One

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Irina Fiore.

"Ultima chiamata per il volo 240 destinazione Barcellona"

Cojo mi mochila mientras me limpio las lágrimas que caían por mis mejillas, dejare todo aquí pero es lo mejor para mí. Antes de subir al avión le mando un mensaje a mi padre para que sepa que ya estoy aquí, serán dos largas horas en este sillón.

Mi asiento es al lado de la ventanilla y por ello antes de despegar miro por la pequeña ventana, es un día lluvioso las gotas caen por el cristal y las lágrimas amenazan con salir de mis ojos pero no permito que lo hagan, cierro la cortina y cierro los ojos, no sin antes ponerme una alarma por que soy extremadamente despistada, y me duermo pensando en como será mi vida en otro país.

A las horas mi alarma suena, y por fin salgo de ese avión, según me dijeron, unos agentes del club vendrían a buscarme al aeropuerto a si que como puedo busco mis maletas y salgo. Unos hombres altos y con la camisa del Barcelona me hacen señas a si que voy caminando hacía ellos guardando mi pasaporte. Uno de los chicos se quita las gafas de sol y me analiza de arriba a abajo.

Esto parece una película eh

Si ya lo sé.

-¿Irina Fiore?- Pregunta con su voz grave que ya me esta empezando a dar algo de miedo

-La misma- Respondo y veo como se miran entre ellos y sonríen

-Por favor vámonos antes de que vengan a sacarnos fotos- Me dice el otro y se dan la vuelta para coger mi equipaje e ir hacia el coche que es una pasada, un Mercedes Benz negro, como a mi me den esto me pierden.

El camino a el estadio es muy silencioso por lo que me dedico a mirar mi teléfono, le mando un mensaje a mi padre diciéndole que ya he llegado y vuelvo a mirar su foto de perfil, es una foto nuestra de cuando yo era pequeña y estábamos en Venecia, recuerdo perfectamente como que mi padre me llevo para ver el museo de Leonardo da vinci, uno de mis pintores favoritos. Mi padre estuvo ahorrando durante meses por que sabia lo mucho que quería ir.

De pequeña adoraba la pintura, pero con el tiempo mis gustos fueron cambiando excesivamente, sobre todo cuando me fui junto a mi madre a Canarias, fue cuando a mi padre le diagnosticaron cáncer y ella me llevo junto a ella alejándome de la única razón por la que me quedaba en Italia y no me iba a Madrid junto a mi tía que ya me lo había dicho muchas veces, que esa mujer no tenia sentido de madre. Durante dos años viví allí con la hermana de mi madre y con la cucaracha de su hija, de ahí fue de donde aprendí español. Luego de dos años volví a Italia, volví a ver a mi padre que ya había superado su cáncer, tristemente solo, cuando lo vi lo primero que hice fue pedirle disculpas, no era culpa mía pero yo sentía que si, había estado luchando durante dos años el solo.

-Señorita Fiore hemos llegado- Una voz me saca de mis pensamientos, miro hacia afuera, personas con teléfonos , cámaras y camisetas están justo en la entrada esperando a que salga alguien a firmar, cosa que yo no voy a hacer.

Cuando noto que se apaga el motor del coche suspiro, y sin más salgo de el, veo que uno de los de seguridad me hace una seña para que entre y eso hago, en la misma entrada de recibe un amable chico que me da una tarjeta para entrar al recinto. Camino hacia donde creo que es el camino pero esto es nulo, acabo llegando a un lugar lleno de taquillas por lo que presiento que es el vestuario, no puedo estar muy lejos.

-¿Quién eres?- Dice una voz a mis espaldas y yo me giro para mirar, es un chico moreno, sus ojos color avellana se conectan con los míos azules y me quedo un momento mirándolo esta sin camisa y su abdomen marcado es lo que más resalta de el.

Remember me||Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora