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''El frío de la Niebla Helada es mío...''

Nada más abrir los ojos, fue consciente de su respiración agitada y su cuerpo se incorporó al instante, recorriendo la estancia con la mirada, algo desesperado. El escritorio, el armario, la cama... Poco a poco, todo resultó familiar y su pulso empezó a restaurarse.

Dejó caer su cuerpo otra vez en la cama, clavando la mirada en el techo mientras intentaba tranquilizarse del todo. De nuevo había tenido aquel sueño, y a pesar de ser una mera invención de su mente, todo parecía demasiado real... Por un momento, había vuelto a sentir aquella maldita piedra alrededor de su cuello, y su subconsciente le hizo llevar una mano al mismo para asegurarse de que no había nada que lo rodease.

Tras varios minutos, terminó por voltearse en la cama, y la calma pareció invadirle cuando encontró aquel cuerpo tumbado a su lado entre las sábanas. Dudó un poco antes de finalmente acercarse a él, acurrucándose entre sus brazos y cerrando los ojos, dejando que su calidez le invadiese por completo. 

Lo único que rompió de manera ligera el momento fue el suave movimiento de aquel brazo en su espalda, deslizando sus uñas por ella de una forma tan lenta que parecía llevarse todos sus problemas al instante.

- ¿Qué haces despierto, Bryce...? - Escuchar su voz, levemente grave debido a estar recién despierto, pareció otorgarle toda la paz posible al albino.

- Una pesadilla... Perdón, te desperté - Una sonrisa divertida se dibujó en los labios de Claude mientras le abrazaba con cariño, riendo por lo bajo.

- Pues claro, necesitas al maravilloso y poderoso Claude Beacons para que te calme, eres como una princesa en apuros - Bryce simplemente rodó la mirada antes de darle un leve golpe en el pecho que provocó que el menor riera de nuevo.

- No te lo creas tanto, soy más independiente de lo que parece - El pelirrojo arqueó una ceja, con una sonrisa ladina.

- Pero bien que te has pegado a mí - El rostro del albino adquirió un suave tono rojizo, ahí tenía razón. 

- ¿A que me voy a dormir al sofá? - Por tercera vez, la cálida risa de Claude llenó la habitación mientras le acercaba a él por la cintura.

- Sabes que estoy de broma... Me encanta que recurras a mí cuando tienes miedo - Los ojos azules del mayor se clavaron al momento en los suyos.

- Esa frase podría ser la cosa más bonita que hayas dicho en mucho tiempo, pero siendo tú, suena más a algún tipo de comentario de superioridad. ''Oh, miradme, soy Claude Beacons, nada me da miedo''. - La pequeña broma por parte de Bryce se vio cortada cuando los labios de Claude se posaron sobe los suyos en compañía de una sonrisa divertida, característica de él.

- Nunca vas a dejar de ser sarcástico... Me encanta - Aquellas últimas dos palabras arrancaron a la fuerza una suave sonrisa de los labios del albino - ¿Puedo saber sobre qué ha sido la pesadilla...?

- No me apetece hablar de ello... - Ante la respuesta, toda broma pasó a segundo plano y los brazos del pelirrojo envolvieron aquel delgado cuerpo entre los suyos, como si intentara protegerle de todo lo dañino que pudiera haber cerca.

- Está bien, no voy a insistir, cuéntamelo cuando quieras... ¿Prefieres que ahora sigamos durmiendo? - Antes de que Bryce pudiera responder, un pequeño llanto llenó el silencio, despertando al momento los sentidos de ambos chicos.

No pasaron ni dos minutos hasta que ambos estaban plantados ante la puerta de su hija. No importaba si estaban dormidos, despiertos o discutiendo, el simple hecho de escuchar a Noah podía hacer que el mundo se paralizara para ambos.

- ¿Noah? - Ante el llamado del pelirrojo, ambos pudieron oír unos pequeños pasos, previos a que la niña dejara su habitación, abrazándose a la pierna de Claude antes de que él la tomara en brazos - Ey, ¿qué le pasó a mi enana?

- Me caí de la cama... - La somnolencia estaba muy presente en la voz de la pequeña.

- ¿Te hiciste daño? - Noah negó, acurrucándose en los brazos de su padre mientras el albino acariciaba su espalda, intentando calmarla.

- Entonces solo fue un susto, mi niña... Ven, hoy duermes con nosotros en la habitación grande.

- Pero... - Ante el pequeño reproche de la peliazul, ambos adultos entendieron al momento lo que pasaba.

- Caos también puede venir - Oír el nombre del pequeño gato hizo que una tierna sonrisa se dibujara en los labios de la pequeña, creando dos diminutos hoyuelos en sus mejillas.

Antes de poder siquiera darse cuenta, la familia se encontraba de nuevo en la habitación. Noah dormía tranquila entre los adultos, acurrucada contra el pequeño gato blanco, mientras la pareja la observaba.

- Bryce - El albino observó a su novio cuando le llamó, la expresión de Claude era algo dura - Te conozco, sé lo que estás pensando... Sácale de tu cabeza.

- Pero... Quizás si lo hubiera dejado pasar, Noah seguiría con él... - El pelirrojo no tardó en acunar su rostro, juntando sus frente con sumo cuidado en un intento de transmitirle paz.

- Bryce, amor... Lo que pasó con Chris ha quedado en el pasado, y si abandonó a Noah fue porque él quiso, no tienes que culparte de nada - Un suave suspiro escapó de los labios del albino - Venga, vamos a dormir... Se hace tarde.

Tras un corto beso, ambos se acomodaron entre las sábanas, con la diferencia de que Claude se durmió al poco mientras que Bryce seguía despierto, con los ojos fijos en el techo. 

Si cerraba los ojos, ¿volverían de nuevo las pesadillas? ¿Los mismos recuerdos que llevaban dos semanas atormentándole? No estaba seguro de ello, ni siquiera sabía si soñaría algo esa noche, pero tenía una cosa clara... Él ya no era Gazelle, nunca volvería a serlo.

O al menos eso quería pensar....

LOS ERRORES DEL PASADO ;; Inazuma Eleven  [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora