eight

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-¿Dónde estoy?- Digo abriendo los ojos algo desorientada

-Eres una deshonra para la familia- Dice una voz lejana a mi

-¿¡Quién eres!?- Chillo

-Ni tu padre ni yo estaremos orgullosos nunca de ti, ¡Desgraciada!-

Siento el sudor frío recorrer  mi espalda, un escalofrío hace que se me erice la piel y escucho las voces por todos lados, en un momento, noto como unas manos me tocan por el cuerpo y es entonces cuando abro los ojos

-Mierda Irina, ¿Estás bien?- Dice el moreno sentándome sobre su regazo

-Joder que mal lo he pasado- Permito que las lágrimas desborden mis ojos, mientras el canario que no sé en qué momento llegó me pega a su pecho

-Solo fue una pesadilla rubia, estás a salvo conmigo- susurra dando un beso en mi cabeza.

El silencio se hace presente, las lágrimas empiezan a secar y yo solo me apego más a el.
Ahora me siento a salvo, ahora es cuando puedo ser yo, cuando estoy con el.

-¿Quieres contarme de qué iba la pesadilla?- Murmura separándose un poco para mirarme a la cara y darme un casto beso en los labios

-No, no quiero recordarlo ahora- Digo volviendo a pegarme en su pecho

Esta vez el no pregunta, solo me abraza, solo me acaricia el pelo, solo trata de tranquilizarme.

***

Mientras intento desayunar el delicioso bol de cereales que me preparó Abby veo a la pelirroja y al canario en sus teléfonos, parece que Pedri vino a recogerme antes para saludar a Abby y al no verme lista subió a buscarme y me vio en ese estado.

No tengo hambre, siento aún la presión en el pecho, las voces siguen presentes en mi cabeza, no lloro, no hablo, no como, simplemente pienso, recuerdo a Alex siempre que tengo pesadillas, siempre iba a su casa luego de eso y me dormía con ella por un rato y notaba como las pesadillas desaparecían por un tiempo, pero todo vuelve, todo acaba volviendo

-¿Te sientes mejor?- Pregunta el canario acariciando mi muslo bajo la mesa

-Si, gracias por todo-

-Estoy para eso rubia- Siento el beso que me da en la frente para levantarse e ir al baño

-Qué eran amigos dice- Habla la chica sentada en el sofá

-Somos amigos- Le digo yo

-Si ustedes son amigos yo soy un pitufo- Dice riéndose para levantarse y darme un abrazo. -No estás comiendo Iri, no vas a salir hasta que te termines el plato- Dice haciendo una mueca

-Me recuerdas a Alexandra dios mío- Digo yo llevando una cucharada a mi boca 

-¿Quién es Alexandra?- Dice el Canario entrando por la puerta

-Mi mejor amiga, está en Italia- Respondo yo

-No es tan guapa como ella- Dice Abby a mi lado

-Es imposible que haya alguien más guapa que mi rubia- Dice sonriendo, con eso me levanto, seguramente tan roja como un tomate porque siento las carcajadas de ambos y subo a vestirme a la habitación

***

Cuando salimos de la casa luego de un rato me sentía rara.
Mire al chico que conducía a mi lado, su hermoso perfil me hace suspirar y el me da una mirada de lastima, odio esa mirada, me siento como si fuera una niña pequeña que no sabe controlar sus sueños, sus emociones, odiaba cuando los padres de Alex me miraban así, pero ella no era así, ella me miraba con admiración, no era una mirada triste sino consoladora.

Remember me||Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora