Remember me||Pedri González

seven

Me despierto con unos besos por mi hombro, y unas caricias en mi cintura, sin duda necesito levantarme así más días.

Me doy la vuelta para mirar al canario que de esta perspectiva se ve precioso, su cara de dormido, su vientre que sobre sale de la camisa por el movimiento de la noche y su hermoso pelo revuelto le hacen ver de ensueño.

Escucho como gruñe cuando intento separarme de él y dios mío, amo como suena ese sonido desde su boca

-Buenos días- Murmuro dejando suaves besos por su mandíbula.

Me quedo callada mientras el se acurruca en mi cuello, siento sus suaves labios dejar pequeños y húmedos besos por mi clavícula.
Nos quedamos así durante un rato, compartiendo algunos besos y caricias, simplemente disfrutando de nosotros

Aunque ahora mismo pensando, ¿Había un nosotros en esto? Sin duda no éramos amigos, pero no puedo dejar de pensar en que sería yo para el

Pues pregúntale, no hay que tener muchas neuronas

-¿Qué hora es?- Pregunta el canario desde mi cuello

-Si me dejaras moverme podría mirarlo-

-Mmm... Joder- Al decir esto sus manos se separan de mi pero su cara queda en mi cuello.
Cojo mi teléfono para mirar que son las nueve de la mañana

-Son las nueve-

-Tengo una sesión de fotos a las doce. Quiero quedarme aquí- Veo como se separa de mi lo suficiente para dejarme ver el pequeño puchero que tiene en su rostro

Casi de manera inevitable dejo un beso sobre sus suaves labios, disfruto del sabor a plátano que hay sobre ellos, aprovecho para morder y tironear un poco de su labio inferior. Siento como una de sus manos se cuela por mi espalda, el frío de su anillo me pone la piel de punta. Me separo un poco de el para subirme en su regazo y mirar como sus ojos me miran atentos y sus manos se van a mi cintura para acariciarla 

-Deberíamos levantarnos ya- Digo tirándome sobre su pecho 

-Tu cuerpo no dice lo mismo- Dice el moreno riendo, siento sus manos acariciar mi cabello rubio y yo dejo besos por donde puedo tratando de disfrutar de el. - ¿Te pintarías el pelo moreno?-

-¿Quieres que deje de ser tu rubia?- Pregunto levantándome de nuevo para mirarle la cara  

-Claro que no, solo me da curiosidad- 

Cojo mi teléfono en busca de la foto que quiere ver y al encontrarla luego de unos momentos le enseño, es una foto mía en una peluquería cuando tenia catorce años, ese día la madre de una amiga por mi cumpleaños me puso extensiones castañas por las bromas, que no me quedaban nada mal.

-Prefiero sin duda a la rubia, fue a la que encontré y la que hace que se me acelere el corazón cada vez que la veo-

Hola ¿Dios? Soy Irina Fiore desde la tierra de mortales agradeciendo cada momento por haber creado a este señor 

***

Luego de que el moreno se fuera decidí salir a correr, una de las cosas que más me gustaban hacer en Italia era correr por la ciudad, ver a la gente y sobre todo aprender un poco más a cada paso que daba. Me relajo, me siento yo misma aunque sea muy perezosa.

Mi padre viene a mi mente, me dijo que quiere salir y ver mundo, el problema es mi madre y sus cosas, me duele ver a mi padre así, esclavizado por una mujer que cuando el no podía busco otro lugar lejos de el, me duele pensar que esa mujer sea mi madre, una persona tan arrogante y tan mala.