three

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Cuando llegue esa misma noche Abby estaba sorprendentemente despierta, viendo probablemente otro dramón como el de esta tarde, sin importarme mucho voy a mi habitación, me tiro a la cama nada más llegar, suspiro cansada

A sido maravilloso y lo sabes.

Miro mi ropa, llevo su sudadera, me la dio luego de bañarnos, cojo su sudadera por el cuello y la huelo, su perfume se cuela por mis fosas nasales, haciendo que me quedé literalmente dormida con el cuello de su camisa aún tapando mitad de mi cara

A sido una noche mejor de lo que pensaba, había sido de las mejores noches de mi vida.

***

Me levanto cuando escucho unos gritos en el salón de mi departamento, tan rápido como mis piernas me permiten bajo.

-¿Abigail?- Pregunto mirándola, en su mano viene una rosa roja y una pequeña carta

-¡Te ha llegado esto!- me grita literalmente

Un día nos mata de un susto joder.


-A ver trae- digo cogiendo la carta y dejando la rosa en la mesa

Ayer me dijiste que amabas las flores, y más las rosas a si que un pequeño regalito para mí rubia favorita

Pd: Te paso a buscar a las ocho y media para ir al campo

Tu canario favorito.

-¿De quién es eh?- Pregunta la chica a mi lado

-Qué cotilla eres cuando quieres Abby- Digo riendo, provocándole a ella también

-Eh no es mi culpa, llega un repartidor con una rosa y una carta a las siete de la mañana diciendo que es para ti, ya me dirás tú qué hago-

-Esperar a que me despierte y mire la rosa y la carta- Digo obvia

-Eso no era tan divertido- Dice riendo

-Casi me matas de un susto-

-Era mi intención- Dice volviendo a su cuarto

-Cabrona...- Murmuro

¿Acaso te has dado cuenta que te ha dado una rosa?

No me jodas no lo sabía.

Subo de nuevo a mi cuarto a prepararme, con la rosa en mano la dejo al lado de mi cama junto a la carta que vino con ella, miro de nuevo la flor rojiza, sus pétalos están en un rojo impresionante, se nota que es natural y recién cortada, la llevo a mi nariz hasta olerla y comprobar que si es de verdad. Una de mis alarma suena y yo corro a cambiarme.
Me pongo unas mayas junto a la camisa que me dieron ayer en la reunión, es color negra, con el escudo del Barcelona a un lado y unas tiras brillantes que resaltan por completo.

Cuando termino me permito quedarme con el teléfono.

8:00 am

Recojo mi habitación mínimamente hasta que queda algo recogida, mi teléfono suena y lo cojo

-¿Diga?-

-¡Irina!- Dice una voz por el teléfono

-¿Mamá?- murmuro sorprendida

Remember me||Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora