Remember me||Pedri González

Two

Me levanté al día siguiente, unos rayos de sol ingresaban por la ventana de mi habitación, junto a ellos mi dichosa alarma. La apago y bostezo, me estiro y cojo mi teléfono.

Hoy se que no tengo citas, tuve una reunión con Xavi y el presidente del club y por esta semana, mientras no me llamen, no creo empezar a trabajar. 

Me levanto y voy a la cocina a por algo de desayunar y cuando llegó a la cocina saludo a mi compañera de piso, ayer la conocí, se llama Abigail es una chica muy maja y muy guapa también, su bonito pelo rojo largo y brillante es lo que más resalta de ella, simplemente preciosa, es atenta y amable, conectamos simplemente.

-Buenos días Iri- Me saluda la pelirroja con su característica sonrisa

-Buenos días Abby- Le respondo mientras me hago un café. -¿Qué te parece si hoy vamos de compras? Necesito algo para ponerme porqué de verdad que he traído muy poco de Italia-

-Si claro, cuando vuelvas podemos ir al centro, conozco una zona con tiendas baratas y con ropa preciosa- Responde ella mirando su teléfono.

Cuando termino mi café y unas tostadas me siento junto a ella a desayunar. Cuando abro mi Instagram veo mi bandeja llena de notificaciones parece que en he salido en alguna foto del entreno y la gente me ha encontrado por las redes. No soy muy fan de ellas pero supongo que esto es normal, acepto alguna de las solicitudes pero hay una que me sorprende más que el resto.

Pedri a solicitado seguirte   

Eso no lo esperaba.

Junto a la suya la de otros jugadores del equipo pero me quedo con la suya en la mente, a sido el primero en seguirme. Salgo de esta aplicación y voy a Tiktok, el reino de la polémica, detrás de Twitter obviamente.

Después de un buen rato viendo videos aleatorios llego a un video interesante, es un video de un fan que graba el coche de Pedri y otro amigo suyo Gavi creo que se llamaba, pero lo que más parece que le agrada a la gente es ver lo que hace con su teléfono. Una llamada entra en mi aparato y le hago una señal a la pelirroja para que no haga ruido.

-¿Xavi?- 

-Irina querida, te necesitamos aquí, ¿Crees que puedas venir?-

-Si claro, dame media hora y estoy ahí, ¿Se puede saber el para qué?- Pregunto algo extrañada

-Un jugador necesita tu ayuda, y quiero que tengas el resto de día libre a si que cuanto antes mejor- me dice el entrenador

-Esta bien ya voy- Cuelgo sin escuchar su respuesta y me levanto para ir a cambiar mi ropa

-¿Problemas Iri?- me pregunta Abigail antes de que salga por la puerta

-Una sesión de última hora, luego te aviso para ir a ese lugar- Digo y corro a mi habitación

Ya allí me pongo unos vaqueros negros, están acampanados por la parte de los tobillos y me hace estar cómoda, una camisa blanca corta y una sudadera del mismo color, me pongo mis zapatillas de confianza y me arreglo un poco mi cara con maquillaje, tengo ojeras no tan notarias, desde hace unos días no consigo dormir bien, las tapo como puedo con maquillaje, algunas marcas de mi pubertad también las tapo.

Cuando terminó cojo mi teléfono y bajo a pedir un Uber hasta el campo.

Mientras el coche pasa por las calles de Barcelona solo pienso en la música que suena en mis oídos, es una melodía preciosa, habla del amor que probablemente nunca tenga, sobre un amor tan puro que todos envidian a ella por tenerle a él y a él por tenerla a ella.

Nunca digas nunca rubia

Esa frase recorre mi mente, Pedri la dijo cuando hablaba de que ningún chico cumpliría mis expectativas, pero como dijo mi abuela, si no los conozco no los puedo opinar.