría de asma desde que nació, tenía dos hermanos mayores, jin de nueve, taehiung de ocho, y él de seis. vivían solo con su padre, pues la madre había escapado con el de la tienda de carnes frías.
Casi cada noche como ya era costumbre, jin hacía ruidos extraños en su habitación, que estaba en el medio de la de sus dos hermanos menores y curiosamente, jungkook parecía ser el único que lo escuchaba, ya que en otras ocasiones había preguntado a taehiung sobre aquellos ruidos pero él siempre decía: "lo soñaste"

La curiosidad después de docenas de veces de escucharlo llorar, después de crujir los dientes, y también de esos sutiles golpes, terminó carcomiendo su pequeña cabezita. Se levantó abrazando su peluche de conejito, y caminando despacito se paró frente a la puerta, giró lento la perilla y al abrir la puerta, dejó caer al suelo su peluche favorito.

Su corazón comenzó a latir tan aprisa que le dió un ataque de asma, quería gritar, quería llorar, quería ser grande y fuerte para proteger a sus hermanos, que delante de él estaban siendo abusados por la persona que creía era su héroe.

No era jin el que lloraba, era taehiung, no era taehiung el que apretaba los dientes, era jin, no eran golpes o bofetadas, era el sonido de la entre pierna y los dedos de su padre destruyendo la infancia de sus hermanos.

Asfixiado, el pequeño cayó al suelo perdiendo el conocimiento, solo alcanzó a escuchar a su hermano jin decir:
lo siento.

No sonrió más después de eso, aunque sus hermanos intentaban hacerlo reír con bromas y juegos, él no se inmutaba, simplemente, dejó de hacerlo.
Ya después de cuatro meses, una joven trabajadora de préstamos visitó la casa con el fín de ganar un cliente más para la empresa, y sonriente y amable, fué atendida por el monstruo de ese lugar.
Jin, en una pequeña bolsa metió la medicina de jungkook, y los aretes y cadenas que su madre había dejado en un pequeño cofre y se la colgó en el cuello,tomó a sus hermanos que sujetaron su mano fuerte, y susurrando les dijo que sin importar qué, no lo soltaran.
Así, valiente y decidido, corrió pasando por en medio de la sala y frente a su padre y la chica, abrió la puerta, aquella que siempre mantenían cerrada bajo llave y escapó a la calle, corrió y corrió sin detenerse hasta que agotados, se detuvieron.
Habían corrido más de ocho cuadras, jungkook estaba fatigado, jin sacó su medicina y taehiung se la dió, sabían que él los encontraría ahí, por lo que jin decidió subir a un autobús y viajar lejos sin rumbo fijo.

Vivieron como vagabundos después que terminaron con las pertenencias de su madre, comiendo una vez al día, pidiendo Limosnas en un pueblo a setecientos kilómetros de donde solían "vivír"

Cuando jin cumplió quince, todo mejoró, ya compraban ropa y podían pagar un pequeño cuarto de renta, además, tenían comida suficiente y lo más importante, ya no tenían miedo.

Durante el día por las mañanas, vendían café en las calles, y por las noches, jin se hiba a su trabajo dejándolos con la recomendación de no salir, y de acostarse temprano.
De vez en cuando regresaba a las tres de la mañana, en otras, volvía al amanecer justo a la hora que tenían que salir a vender.

Pero cuando jungkook cumplió catorce, jin ya no volvió.

En los canales de noticias y en la radio, sonaba el allazgo del cuerpo sin vida de un joven de diecisiete años, en una sanja detrás de un terreno baldío, y por las características, el chico se dedicaba a la prostitución.

Taehiung y jungkook lo buscaron por meses, pero nunca supieron que fué de él, más perdiendo las esperanzas, comenzaron de cero ellos dos.

Cinco años más tarde, mientras volvían a su pequeño cuarto a las once de la noche después de trabajar como meseros en un bar, unos tipos les salieron al encuentro y los asaltaron quitandoles el poco dinero que tenían, además, Tahejiung recibió un golpe tan fuerte en su cabeza, que después con el paso del tiempo, fué perdiendo la vista.

Juntos, jungkook y taehiung comenzaron a cantar en bares y calles, siempre unidos, el tema más pedido y el más hermoso, era esa canción que jungkook escribió para su hermano aquel que nunca volvió.
"Epiphany"
una canción que llega al alma y que posiblemente, también crea remordimientos además de nostalgia.

Una canción, que hace llorar a dos hermanos recordando que siempre estarán incompletos, porque jin, siempre estará lejos de ellos, porque jin siempre estará, muerto.

Todo es lícito, y lamentablemente el ser humano eso lo ha entendido a la perfección.

Todo es lícito, pero debería no serlo, así, las personas respetarian la sangre, la edad, las oportunidades.

No hay excusas cuando se trata de perturbar la infancia de algún niño o niña, no hay pretextos, no hay inocentes, pero si hay límites que no deberían ser ignorados, que simplemente no deberían ser quebrantados.

Tahejiung y jungkook fueron el ejemplo perfecto de hermandad, y como tales, nuca se separaron, incluso debajo de aquel viejo cuarto donde vivieron por más de cuarenta años, jamás pelearon en cambio, siempre fueron uno solo, siempre fueron hermanos.

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