Después de un tiroteo escolar quedas atrapada a manos de BONTEN, les ofreces un trato con tal de salvar tu vida dejando a la ToMan atrás
¿Podrán salvarte?, eso espero
Un último consejo, ten cuidado de Sanzu después de media noche
Un día, usted y yo vamos a despertar juntos en la misma habitación y nos sentiremos queridos.
Tal vez no hoy, tal vez no mañana, pero un día, te lo prometo
Nos costo mucho coincidir, como para dejarnos ir tan fácilmente
...
Sanzu
Tokyo, Japón
Llevo 2 putas horas caminando con este pendejo noqueado en mi espalda y lo único que conseguí fue que me asegurarán lo que ya suponía, mi Hanemiya esta con Baji escondida en algún puto lado
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Me mata el hecho de pensar que algo pase entre ellos 2 o que el quiera propasarse con ella sin su consentimiento
Aunque ella se sabe defender muy bien, ¿porque estoy pensando todo esto?, seguro no pasará nada, se que yo me acoste con una tipa pero admito que fue un jodido error, ahora estoy más que convencido que t/n es la mujer que amo, es decir, ambos nos gustamos, ¿no?
Cuando estamos juntos hay una tensión que a la vez se siente como paz, cuando estoy con ella el mundo se detiene y solo quiero abrazarla y que me diga que todo estará bien
Necesito esa paz de nuevo en mi, necesito encontrarla...
-Al fin llegamos Hanagaki, más te vale que te despiertes ya o ahora si te voy dar un balazo en la cabeza.
La mansión de Bonten
-¡Abranme perros, traje un amigo!-le gritaba a aquellos para que me abrieran el portón de entrada.
En eso sono la voz de la bocina del portón
-Ya te vimos por la cámara Sanzu-me anunciaba Kokonoi-Te dejaremos entrar pero primero dinos quien es el tipo que llevas en tu espalda, no podemos reconocerlo en la imagen.
-Es Hanagaki Takemichi, dile a Mikey que le traje a su amigo de la ex ToMan...
Apenas este pronunció el nombre del chico las puertas del portón se abrieron
Sanzu lo tiro al suelo y este despertó
-¡¿Eh, d-donde estoy?!, ¡Sanzu, a donde me trajiste!, ¿que es este lugar?-Takemichi estaba sumamente asustado y confundido.
-¡Traiganle asistencia médica, le dispare en las piernas!-el pelirosa entraba a aquella mansión como si nada.
-Puta madre Sanzu, ¡no lo tires al suelo!, y menos en la entrada...me vas a ensuciar mi piso-exclamaba Kokonoi.
