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Pedri González.

-Y ahora que ya te sabes la historia entera, espero que dejes de decir gilipolleces- Dice Fer luego de explicarme todo el rollo de Irina

Yo me quedo sin palabras, no sé que decir, no sé que hacer, no sé que poder hacer para no perderla.

-Soy idiota- 

-Júrame que te acabas de dar cuenta, porque yo me di cuenta desde el "Está buena y va a ser solo para eso"- Dice y se me hace un nudo en la garganta y no sale de mi hacer nada más que sentarme con mi vaso de agua y mi teléfono para intentar llamar a la rubia que se fue hace media hora de mi casa.- Si todavía te pensarás que te va a responder.-

"Hola soy Irina, deja tu mensaje y te devolveré la llamada cuando pueda"

-Joder soy un cabrón, que mierda me pasa en la cabeza- Digo tirando el teléfono 

-Muy maduro, no me salen las cosas como quiero y las pago con las cosas materiales.- Dice cogiendo mi teléfono y sentándose a mi lado.- Fuiste el primero en decirle que no se dejara manipular por Pablo y eres el primero que cae en su puta manipulación-

-¿Y como mierda quieres que arregle esto ahora? Ella me odia- Digo poniendo mis manos e mi cabeza

-Y te odia con toda la razón- 

-No me ayudas Fernando, ya sé que la acabo de cagar...-

-Realmente la cagaste cuando no le dejaste explicarse cuando te llamó o te escribió- Dice interrumpiendo.-No pagues conmigo tus putos problemas, esto es culpa tuya, eres tu el que tienes que romperte la cabeza para ver que hacer-

-Ya entendí Fernando, voy al entreno a ver si le veo -

Salgo del salón hasta mi habitación donde la besé por primera vez, cojo mi neceser del baño y corro escaleras abajo, con aún mis llaves en el bolsillo salgo hasta el coche y me subo, pongo música porque sé que es lo único que podría alegrarme.

Pongo mi lista de Quevedo y mientras el coche se calienta yo me pongo a pensar en esa maldita rubia, en como consigue que mi mundo se ponga pata arriba por su simple presencia.

Y Fer tiene razón, eso es lo que más me duele, fui el primero en advertirle que no se dejara llevar por sus manipulaciones y yo fui el mismo que entró en el juego de ese cabrón.

Pero yo no la voy a perder, no por esto. 

***

Llego al campo y paso por delante de su despacho, me replanteo tocar la puerta, entrar simplemente o pasar de largo, estoy seguro de que no quiere hablar conmigo, pero yo necesito hablar con ella, porque sé que sin ella no podré dormir esta noche, ni esta semana, ni este mes, ella es mi ser de paz, con ella soy yo, con ella estoy en paz y por eso no la voy a dejar ir.

Toco la puerta y no escucho respuesta, pero una persona a mis espaldas me responde todas mis preguntas.

-Le dieron dos días libres- Dice el cantábrico detrás de mi

-¿Los pidió?- Pregunto sin siquiera darme la vuelta, veo su cara de seriedad en el reflejo del cristal de la puerta

-No, el mister se los dio por lo mal que estaba ¿Sabes por qué?- Dice y siento como me coge del brazo y me da la vuelta para esta vez mirarme a la cara.- Porque un alguien confía tan poco en ella que se siente inferior a ese chico que odia, ¿Verdad? Te da miedo que te quite a tu supuesta chica, o bueno, ella ya no es tuya.-

-Ni que fuera un objeto para tener que ser una puta propiedad- Digo sarcástico

-Di lo que quieras, pero aléjate de ella, porque ella si es de mi puta propiedad, y yo no comparto lo que es mío- 

Remember me||Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora